Presentamos una selección de la galería fotográfica del Encuentro Internacional de Poesía CDMX 2016 organizado por Círculo de Poesía y Valparaíso México en dos sedes: en la Ciudad de México, con el patrocinio de la Secretaría de Cultura de la ciudad y en Puebla dentro del marco del Congreso Internacional de Poesía y Poética de la BUAP. El trabajo fotográfico es de Kandy Isla Ortiz.
PRESENTACIÓN
Nueva Biblioteca Hispánica | Valparaíso México-Círculo de Poesía
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O negativo
A Pedro Montealegre, In Memoriam
Poetiloca muscuflora rimbomvérgica,
retablista del sexo broadcasteado,
orgiástica saltimbanqui y poetisida,
remáchame de versos y esteroides,
conjúrame la carne que se asienta,
enséñame a deletrear Antofagasta
sin que Ibáñez nos jale de los pelos
abajeños, cresposos, bocaamantes.
Ni pobre, humana prosa, ni alopécica,
la tuya más bien es me voy, me vengo,
chaquetera y ridícula, excelsa y cuaternaria,
exiliada, ida y vuelta, de cordel y timpánica,
fermento de boundage y el S/M,
forzoso aterrizaje sin laureles ni espanto,
calavera que entierra con el bíceps poético
a la fuerza en la tumba de la democración,
rechifla pluralista en fáunico congreso,
decisiones erradas, como el bulto en calzón.
Puñístico que entras ano, trioísta
legítimo, suspensorio del tiempo,
especulador de indecencias y sexshopes,
vena salida de remarle tanto,
sangre ponzoña de negadas fallas,
cazador de dildoposas, arrojado del templo,
niño perdido para no estar en gracia,
“a veces ser feliz sólo es no serlo”,
lubrica más tu pluma
que tu ganso.
INVERSA MEMORIA (Valparaíso-Círculo de Poesía, 2016)
César Cañedo
Historia familiar
Érase un árbol y mi familia,
era una leyenda de bosques con diez soles
arriba, que ardían en la noche. La abuela
no podía dormir, así que cada noche
daba a luz un hijo
hasta que no quedaran hojas para
alimentarlos. Enloquecido, el abuelo perseguía los soles
y disparaba a nueve de ellos, dejando uno
en el aire, para que contase la historia.
Érase una historia y el sol
bajó por un tronco y subió
en la mañana, para ver a mi abuela,
la mujer echada ahí como una montaña.
El abuelo enfureció y trató de matar
al último sol, pero sufrió un golpe de trueno
y murió. Se rompió el cielo, lloviendo
tristísimo en su duelo por diez mil años.
Todos los hijos ahogados subieron
a la superficie como nenúfares. La abuela
subió tan alto que remendó el cielo
tapando el roto. El sol amaneció, siguiéndola,
observándola con su ojo amarillo
durante cinco mil años, día y
noche brillando en la distancia.
La abuela se aburría. Ella moldeó arcilla
para hacer humanos con rostros soleados y con ojos
de estrellas germinando por doquier, arriba y abajo.
Uno de ellos era mi padre
en la China Tang, un bastardo
con muchos nombres. Era el borracho de Li Po
cantando a una luna imaginada.
Era el triste de Tu Fu lamentando el polvo.
Érase un Li Po y no había luna
en absoluto. Imaginó una y un barco
blanco apareció. Érase un Tu Fu
y no había ningún río. Pintó uno
y el Río Amarillo empezó a fluir
en la tierra central. Pintó otra vez
y el Yangtze comenzó a cruzar el cielo.
Todos los ríos antiguos, arriba y abajo,
a un adiós de su mano corrieron hacia el Este,
hasta el viento y los juncos ondeaban
en una sola dirección. Por hastío cortó la tierra
en campos cuadrados y cultivó arroz.
Érase un arrozal y mi madre
bajaba por una escalera celeste, con flores de jazmín
centelleando sobre ella. Mi padre intentó acercarse
pero sin saber seguro qué nombre
utilizar. Dudaba. Mamá bajó a pie,
con un largo vestido de hojas
que seguía el rastro de la luna, mil años
de estar sin nombre. Extendió
la mano, tan pálida, y tocó a
mi padre —nunca lo conocí —que se murió
en cuanto lo tocó mi madre.
Y volvió a ser una piedra, inmortal.
Érase una piedra y la gente se aparea
con sólo tocarse las manos o mirarse
a los ojos. Nací de esta mujer
que viene de la Luna —ella extendió la mano,
me prendió, un crisantemo, tan salvaje
como lo salvaje —abrí mis ojos terrestres
y la vi en mi propia luz
subiendo de vuelta a las frías alturas.
Mi nombre es Sol-Luna en memoria
de una luz de dos piedras distantes
que se resisten una a la otra, negando el amor.
Llego a un nuevo país y
veo las lápidas de mis padres
por todas partes, mi sombra en el cielo.
En la noche, mi madre
también aparece ahí. Es abril,
el cielo es bajo y puedo sentir
su respiración, pero no puedo verme a mí misma,
mis pétalos amarillos. Escribo la palabra
Sol, y ahí viene un Sol
de mi color. Escribo la palabra Luna,
y ahí viene una Luna de mi ancestro
solitario. Mi lenguaje de oráculo,
mis palabras pictográficas —doy algunas
a América. Sucede un milagro—
cada flor de cada árbol abre
sus ojos y parece ver a mis padres,
mis padres en mí—viven
en mi piel. Érase mi piel
y hay una sombra. Érase una sombra
y hay un árbol y luego luz. Siempre hay
una sombra antes de que la luz aparezca.
Ming Di
Vacaciones de verano
No somos solo nosotros. Todos están
en sus vacaciones de verano y nos hemos
congregado en la costa cual gaviotas para traernos
de vuelta a la naturaleza, fastidiando a la población local.
Esta es la zona roja de tsunamis. La sal se endurece en
nuestro cabello y mientras regresamos de la playa
encontramos las motos acuáticas, las parrilladas,
los coches con logos plateados alzándose de
sus cofres, las bicis de niños, las bicis de los
amigos de los niños, una letanía de cosas
y la presión por poseerlas, uniéndose
para formar una ola montañosa
tan alta que empequeñece
al más seguro
de nosotros.
Luoise Wallace
Calle uno, fiat lux
Callejón Fontana.
Arriba dice «tus sueños»
(debajo de «frágil»)
y una mujer pequeña está mirando
las hojas caídas de un sauce, arremolinadas,
bailando para ella.
Tanto trabaja el amor que algunas veces
da en el blanco, piensa.
Lleva un atado de clavelinas,
apenas se mueve y la vida la roza.
Otros murieron, ella no.
Todavía no.
Algunos agitan la vida como si pasara un tren.
Para esos fue necesaria más muerte
que la de costumbre.
Para otros, en cambio,
basta con una muerte fina, tenue,
apenas más intensa que el olvido.
Más arriba dice fiat lux.
La mujer pequeña mira su mano izquierda,
deja el ramo, levanta la vista,
controla el reloj del panteón
y se aleja mirándose los pies
hacia la reja de salida.
Daniel Calabrese
wall of you & me
BECAUSE there’s nothing in this WORLD
more IMPORTANT than people
because PEOPLE are forgetting
sometimes
that they HAVE a heart
because the HEART of a heart is love
and because WE can LOVE only when we are FREE
i’m TELLING you BE free
love EVERYTHING GIVE your heart to SOMEONE
& don’t forget that
this is the ONLY world
we can SHARE together & where
WE ARE all POSSIBLE
when YOU are my world
there CANNOT be walls between US
so JUST
just
just
DON’T be
STUPID
Contigo
Porque no vive el alma entre las cosas
sino en la acción audaz de descifrarlas,
yo amo la luz hermana que alienta mis sentidos.
Mil veces he deseado averiguar quién soy.
Después de tantos nombres,
de tanta travesía hacia mi propia brújula,
podría abrazar la arena durante varios siglos.
Ver pasar el silencio y seguir abrazándola.
No está en mí la verdad, cada segundo
es un fugaz intento de atrapar lo inasible.
La verdad no está en nadie, y aún más lejos
yace de un rey que de cualquier mendigo.
Si alguien está pensando en perseguirla
no debe olvidar esto:
el fuego ha sido siempre presagio de declive
como la intensidad antesala de olvido.
Cuando mis ojos vuelvan al origen,
pido un último don.
Nada más os reclamo.
Poned en mi sepulcro las palabras.
Las que dije mil veces
y las que habría deseado decir al menos una.
Guardad en mi costado las palabras.
Las que usé para amar,
las que aprendí a lo largo del camino,
las primeras que oí de labios de mi madre.
Envolvedme entre ellas sin reparo,
no temáis por su peso.
Pero cuidad con mimo la palabra contigo.
Tratadla con respeto.
Colocadla
sobre mi corazón.
La verdad no está en nadie, pero acaso
las palabras pudieran engendrarla.
Quizá entonces aquel a quien dije contigo
y para quien contigo fue toda su costumbre,
se acostará a mi lado con ternura,
juntos en el vacío más sagrado,
cuando la eternidad toma nuestra medida,
cuando la eternidad se pronuncia contigo.
ERES (Valparaíso México-Círculo de Poesía, 2016)
Raquel Lanseros
Primeros títulos de la Nueva Biblioteca Hispánica
de venta en todas las librerías gandhi del país:
Entrega del Premio de Poesía Nuevo Siglo de Oro / New Golden Age Poetry Prize 2016 al poeta chino Duo Duo
PARA TU FELICIDAD
Habito en tu olvido.
En tu florecer, florezco.
No busco, sólo quiebro
tus sueños
y ahí
me quedo.
Digo adiós —no por siempre.
Flores emergen de los dedos de una violinista
y, junto a ellos,
espero que me extrañes.
PROMESAS. POESÍA ESCOGIDA (Valparaíso México-Círculo de Poesía, 2016)
Premio de Poesía Nuevo Siglo de Oro/ New Golden Age Poetry Prize
DUO DUO