Fernando Valverde in translation by Allen Josephs

The poet Fernando Valverde was chosen by about two hundred researchers from over one hundred universities (Harvard, Columbia, Princeton or Bologna) as the most important poet in Spanish language born after 1970. Allen Josephs is one of the great Spanish scholars of our time, author of the critical edition of Federico García Lorca in prestigious Cátedra press, and one of the world’s leading experts in Ernest Hemingway. Valverde is professor of literature at Emory University and Allen Josephs at West Florida University. The present translations are a preview of  Valverde´s ‘Selected Poems’  that will be published this fall in the United States

 

 

Fernando Valverde fue elegido por cerca de doscientos investigadores de más de cien universidades (Harvard, Columbia, Princeton o Bolonia) como el poeta más importante en lengua española nacido después de 1970. Allen Josephs es uno de los grandes hispanistas de nuestro tiempo, autor de las ediciones críticas en Cátedra de Federico García Lorca y uno de los mayores expertos mundiales en Ernest Hemingway. Fernando Valverde es profesor de literatura en Emory University y Allen Josephs en West Florida University.  Estas traducciones son un adelanto del ‘Selected poems’ de Fernando Valverde que verá la luz este otoño en Estados Unidos.

 

 

 

 

 

 

 

 

CELIA

Born today

 

You don’t know the rain nor the trees,

yet you’re already a wood.

 

Now the world begins for you,

now your eyes fill with the sea,

now everyone receives you as in some station

where one waits forever,

beginning and surprise,

like maps that promise no place to go.

 

Today the world begins,

unforeseen gloom,

you are limpid time,

the scent of wood and silence,

questions with no shadows

and the love without pride of one who has lost everything.

 

That is my certainty,

the waves, the ocean,

your laughter like a bird.

 

You’ve brought the murmur of a memory,

the little feet, small like

the trace of snow you left

in the January hours.

 

 

How will life be growing in your hands

with the fragility of good news,

like a fish wriggling back to the river.

 

On any given afternoon,

with a surprise like falling in love,

you’re going to feel the breeze that has touched the trees

with its ancient weariness.

 

There are times when it’s rough and it stings like a match

lighting up a memory. . .

 

Your hands shine,

no shadows, no daggers,

and I can see shooting stars

tearing through the night

like a ship setting sail into the fog.

 

Life is a house where a stranger lives,

a garden from the past where you’ll never return,

a shore you seek, afraid, watching for ghosts.

 

Yet life is also

a light in the window

when the darkness

fills every hollow and every continent.

 

This night is dark,

and the train seeks arms

on the other side of time.

Meanwhile, I’m trying to tell you

that dreams are part of us

the way the wharf is a voyage.

 

Because you are already a wood,

and there are dolphins, and lakes and mountains,

and impossible loves

named Celia.

 

Someone says your name in the future

And people fill an empty house,

All of them seated at the table.

 

You will have forgotten it,

it was happiness that sowed this pain,

it was happiness like a storm

above an empty glass.

 

When fear and desperation come,

and all the cherries have fallen in the mud,

and the seagulls scream

the impossible oblivion of a wounded woman

who feels that going forward is being more alone. . .

 

If all this happens

remember how the rain

turns into a tree

and the way the waves

are the end of the river and the beginning of the sea.

 

You don’t know the sea, nor the mud, nor the trees,

yet you are a wood where a river flows.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

CELIA

A Celia, nacida hoy

 

No conoces la lluvia ni los árboles,

pero ya eres un bosque.

 

Hoy que comienza el mundo para ti,

que se pueblan tus ojos con el mar,

que todos te reciben como en una estación

donde se espera siempre,

que es principio y asombro,

mapas que no aseguran un lugar donde ir.

 

Hoy que el mundo comienza,

tristeza inadvertida,

eres el tiempo limpio,

el olor a madera y el silencio,

las preguntas sin sombras

y el amor sin orgullo

del que ha perdido todo.

 

Es esa mi certeza,

las olas, el océano,

tu risa que es un pájaro.

 

Has traído el murmullo de un recuerdo,

los pies pequeños, como pequeño

es el rastro de nieve que has dejado

en las horas de enero.

 

Cómo será la vida cuando crezca en tus manos

con la fragilidad de las buenas noticias,

como un pez que se escurre para volver al río.

 

Una tarde cualquiera,

con la misma sorpresa que un amor,

vas a sentir la brisa que ha tocado los árboles

con su cansancio antiguo.

 

Hay veces que es rugosa y escuece como un fósforo

cuando enciende un recuerdo…

 

Tus manos brillan,

no hay sombras ni puñales,

puedo ver los cometas

arañando la noche

como un barco que zarpa y se adentra en la niebla.

 

La vida es una casa donde habita un extraño,

un jardín del pasado al que no volverás,

una orilla que buscas con miedo a los fantasmas.

Pero también la vida

es una luz detrás de una ventana

cuando la oscuridad

ocupa cada hueco y cada continente.

 

Esta noche es oscura,

el tren busca unos brazos

que están al otro lado de las horas.

 

Mientras, pienso en el modo de decirte

que los sueños son parte de nosotros

como un embarcadero es un viaje.

 

Porque ya eres un bosque,

y hay delfines, y lagos, y montañas,

y amores imposibles

que se llamarán Celia.

 

Alguien dice tu nombre en el futuro

y se llena de gente una casa vacía,

todos se sientan a la mesa.

Ya lo habrás olvidado,

fue la felicidad quien sembró este dolor,

fue la felicidad igual que una tormenta

sobre un vaso vacío.

 

Cuando lleguen el miedo y la desesperanza,

y todas las cerezas hayan caído al barro,

y las gaviotas griten

el olvido imposible de una mujer herida

que siente que avanzar es quedarse más sola…

 

Si todo esto sucede

recuerda la manera en que la lluvia

se convierte en un árbol

y el modo en que las olas

son el final del agua y el principio del mar.

 

No conoces el mar, ni el barro, ni los árboles,

pero ya eres un bosque por el que pasa un río.

 

 

(De La insistencia del daño, 2014)

 

 

 

 

THE FALL

 A mi madre

 

Do you remember how pelicans die?

Beneath the afternoon sun

that beats on the Pacific coast

the water swallows them up like lead.

 

Nothing can save them.

 

There is so much dignity in the void,

so much love in their flights,

that at the last moment they choose silence.

All that’s left is

the thud of their bodies against the water

like an imperceptible sound of the wind.

 

From this room you can’t look out upon the sea,

there are no rocky outcrops and no horizon remains

that they haven’t destroyed.

 

It doesn’t matter,

you sense a sound in this dark night,

you can touch his arm.

 

You’ll remember then, feeling the cold,

that in autumn that sea that you love so much

turns grey and leaves

the names from the past written in the sand.

You have sat down to look at them.

Before you,

coiling up the horizon,

a boy slips beneath the waves.

The east wind, so warm and perfect,

betrays him and forces him under.

 

You have come to save me.

 

Your arms,

so fragile now,

surround my nine-year-old body

until reaching the shore.

 

It’s true,

from this room you can’t look out upon the sea

but my hands tremble just the same as on that afternoon. Now i grasp yours,

feel how i love you,

how you save me from my fear with your looks,

how you hold my life tightly in your fingers.

 

Cast aside your body,

you have struck your face against the water so much

that the light has shattered.

 

There are no stars beneath the ocean.

 

Open your eyes,

death is so blind that fear confuses you.

Open your eyes,

look for me now in the middle of this ocean,

i’m going to hold you firmly in my arms,

feel how i hold you tight,

let’s search for our shore,

the sea hasn’t traced out our names,

it’s today, we aren’t the past,

our sweat is salty,

it’s the sea foam against the rocks

this fear on your lips.

 

Life awaits us.

 

 

 

 

LA CAÍDA

A mi madre

 

 

¿Recuerdas cómo mueren los pelícanos?

Bajo el sol de la tarde

que golpea la costa del Pacífico

el agua los engulle como al plomo.

 

Nada puede salvarlos.

 

Hay tanta dignidad en el vacío,

tanto amor en sus vuelos,

que en el último instante escogen el silencio.

Sólo queda

el golpe de sus cuerpos contra el agua

como un rumor de viento imperceptible.

 

Desde esta habitación no puede verse el mar,

no existen altas rocas y no queda horizonte

que no hayan destruido.

 

No importa,

intuyes un rumor en esta noche negra,

puedes tocar su brazo.

 

Recordarás entonces, al percibir el frío,

que en otoño ese mar que tanto amas

se vuelve gris y deja

los nombres del pasado escritos en la arena.

 

Te has sentado a mirarlos.

 

Frente a ti,

torciendo el horizonte,

un niño se sumerge entre las olas.

El levante, tan cálido y perfecto,

lo traiciona y lo empuja.

 

Has venido a salvarme.

 

Tus brazos,

tan frágiles ahora,

cubren el cuerpo de mis nueve años

hasta tocar la orilla.

 

Es cierto,

desde esta habitación no puede verse el mar

pero tiemblan mis manos igual que aquella tarde.

Ahora cojo las tuyas,

siente cómo te amo,

cómo salvas mi miedo con tus gestos,

cómo tienes la vida sujeta entre los dedos.

 

Deja a un lado la carne,

has golpeado tanto tu rostro contra el agua

que la luz se ha quebrado.

 

No hay estrellas debajo del océano.

 

Abre los ojos,

es tan ciega la muerte que el temor te confunde.

Abre los ojos,

búscame ahora en medio de este océano,

voy a agarrarte fuerte con mis brazos,

siente cómo te aprieto,

busquemos nuestra orilla,

el mar no ha dibujado nuestros nombres,

es hoy, no somos el pasado,

es salado el sudor,

es la espuma del mar contra las rocas

este miedo en tus labios.

 

Nos espera la vida.

 

(De Los ojos del pelícano, 2010)

 

 

 

HARM

 

We found out afterwards,

no time for anything.

 

Because maybe life gave us everything in the beginning

and we keep on seeking

a road that leads there

a handful of dust

with sufficient balance

not to turn into

air or a mountain.

 

Because maybe life did not belong to us

and it went about consuming itself

like all the things we thought were ours

and they are part of the harm

that draws the lines of history

razing cities with their walls.

 

And had we known

we would have folded our hands

or looked the other way.

 

And had we known

we would have bitten our lips

bleeding through love

to make our wounds visible,

or we would have prayed,

or given up everything to remain still

and not to cross the  days of agony.

 

It’s all so huge it won’t fit into weeping

and grief observes us from without.

 

We found out afterwards,

there’s no nostalgia greater than hope for the future.

 

 

EL DAÑO

 

Lo supimos después,

sin tiempo para nada.

 

Porque tal vez la vida nos dio todo al principio

y seguimos buscando

un camino que lleve a ese lugar,

un puñado de polvo

que guarde el equilibrio suficiente

para no convertirse

en aire o en montaña.

 

Porque tal vez la vida no nos perteneció

y se fue consumiendo

como todas las cosas que hemos creído nuestras

y son parte del daño

que dibuja las líneas de la historia

derribando ciudades con sus muros.

 

Y de haberlo sabido

habríamos juntado nuestras manos

o mirado a otra parte.

 

Y de haberlo sabido,

habríamos mordido nuestros labios

sangrando en el amor

para dejar visibles las heridas,

o habríamos rezado,

o renunciado a todo para quedarnos quietos

y no cruzar los días que agonizan.

 

Es todo tan inmenso que no cabe en el llanto

y el dolor nos observa desde fuera.

 

Lo supimos después,

no hay nostalgia más grande que aquella del futuro.

 

 

 

the gambler

 

 

We gamble with our lives, heads or tails.

I know you won’t like it,

but we haven’t figured out

what matters,

what it all means,

where nada lurks

not always present

but in everything.

 

Don’t start complaining,

your fingers have felt through this darkness

touching the walls.

 

You have the coin in your hands

and it won’t be chance that lets it slip

nor luck its impulse.

 

Right now you hold the coming days

And you fling them

and sadness

floats through the air

turning with the vertigo

of what could have been

another life with you.

 

 

El jugador

 

Nos jugamos la vida a cara o cruz.
Sé que no va a gustarte,
pero no hemos logrado responder
por qué vale la pena,
qué significa todo,
dónde espera la nada
que está menos presente
pero en todas las cosas.

No vayas a quejarte,
por esta oscuridad han pasado tus dedos
palpando las paredes.

Ya tienes la moneda entre las manos
y no será el azar quien la deslice
ni la suerte su impulso.

Hoy sujetas los días que vendrán
y los lanzas
y flota
la tristeza en el aire
girando con el vértigo
de lo que pudo ser
otra vida contigo.

 

 

 

 

(PLAYA DE SAN CRISTÓBAL)

 

You can look at the world through my grief.

 

There are your bodies,

the summer keys jingling in your pockets,

someone knocks at the door,

a boy’s leap in his pride,

as well as the scar of his exhaustion,

rocks that lead into the water.

 

I don’t know how to forget

and now I’m going to tell you what I think of you,

right now

now that I no longer know you

because in my apathy you are only a memory

cut out of the dark.

 

I dreamed of you again,

you retreat a bit more into time,

I can’t follow you anymore,

I have only the memory,

I have looked at your body so many times,

so many times the wit and the impatience,

the shape of your hands,

the end of the hall,

the sound of the doorbell

but it’s never you,

surely I no longer know you,

because in my apathy you are only a memory,

the mystery of a man facing his own pain.

 

Something is going to happen,

something that hasn’t happened yet,

maybe it will be love

or maybe oblivion,

that shadow advancing over the world…

 

I cannot imagine an abandoned sea.

 

 

 

Librería

También puedes leer