Presentamos una muestra poética del ensayo/manifiesto Poesía de la inmersión preparada por Alejandro Rejón Huchín. Los autores se presentarán en el evento Naufragio en Marcapiel en el marco de la Feria internacional de la lectura en Yucatán los días 15 y 16 de marzo a las 11:00 hrs en el salón Uxmal 2 del centro de convenciones siglo XXI.
INTRODUCCIÓN
En una persecución, si un toro corre sobre el agua mirando fijamente la Luna ¿quién devora a quién? Lo que sabemos es que su inmersión no fue añadida o elaborada. Estará, aunque cada cosa decaiga y resurja, vigente en el desbulle de los cuerpos, porque su tiempo es una prenda entre tantas crisis solares.
No tenemos nombre, carreras o propuestas propias; solo sus motivos como nuestra solidaridad, parte de una alegría que es siempre hay que volverla a empezar.
La poesía inmersa no se compone de poetas, sino de manifestantes donde la ética es un estilo, en el placer de la no agresión, el silencio activo, la sobriedad y limpieza de recursos valientes. Manifestantes cuya afectividad es la atención: los motivos son la realidad, la historia de la empatía, el destino, el atractivo político, y nuestra voluntad cultural. Creemos en los cuerpos futuros.
Para mayor información sobre el manifiesto: https://circulodepoesia.com/2016/08/poesia-de-la-inmersion-ensayo-manifiesto/
MELISSA NUNGARAY
Melisa Nungaray (Guadalajara, Jalisco, 29 de septiembre de 1998). Es autora de los poemarios: Raíz del cielo (2005), Alba-vigía (2008), Sentencia del fuego (2011) y Travesía: Entidad del cuerpo (2014). Ha publicado en las revistas: Casiopea, Alforja, La Rueda, Reverso, Ciclo Literario, Periódico de Poesía, Punto en Línea, Punto de partida, El Humo, Papalotzi, Morbo, Voz que madura, entre otras. Está incluida en diversas antologías, entre las que destacan: Poetas parricidas (Generación entre siglos), Cuadrivio (2014), El viento y las palabras. Renovación poética de Jalisco (Autores de 1980-2000), La Zonámbula (2014) y Últimos coros para la Tierra Prometida. 40 poetas jóvenes del Estado de México, Secretaría de Educación del Estado de México (2014).
Me piden que hable, no puedo decir, no me lo permiten.
No entiendo mi lenguaje donde las aves intercambian sus picos,
corrompen sus alas y muerden sus ojos,
sigo pero siempre caigo en plumas volátiles de sangre
estampadas en la piel, se unen en las venas.
No puedo alejar lo que me hizo nacer en este siglo,
no sé como volver a este cuerpo
hay luces que me impiden entrar.
Desecho las palabras de este organismo
siguiendo el ciclo ancestral de la poesía,
que es la vida advirtiéndome de las horas
que cantan el arte de las sombras.
Tan apegada a la cueva que separa mis trozos
de brazos que aún me quedan en la tierra.
No puedo saber el principio de mis palabras,
cansada y a la vez satisfecha de mis pasos
alzo mi negra y oculta voz
y entierro mi cuerpo.
El canto
canta en mí
donde palpitan
los sentidos
de Nadie.
ALEJANDRO REJÓN
(Mérida, Yucatán, 1997). Becario del festival cultural INTERFAZ los signos en rotación ciudad de Mérida en el 2016. Ha publicado en distintas revistas tanto nacionales como extranjeras como: Círculo de poesía: revista electrónica de literatura, La raíz invertida: revista latinoamericana de poesía(Colombia), Triplo V(Portugal), Letralia(Venezuela), Letras s5(chile), de entre otras. Participó en el XVI congreso internacional de poesía y poética realizado en la BUAP. Actualmente funge como director en la revista literaria Marcapiel y es editor de contenidos en la revista círculo de poesía.
PANTEÍSMO INORGÀNICO
Los diamantes del ultramar nacen de mi dama
menstruando un tiempo que no contiene latidos,
blando como la forma atiborrada de vahos desacelerando
el fruto perpetuo de la carne en el ayuno iridiscente,
mis bronquios son un circuito de espigas
donde bebe la mujer del instante toda sombra que se yergue.
Así, los cinéticos universos solo vieron
barros de lamentos en la calefacción
bondadosa donde los labios de
pieles juntaron sus ramas atisbando
un bucólico ídolo en el agua del reposo.
ADRIÁN MENDIETA MOCTEZUMA
Adrián Mendieta Moctezuma (Tlaxcala, 1995) Incluido en la antología de cuento Sampler (Conaculta/ITC, 2014), en el poemario colectivo Un papá con ojos de lluvia (H. Ayuntamiento de Tlaxcala, 2014), coautor del libro Leyenda en letra. Relatos de Ixtacuixtla (PACMYC/ITC, 2015) y autor de Nacer del incendio (La Cosa Escrita, 2016). Textos de su autoría aparecen en diversos sitios como Catedral, Guardagujas, Molino de Letras, Punto de Partida, Círculo de Poesía, la Revista de la Universidad de México, entre otros medios impresos y electrónicos. Ha participado en diversos encuentros, coloquios y lecturas públicas. Fue becario del Festival Interfaz- ISSSTE 2015 y del PECDA (Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Tlaxcala, 2015). Actualmente Estudia la Licenciatura en Antropología en la Universidad Autónoma de Tlaxcala.
intervención
A J. Z.
l
La mirada escurre
se materializa en forma de miedo
en forma de agua
transforma el aire en piedra
una forma sencilla de describir el vacío
una palabra sin sonido
una línea que termina donde el sol se extingue
Hay en esta ciudad el silencio posterior al beso
la voz muerta posterior a la mirada
que corta
que sangra
que desfallece
habría que arrojarle miedo al miedo
sangre a los hombres para provocar ruido
habría que ser mamífero solitario
como animal que se burla de las vacilaciones ajenas
de las angustias diurnas y los rituales
habría de ser
habría
La mirada escurre sobre una línea blanca
una línea que desciende sin dirección
al sitio donde todos dirigen sus pasos
se va
me deja en el mar de palabras que no ordeno
en la esquizofrenia de mis labios
en el aprendizaje de mi derrota.
2
El cielo se desploma en mis hombros
destroza mi vista
desdibuja el camino
ciego
devoro los residuos de mi carne
el único alimento que conservo para el viaje es mi cuerpo.
3
Soy una coordenada en una ciudad sin nombre
punto muerto donde nadie llega
grito encarcelado
Miro mi historia diluida entre cerros
entre valles cansados de tanto rumor
Miro mi entorno
lo palpo
descubro sus secretos erguidos en monumentos mudos
descubro su sexo en la mirada de mujeres somnolientas
de hombres somnolientos
descubro una ciudad tan cansada de sí misma
que me dicta la forma exacta
el método único
para desmoronar mis fuerzas
y entregarme al hambre de los perros.
ELVIS GUERRA
Elvis Guerra (Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, 1993). Ha publicado en medios impresos y electrónicos, así como en Antologías como CASA De Poesía (Calamus,2016); Palomazo de Poesía (2016). Además de participar en diversos eventos y recitales poéticos como el Encuentro Internacional de Poetas, hacedores de palabras; El Encuentro de Poetas y Escritores en lenguas Indígenas, en facultad de Derecho de la UNAM; El Encuentro Nacional de Escritores en Lenguas Indígenas, entre otros. En el 2015 obtuvo el premio CaSa Creación Literaria En Lengua Zapoteca en la categoría de Poesía, con el título Zuyubu’/Buscarás. Actualmente es Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en el programa Jóvenes Creadores y Locutor de un programa de radio bilingüe (zapoteco-español). Estudia la Licenciatura en Derecho, en el Instituto Metropolitano De Ciencias Aplicadas (IMECA).
Guendaruyubi
Laaca biyube’ ti ba’du’ nguiiu napa guicharuaa,
ziuula’ bicuininá’ ne naguidxiguié ladi;
biyube’ ti ba’du’ nguiiu nadipa’
ti ba’du’ nguiiu nado’.
Biyube’ ti ba’du’ nguiiu ganaxhii naa
gudii naa ti bixidu’ guira’ dxí;
biyube’. Biyube’ lii, bixhoze’.
Búsqueda
También busqué con barba,
de manos largas y piel de quince años;
busqué un hombre fuerte,
un hombre manso.
Busqué un hombre que me amara,
que me besara una vez al día;
busqué. Te busqué, papá.
Diidxa’ gue’tu’ naya’ni’ dxindxi
I
Rari’ ga’chi’
ti nguiiu ni gunaxhiee.
Qui chiguxhaletu ba’ di’,
zándaca ca’ru’ gati chaahui’ be.
Azul epitafio
I
Aquí yacen los restos
de mi primer amante.
Por favor no abran la tumba,
puede que aún siga vivo.
AXEL NÁJERA
Axel Nájera (Ciudad de México, 1992) Pasante de la carrera de Lengua y Literaturas hispánicas por la Facultad de Filosofía y de Letras de la UNAM. Ha publicado en la revista Rúbrica de Radio UNAM sobre literatura y cultura en general. Corrector de estilo y jefe de redacción en la misma revista. Locutor y guionista en podcasts de Radio UNAM.
Arcano XIX
Para Ricardo López
Aún recuerdo el momento en que intenté asir el sol; no la el mar ni la eternidad reducida a la cenizas de un cuerpo glorioso.
Escuchamos tres golpes en la puerta, como el canto de tres gallos distintos. Pero nunca pensamos ser imagen. Y escribieron de negro nuestros nombres; la esquela que dejaron en la puerta. Aunque nunca supimos quién llamó.
Y es que tantas veces estuve roto que la voz se nos hizo mil pedazos. Tantas veces
tantas voces, palabras y acertijos
y
ninguno suficiente para el sol. Y el sol decidió vengarse, y así me quedé ciego. Pero nunca posamos en la foto.
Pero nunca brillamos por el cuerpo desmembrado, sino por la ausencia al inventarme tantos nombres, y siempre quisimos decir: “¡Detente, eres tan bello!”; nunca encontramos el nombre perfecto.
Así, nunca aspiramos a subirnos;
subir al sol y verlo con mis ojos.
Nunca más.
Y dijimos: “No me pidas que escriba nuevamente”, para no comernos el silencio, para negar que el sol nos había dejado rotos, para negar la esquela que tal vez nosotros hicimos…
Palabra maldita es “hoy”. Hoy tal vez sepa que no soy sabio ni ignorante. Hoy tal vez sepa que no puedo vencer al sol, y que sigo vencido, pero que puedo hundirme con él.
Y unos segundos antes capturar
el instante perfecto de mi muerte.
ALDO VICENCIO
Aldo Vicencio (Ciudad de México, 1991) Poeta, ensayista y pasante de la licenciatura en Historia por la UNAM. Ha colaborado en diversas revistas mexicanas, como Círculo de Poesía, Opción del ITAM, La Rabia del Axolotl, El Septentrión, y en publicaciones hispanoamericanas, como Digo.Palabra.txt de Venezuela, Enfermaria 6 de Portugal y La Galla Ciencia de España, entre otras. Ha sido incluido en la antología Nueva Poesía y Narrativa Hispanoamericana, del sello editorial español Lord Byron, y está próximo a publicar su primer libro, Piel Quemada: Vicisitudes de lo Sensible, con Abismos Casa Editorial. En agosto de 2016, junto a Alejandro Massa Varela, Axel Nájera y Abraham Pérez Aragón, presentó el escrito Poesía de la Inmersión: Ensayo manifiesto, en el Centro Cultural Bella Época del Fondo de Cultura Económica, editado por Círculo de Poesía.
Akai
la sangre
lleva puesta
una diadema
de agua y tierra
es sed
azulejo de yerba
inmaculado
le cuesta galopar adentro
una mujer
en un cuarto
sobre su sombra
se mira
“calla
que la
entraña
grite sin boca”
espejo en un cuenco
la tiza del crepúsculo en su rostro
dardos
que bailan
entre el eco
un enjambre de oscuridad
en su espalda
el entrecejo
de una grieta colorada
se adormecen
los talones
en la palidez
de la violencia
un pétalo
en forma
de manecilla
colapsa
huele
a hierro húmedo
todas las puertas enrojecen
un lirio de infinitas raíces
despierta sobre el azulejo
aquella mujer
ya no es una sombra
es el alba.
ABRAHAM PÉREZ
Abraham Pérez Aragón (Ciudad de México, 1989). Escritor, co-escritor, agenciador y hermeneuta de textos que respiran y hablan. Ha colaborado en diversas revistas digitales, como Errancia, Primera Página y Círculo de Poesía; así como en las revistas impresas El Pájaro Azul, Los Bastardos de la Uva y La Piedra. Formó parte del colectivo EDES y es participante del taller colectivo de Grupo Cero.
Chalchihuitl
Cuántas piedras laceradas
hambrientas están de forma.
Nacidas en el mismo choque,
crías de la misma trama,
idéntica marca las realiza.
Huérfanas de las alturas,
eco apenas pronunciado,
parte son de golpe; parte,
de montaña:
vuelan de la cima
de la boca de una
los quetzales:
brillan los legendarios trozos
de tierra endurecida,
gloria encarnada.
Con imponente gracia,
apacibles,
se posan sobre las ramas de la sangre,
sobre el venero de tierra que se yergue.
Escudriñal de huesos y raíces,
reptan luego
bajo la cicatriz del polvo.
Revientan en semillas negras,
retoñan por la herida y buscan,
abren ojos.
En silencio, a la distancia,
advierten la presencia de los esmeriles…
Mas las piedras saben,
con su saber de escama,
que devienen joyas a través del choque,
—colisión, desgaste—.
Saben que las alas se despliegan
a la hora del lucero
si se pulen jade contra jade.
ROCÍO WITTIB
Rocío Wittib (Buenos Aires 1989). Ha publicado poemas en varias revistas virtuales y en papel, como Círculo de Poesía (México) y Cuadernos Hispanoamericanos (España). Publicó el libro Poemas para perseguir sin prisa el silencio (2016), en la editorial portuguesa Temas Originais. Sus poemas han sido traducidos al italiano, rumano y portugués. También es aficionada a la fotografía, publica sus trabajos en Instagram y en captura.org. Actualmente vive en Pamplona.
sucede a veces
así de pronto
cuando todas las preguntas
han quedado respondidas
pero aquello que sabemos
nos sigue interrogando
todo andar
va de uno
hacia uno mismo
no existe el camino
ALEJANDRO MASSA VARELA
Alejandro Massa Varela (Ciudad de México, 1989) es escritor, dramaturgo, ilustrador y poeta. Estudiante de Historia en proceso de titulación en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dirigió el coloquio Impresiones místicas en la misma institución y Fundación Sophia de humanidades. Está por publicar su primer libro de filosofía, El Ser Creado / Ejercicios sobre Mística, con un prólogo del académico y sacerdote católico Mauricio Beuchot. Su trabajo se ha presentado en diversas publicaciones de México y el extranjero, por ejemplo: Perros del alba, Punto de Partida, Círculo de Poesía, Este País, La Zurda, La Otra, Crítica, Alga en Barcelona España, Cantera en Caracas Venezuela y Vagón de Ostras en Buenos Aires Argentina, además de dar lectura en voz alta de su poesía en Casa del Lago UNAM. A partir de un guion de su autoría, presentó en Casa Actum la obra BASTEDAD; con una reseña de La Jornada y revista Tiempo libre, cuenta con un próximo reestreno en teatro La Capilla. También, en próximas fechas, está por estrenarse ADIÓS, su segunda producción teatral.
Sabes de los quejidos de la miel;
fluirla sin quejarte jamás,
ciego doras a tantos
llenándote el iris,
que latía en ti
que latía,
como una alarma que no sonó,
un diablo
salvo las manos
que podrán imitar
el aleteo de tus mariposas,
clarificando la dulzura asesina,
tu atención
las navajas miel
Corazón cariño,
entre las manadas oleaje
así alimentas al tigre
cariacontecido.
¡Decapítalo!,
o mejor,
un giro de faro la consuma
y el cuerpo despierte
dos nuevos ojos
diamantes,
más duros por vivir dentro,
y más por no desearlo,
como tú,
primero,
por oído de los pezones
por una puerta
en casa sin paredes,
otra de luz