Gianni Vattimo, el filósofo italiano, ha referido en numerosas ocasiones que habitamos una sociedad “transparente”, es decir, no sólo caótica, ecléctica sino absolutamente compleja. El poeta irlandés Paul Muldoon, por su parte, escribió en el célebre “Go figure” (1998) que “un poeta es necesariamente producto de su tiempo, es alguien que trata de entender quién es él en su tiempo, su tiempo habla a través de él”. Por estas razones, en su muy gustada sección ‘Poesía, fama y poder’, presentamos un par de poemas de Juan Gabriel (nacido Alberto Aguilera Valadez, Parácuaro, 1950 – Santa Mónica, 2016), maestro de la poesía mexicana dadas sus singulares combinaciones métricas y su sentido común poético, no pocas veces mayor al de sus pares, los poetas mexicanos de su generación.
La diferencia
Aunque malgastes el tiempo sin mi cariño,
Y aunque no quieras este amor que yo te ofrezco
Aunque no quieras pronunciar mi humilde nombre
De cualquier modo, yo te seguiré queriendo
Yo sé que nunca tú querrás jamás amarme
Que a tu cariño llegué demasiado tarde
No me desprecies no es mi culpa, no seas mala
Porque tú eres de quien quiero enamorarme.
Qué daño puedo hacerte con quererte
Si no me quieres tú yo lo comprendo
Perfectamente sé que no nací yo para ti
Pero qué puedo hacer si ya te quiero.
Déjame vivir de esta manera
Te quiero tal y cual sin condiciones
sin esperar que un día tú me quieras como yo
consciente estoy mi amor
Que nunca me querrás.
Tal vez mañana yo despierte solo
Pero por el momento
Quiero estar soñando
No me despiertes tú,
no ves que así yo soy feliz
consciente estoy mi amor
que no eres para mí.
Sí te amaría.
Tú eres la tristeza de mis ojos
que lloran en silencio por tu amor
Me miro en el espejo y veo en mi rostro
el tiempo que he sufrido por tu adiós
Obligo a que te olvide el pensamiento
pues siempre estoy pensando en el ayer
prefiero estar dormido que despierto
de tanto que me duele que no estés.
Cómo quisiera
que tú vivieras
que tus ojitos
jamás se hubieran
cerrado nunca
y estar mirándolos
Amor eterno e inolvidable
tarde o temprano estaré contigo
para seguir amándonos
Yo he sufrido mucho por tu ausencia
desde ese día hasta hoy no soy feliz
aunque tengo tranquila mi conciencia
sé que pude haber yo hecho más por ti
Oscura soledad estoy viviendo
la misma soledad de tu sepulcro
tú eres el amor del cual yo tengo
el más triste recuerdo de Acapulco.
Cómo quisiera…