Poesía joven de Argentina: Tuti Curani

Presentamos algunos poemas de Tuti Curani (Argentina, 1990). Ha publicado los libros de poesía La promesa del verano intacta (Desde un tacho ediciones, 2016), El futuro ya no es lo que quería (Fadel & Fadel, 2016) y la plaqueta Leer de espaldas (Ludwig ediciones, 2014).

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Mi necesidark

 

me dijiste vos sabés

cuál es tu urgencia

pero mi necesidad cambia de una tarde a otra

ganar plata o perder

o no ganar plata

estar

en negro o blanco

ser un número una letra o un color

o querer el tornasol y lo brillante

o agarrar ese trabajo

que me ofrecieron pero que

no me gusta ni en la idea

pasa que

para mudarme sola

sería un comienzo

igual

mi necesidad cambia de una tarde a otra

tengo arranques en los que

pienso que me tengo que ir

de esta casa

que ya a esta edad

no es mía

no sé cuándo cambió

esa categoría

cuándo mi casa se volvió

la casa de mi mamá

mientras

papá me pasa búsquedas laborales ridículas

me presiona para que

yo le diga

‘está bien

esa platita no me la pasés más’

pero no

no lo pienso hacer

papá esa platita paga

ni la mitad de la heladera yo

sigo siendo simpática para que

mamá no tenga que tener

un cuarto trabajo

para que

no se angustie más o al menos se

compre esa remera que le gusta

que le va a hacer bien no sentirse miserable

y deje de tener

esas cosas tan viejas tan usadas

tan de otra vida

tan de ese tiempo que

le hacen acordar a cuando ella era

una sombra al lado tuyo

igual

mi necesidad cambia de una tarde a otra

a veces

me arrepiento de no haber

intentado entrar en el rubro antes

en la carrera

pero acá a pura clase media

mi urgencia era otra

tuve que tener trabajos horribles medio tiempo

vivir acá era

eso o no

recibirme nunca

era eso o

trabajar ocho nueve diez horas

para pagar un alquiler

y hacer más de mal humor todavía

cada entrega de

esta carrera que

me llevó acá

ahora estoy en

un estado medio raro

o no sé

si es todo el desamor

la violencia de ser persona

o el cambio de gobierno que

nos tiene tan azules igual

yo ya estaba mal de antes

siempre que me acuerdo de mí

soy yo tratando de algo

igual

mi necesidad cambia de una tarde a otra

no sabés lo difícil que

es escribir sin que

parezca un vómito biográfico

pero no

acá no estoy

pensando sólo en mí

estoy contagiada

de mis amigas y por las cosas

que leo en los diarios

y por mis amigos y las multitudes anónimas

igual

mi necesidad cambia de una tarde a otra

si escribo sobre la ansiedad

no puedo evitar sentirla

ahora que de nuevo

apagué el celular

dos días

porque no podía

seguir rebotando en esa manía idiota de revisar

cada dos horas los mensajes

esperando un sintomita de promesa

que me saque del tedio un rato

o no me haga poner nerviosa

igual

yo ya estaba mal de antes

siempre que me acuerdo de mi

soy yo tratando de algo

mi necesidad cambia de una tarde a otra
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Feriado

 

Ayer miramos fotolog desde un celular en la calle

y me di cuenta que ya pasaron diez años

de la foto sobre la que hice clic

que esa chica soy yo pero a la vez nada que ver

ayer

también sentí

que era rica

algo simple

seguramente cursi

pero se realzó el valor

de estar haciendo lo que quiero

cosas así

no pasan todo el tiempo

como elegir bien qué hacer

o con quien juntarse

y lo malo

no tengo ganas de nombrarlo

está latente abajo de todo

al lado y alrededor

 

Creo que escribimos

poemas porque no podemos

parar de procesar

cuestionar

ficcionalizar los sentimientos

y atravesarlos como rompiendo vidrios

o caminar despacio

para eso están la variedad y los matices

 

Anoche en un momento

vi a mis amigos con ojos de gol

me guardé ese foto en la cabeza

y ahora que me duele un poco el cuerpo

que quizás

muy probablemente

todavía tenga resaca

quiero reinvidicar todo esto

que también es importante

igual

nada

como te escribí en ese mensaje

en un rato salgo a tomar aire

y le presto atención a otras cosas
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Kokeshi

 

Quiero

estar mirando al otro lado

y que pases

a toda velocidad

bordeando la plaza

fingiendo

un poco

que no nos vimos

porque así el hola

va a ser más emocionante

como perderse en aeropuertos

o recitales

Me gustaría además

apagar mi celular por dos días

y no permitir que nuestro miedo

nos deje cancelar

a último momento

No quiero

que pienses que

cambié un lío por otro

es que tu forma del caos

es mucho mejor

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Tumba y furor

 

Como en un viaje de culto

necesito creer en algo

pegarme fotos tuyas en la cara

y en la violencia del fin de semana

abandonarte en la última sombra

¿De quién me aferro cuando todo se pone negro?

Invoco en el final de esta taza de té

a nosotros las manchas

cuando no dormir era el deporte

y ahora

que ya aprendí a pintarme

del color de la muerte

que es tu barrio

capaz reste decir

que no quiero ser de ningún lado

y algunos de mis colectivos pasan cerca de tu cementerio.

No voy a pensar en la acumulación

este ocultismo es bastante espeso

y todo fue hace tanto tiempo que seguro ya sí

se terminó la rehabilitación emocional

pero en la retina quedaron pegados unos sueños

que no eran para mí

y todavía tengo que volver

para decirte que me voy

y que al final nunca estuve.

Peino mi pelo con un cuchillo

que cae suave sobre la alfombra

el vestido de ceniza

que me regalaste vos

se fundió con el agua de la bañadera

no me dijiste que no éramos

ignífugos no impermeables

que no éramos algo

que me pudiera poner y sacar al antojo

sin consecuencias

pero que me queden bien estos descubrimientos

desacomodarme entre todas mis cosas

con un tiempo intenso

a cuentagotas

y aunque aún esté sentada en el borde de muchas cosas

Voy a convertirme al primer tren

que pueda sacarme.

Cuando intenté soñarte y me perdí

desde lejos escuché que me llamaban otros

de ciudades diferentes

un auto pasa por el puente del caos

y embriagada de sobriedad

me doy cuenta

que se secó el encanto

de todo lo que tiene todo

lo que ya no es novedad.

Y si como dice esta tarjeta

la memoria no contiene más imágenes

mejor me voy

pero no podría hacer eso

sin recordarte antes

que no todo es autorreferencial

también puedo hablar de vos

en primera persona.

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Méxica

En una cama prestada en Guadalajara

acostada y apenas iluminada por la luz

de un cielo encapotado por la temporada de lluvias

que entra entre las cortinas de gual bordó

recibo un mensaje de Gael que dice

haber terminado su próximo libro

y me pregunta qué tal todo

y me dice disfrutá y escribí mucho

yo le contesto ya no escribo

estoy absorbiéndolo todo subida a otro ritmo.

Pero entonces pienso

que lo que más me gusta es dejar pasar las cosas

y ponerlas también a existir

y al texto que se escribe con la cabeza sola

trato de apenas escucharlo porque me ofusca

la sensación de inmediatez del presente.

Prefiero yo

el gusto de la cosa recordada

tiempo después y así convertida

en algo diferente.

Pienso también en las personas

a las que pude querer pero

las cosas

las cosas se arruinaron antes

porque no nos quisimos esforzar

o porque al final no nos gustábamos tanto

o porque nos gustamos mucho muy rápido y muy fuerte

y entonces el miedo.

O que

en realidad

a mí el amor me da pereza

y a mi corazón blando

frialdad admitirlo.

Pero la verdad

lo cierto es que

en estas tierras

tan lejos de las mías

y tan hermanas sin embargo

lo que me ocupa el pensamiento

no es el desamor ni el repaso recalculado

de las relaciones en su fallido intento

sino los mil estímulos distintos

que no entran en las palabras todavía

porque no son aún recuerdo

y acá por algún misterio el tiempo

es mucho más largo

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¿Cómo hicieron?

 

 

Artista es una palabra sin género

recién me doy cuenta

y también pensé

que eso no pasa con

por ejemplo

la palabra escritor

o poeta.

Artistas

¿cómo hicieron?

(reproducimos

la división

de hace siglos)

En fin

el experimento de estos días

está por terminarse.

En este tiempo aprendí

uno

detecto rápido

a quienes fuman cigarrillos

y ese olor

me da náuseas.

Dos

después de la hora siete

cada minuto

dura el doble.

Tres

en las diferentes

estaciones de radio

pasan

más o menos

las mismas canciones

hace quince años.

Cuatro

puedo aguantar

muchísimo tiempo sentada

porque si me paro

me dan ganas

de salir corriendo.

Cinco

elijo evitar la charla mundana

si me dicen qué lindo día

contesto sí

o ‘ah mirá’

y bajo la vista hacia el libro

además me parece

de mal gusto

hablar del sol

mientras el otro está

atrapado en la sombra

de cualquier trabajo.

Seis

pasar una consulta por posnet

puede demorar

entre 10 y 30 segundos

pero si te están mirando fijo

el pensamiento mágico

logra apurar el trámite.

Siete

sigo siendo

eficiente para el multitasking

pero cuando llego a casa

tengo

la mente interferida

por un ruido blanco.

Ocho

comunicarte con tus amigos

usando el celular

es un pequeño acto sútil

de resistencia

aunque a la vez

cada mensaje

active la ansiedad

de esperar una respuesta.

Nueve

el deseo que se entierra

en esa impaciencia

no es más que tu lado

indomable

diciendo a pataleos

‘ya estamos listos

para otras cosas’

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Todo lo que no tendría que haber pasado pero pasa todo el tiempo

 

el desequilibrio se libra

a elegir los mejores momentos

para destruir cualquier rayito de paz

construida con tanta paciencia en el encierro

 

si salir es volver a entrar

todas las veces

a un estado de ánimo insoportable

prefiero exiliarme

 

ayer

mientras trataba de no escuchar más

el discurso agotado

lastimé mis nudillos

golpeando la puerta

de una fiesta falsa

en la que no quería estar ni en la sombra

y hoy me levanté con el codo sangrando

culpa de andar defendiéndome el cuerpo

de la estúpidez ajena

 

la violencia también es un chico

que parece tranquilo

pero te hace cargar

con sus pesadillas

 

yo

no

puedo

cargar

con tus pesadillas

 

¿estás bien?

no

pero me la estoy bancando

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Datos vitales

Tuti Curani nació en 1990 en Capital Federal, Argentina. Se graduó en Diseño de Indumentaria de la Universidad de Buenos Aires. Tiene publicados los libros de poesía La promesa del verano intacta (Desde un tacho ediciones, 2016), El futuro ya no es lo que quería (Fadel & Fadel, 2016) y la plaqueta Leer de espaldas (Ludwig ediciones, 2014). Cofundó junto a Enzo Campos Cordoba y Deni Rodríguez Ballejo, el ciclo de música y poesía Club del Quiebre, que se realizó entre 2014 y 2016, llegando a hacer 18 fechas. Dirige dos proyectos editoriales, Pánico Universo (desde 2012) y Bbcráneo Ediciones, con los que ha participado en varias ferias, este año en Paper Works, en CDMX. Saca fotos y ha formado parte de distintas muestras, siendo la más reciente, La tierra prometida, un proyecto de investigación junto a Federico Paladino que se exhibió en el stand de Convoi Galería en la feria BA Photo. Realiza bordados a mano bajo el nombre de High Reo. Escribe y publica periódicamente en el blog elcuartodelpasillo.tumblr.com

 

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