Apuntes para una literatura ancilar: La tradición galaico-portuguesa

En esta nueva entrega de Apuntes para una literatura ancilar, Mario Bojórquez nos conduce por el gran caudal de la tradición galaico-portuguesa, abriendo camino por los manuscritos, los distintos tipos de cantigas y poetas, para reconocer orígenes y presente del galaico-portugués en sus traducciones y sus apuntes históricos.

 

 

 

 

 

 

 

La Lengua

 

Se dijo que era la lengua de la poesía, reyes y mendigos cruzaban la península para aprender el arte, y aún de más allá de los Pirineos llegaban los trovadores a intercambiar palabras y conceptos. Hoy se ha convertido en dos lenguas muy cercanas: el galego y el portugués, con variaciones mínimas en la grafía y en la pronunciación, en la frontera de Tui con Valença do Minho, esas diferencias se adelgazan. Cuatro periodos históricos marcan su escuela, cada uno de ellos custodiado por una corte, la primera inicia con Afonso III el Boloñés, en 1196, la de Afonso X de Castilla y de León, la de Dom Dinis de Portugal, aquel rey señalado en la Comedia como el más avaro de la tierra, y concluye con la muerte de su hijo Dom Pedro Conde de Barcelos en 1354. El primer periodo, llamado preafonsino, establece algunas de sus características peculiares, como son las de componer letra, música y baile al mismo tiempo y el uso de la voz femenina. En el afonsino se trabaja con corporaciones poéticas encargadas de desarrollar temas específicos, como son las Cantigas de Santa María, atribuidas al propio rey. Con Dom Dinis se inicia la época del esplendor lírico, en el periodo dionisiaco, se da la asimilación de las tesis occitanas sobre el amor cortés y la definición del canon poético. Dom Dinis, conocido también como O Pai, por haber ejercido el derecho de pernada durante más de cuarenta años, llego a escribir 137 cantigas, por lo cual es reconocido como el más prolífico autor de la escuela galaico-portuguesa, el periodo posdionisiaco es un tiempo de decadencia, Dom Pedro de Barcelos y Afonso Sanches, los dos poetas y bastardos de Dom Dinis, entran en guerra con el hijo legítimo del rey, que tomará el poder con el nombre de Afonso IV. La lengua galaico-portuguesa adquiere el estatus de lengua para la poesía al redactarse las Cantigas de Santa María, bajo las órdenes de un rey que hablaba castellano y que escribió otros libros de temas diversos en esa misma lengua, reservando pues para el canto la dulce lengua occidental.

 

Los Orígenes

 

Son tres las tesis principales, la primera habla de una tradición popular de cantares  domésticos, como son las canciones de cuna (de berço), y las de velar (aquellas cantadas por operarios nocturnos para mantenerse despiertos), esta tesis folclórica se mezcla con una segunda, recién descubierta a mediados del siglo XX, la de la tradición  mozárabe o de las jarchas, con la cual comparte elementos característicos, como son el uso de la voz femenina fingida, y la relación entre el personaje del habibi y el amigo:

 

Ai! Garid vos iermanelas

Com comtener a meu mali

Sin el habib non vivreyu

Ad volarei demandari.

 

La tercera establece el parentesco occitano, sin duda muchos de los conceptos sobre el amor cortés, están retrabajados por la lírica peninsular, sin embargo su introducción más marcada  se da en el periodo dionisiaco, y mucho menos en los anteriores, Dom Dinis recibió  su educación de maestros franceses y conoció desde pequeño la lengua de oc y la de oïl, su casamiento con una princesa de Aragón, donde se hablaban estas lenguas viene a confirmar su introducción en un tiempo posterior, de cualquier modo, será el Camino de Santiago una ruta natural para el desarrollo de nuevas técnicas y temas.

 

Los Manuscritos

 

En Santiago de Compostela hay una librería maravillosa, O Couceiro, especializada en textos galaico-portugueses, donde me fue dado conocer  una edición muy bella de las cantigas,  la cual es presentada modestamente como el corpus completo de la lírica profana galego-portuguesa, entiendo que también hay una edición para la lírica religiosa. En este trabajo se reunen 1680 cantigas de más de 150 poetas, lo que constituye  el legado de esa época, a través de algunos manuscritos conservados, entre los que destacan el Cancioneiro de Ajuda, en la Biblioteca Nacional de Lisboa y que contiene 310 cantigas de amor de poetas anteriores al periodo dionisiaco; Cancioneiro da Biblioteca Nacional de Lisboa (antiguo manuscrito Colocci-Brancuti), que reúne 1647 poemas e incluye un incompleto Arte de Trovar; Cancioneiro da Vaticana, en Roma, con 1200 cantigas; Cancioneiro de Berkeley, aún no estudiado; Pergamino Vindel, que contiene las siete cantigas de Martín Codax con notación musical; Dos versiones de la tençó entre Afonso Sanches y Vasco Martins de Resende en la Biblioteca Municipal de Porto y la Biblioteca Nacional de Madrid; Cinco Lais de Bretaña, en la Biblioteca vaticana y por último la Tavola Colocciana que es una relación de autores de un cancionero perdido. En cuanto a la lírica religiosa se conservan cuatro manuscritos: el de Firenze, el de la Biblioteca nacional de Madrid y dos en el Escorial con 420 cantigas de Santa María, escritas en la corte de Afonso X.

 

Los Poetas

 

Existe una clasificación detallada de los tipos de poetas que actuaron en ese tiempo, estudios posteriores definen en algunos casos con claridad, una biografía fundada en documentos de la corte y querellas sobre tierras y heredades, para el caso de los xograles es de mayor complejidad asegurar datos ya que sólo se les conoce por el nombre de pila. El primero en importancia es el Trovador, que es por lo general compositor de letra y música, perteneciente a la alta nobleza o al clero. En torno a las cortes reales se reunían estos poetas para ejercitar el verso en compañía de sus pares, famoso es el claustro de Dom Dinis en Alcobaça, donde se daban lecturas y representaciones de poesía en ciertas temporadas del año. Existen varios tipos de Xograles, los cuales pertenecían a las clases bajas  y viajaban de un pueblo a otro representando espectáculos poéticos. El Xogral Bufón, además del canto ofrecía una actuación cómica salpicada de bromas de gran contenido erótico, su especialidad  las cantigas de escarneo e maldizer. El Xogral Intérprete trabajaba para algún Trovador, representando sus cantigas a diversos grupos sociales. El Xogral Compositor, en muchas ocasiones con mayor talento que algunos Trovadores, era bien recibido en las cortes, aunque prefiriera la vida libre. Existe un tipo intermedio entre el Xogral y el Trovador llamado Segrel y que usualmente era el escudero de algún Trovador, lo que le permitía tener acceso a ciertas ventajas propias de su servicio y sobre todo al favor del patrón. El Menestrel es una figura tardía del siglo XIV. La Soldadeira es una suerte de Xogralesa, que domina algún instrumento musical, baila y canta, no se conservan de ellas sino referencias en alguna cantiga donde se menciona su dudosa moralidad.

 

Como morreu quen nunca ben

ouve da ren que mais amou,

e que(n) viu cuanto reçeou

d’ela e foi morto poren:

ay, mia sennor, assi moir’eu!

Como morreu quen foi amar

quen lle nunca quis ben fazer,

e de que lle fez Deus veer

de que foi morto con pesar:

ay, mia sennor, assi moir’eu!

Com’ome  que ensandeçeu,

sennor, con gran pesar que viu

e non foi ledo nen dormiu

depois, mia sennor, e morreu:

ay, mia sennor, assi moir’eu!

Como morreu quen amou tal

dona que lle nunca fez ben,

e quen a viu levar a quen

a non valia, nen a val:

ay, mia sennor, assi moir’eu!

 Paay Soarez de Taveiros

 

 

 

 

 

Como murió sin un bien

nada, de quién más amó

y que de ella receló

muriendo por su desdén:

Señora, ¡Así muero yo!

Como murió quién fue a amar

a la que bien no le quiso

y de quién Dios ver le hizo

que moriría de pesar:

Señora, ¡Así muero yo!

Como aquél que enloqueció

señora, con gran pesar

sin el dormir y el soñar

después, señora y murió:

Señora ¡Así muero yo!

Como murió aquél que amó

dama que no le hizo bien

a la que ha llevado quién

no la valía ni guardó:

Señora, ¡Así muero yo!

 Traducción del galaico-portugués de Mario Bojórquez

 

 

Esta cantiga fez Pero Velho de Taveiros e Paay Soarez, seu irmaão, a duas donzellas muy fremosas e filhas d’algo a(s)saz que andavan en cas dona Mayor, molher de dom Rodrigo Gomez de Trastamar. E diz que se semelhava huã da outra tanto que adur poderia homen estremar huã da outra; e seendo ambas huu dia folgando per huã sesta en huu pomar, entrou Pero Velho de sospeita, falando con ellas. Chego o porteiro e levantou-o end’a grandes empuxadas, e o trouve-o muy mal.

 

—Vi eu donas encelado

que ja sempre servirei

por que ando namorado;

pero no vo-las direi

com pavor que d’elas ei:

as(s)I mh-an lá castigado!

—Vós que es(s)as donas vistes,

falaron-vos rem d’amor?

Dizede, se as con(ho)cistes,

Qual d’elas é (a) melhor?

Non fostes conhecedor,

Quando as non depar(ti)stes.

—Anbas eran-nas melhores

que omem pode cousir:

brancas eran come flores;

mais, por vos eu non mentir,

non-nas pudi departir:

tanto sam bõas sen(h)ores!

—Ali perdeste-lo siso

quando as fostes veer,

ca no falar e no riso

poderades conhec(er)

qual á melhor parecer,

mais fali(u)-vos i o viso.

 Pero Velho de Taveiros y Paay Soarez de Taveiros

 

 

Esta cantiga la hizo Pero Velho de Taveiros y Paay Soarez, su hermano, a dos doncellas hidalgas y muy hermosas que visitaban la casa de doña Mayor, mujer de don Rodrigo Gomez de Trastamar. Y dice que se parecían tanto la una a la otra que nadie podría asegurar cual era cada una y estando un día tomando la siesta en un pomar, entró Pero Velho de improviso y les habló. Llegó un guardia y lo sacó a empujones, haciéndolo quedar muy mal delante de ellas.

 

 

—Vi yo damas en cuidado

que ya siempre serviré

porque hasta ando enamorado

pero no te las diré

por temor que de ellas he.

Así es que me han castigado.

—Desde que esas damas viste

¿te hablaron algo de amor?

Dime, si las conociste

¿cual de ellas es la mejor?

No fuiste conocedor

Cuando no las distinguiste.

—Ambas eran las mejores

que hombre pueda descubrir

blancas eran como flores

pero para no mentir

no las pude distinguir.

Son en todo superiores.

—Te perdió tu corazón

cuando las fuiste(s) a ver

hablar y reír que son

virtudes por conocer

para mejor parecer

mas te falló la razón.

Traducción del galaico-portugués de Mario Bojórquez

 

 

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