Círculo de Poesía y Valparaíso México invitan a las lecturas del poeta checo Josef Straka que tendrán lugar del 29 de junio al 2 de julio en el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México 2017, dentro del marco del Festival DiVerso. A continuación presentamos un par de poemas suyos en versión de Gustavo Osorio de Ita.
Ciudad hastiada
sumergir!
por un rato y sin ruido
la ya extendida coherencia
para rechazarlos después con cierta nobleza
no querer nunca
sueños alterados
en alguna zona del “a pesar”
en los ghettos paulatinamente permeados
en posesión de su propia lógica, de una posible santificación
para atrapar un bazo fugaz
los rostros de los demás siempre sonriendo sólo unos minutos después del hecho
seguir errando, alguien siempre queriendo enderezar nuestros valores y establecer para nosotros un orden propio
riendo siempre
la forma en que nos hemos acostumbrado a
algún lugar, de alguna manera acostumbrado a
ese no! que es de esta manera y su paz y quietud aquello que más ansiamos
los tranvías de la estación de Krymská se alejan de nuevo
la gente ya ha bienvenido a la medianoche
pero aún así es como si no quisieran ir a ninguna parte
que otra ciudad ya está dormida en su estresante ánimo
detrás de la casa y los apartamentos un grito ocasional estalla
o no, quedando silente!
Entre las Islas
el día de nuevo hiede con cierta repugnancia
más derrotas, hoy sin embargo ordenadas para que ni siquiera estés enojado
acercándose más y más a tu hora vacilante
de ruina involuntaria
de modo que después es siempre lo mismo viejo
pero hasta ahora es anhelo y sonreír
encuentras especialmente indigno de confianza
en las cálidas horas matinales de una ciudad extranjera–
una lucha continuamente repetida
con el reloj, con la huida
la despectiva compañía de los hombres del mundo y de alguna manera gente gestionada
jugando con punk, lo que no duele
jugando con punk, lo que encaja, lo que tiene que, como parte de algo:
en algún lugar después en un bar desierto entre los canales sin salida alguien saca un viejo disco de Bill Haley
no es, no sé–
juntos miramos hacia la oscuridad del campo, una soñolienta periferia más allá de todas las imaginables periferias de la ciudad
intentando olvidar algo
mientras trazando nuestro camino desde el fregadero y el almacén hacia el patio con la letrina
a veces anhelamos una pretermisión completa
en el camino hacia la parada del tranvía Entre las Islas
“aber” y “endlich”
y todas las otras palabras
mezclándose en mis oídos en la barra antes de la medianoche en Schilling
en la calle principal de un barrio oscuro
las luces purpúreas de espectáculos, cabarets y los llamados centros de reunión
con la silueta femenina blanca contra un fondo rojo–
la gente retrayéndose en el crepúsculo de las sillas de salón
movimientos lentos, voz que invita al primer Lesethater local
algunas sillas de salón vacías
otras, detrás de una pared, con débil humo
sin tener otras palabras no más
después de las noticias no puedes hacer nada
habiendo sido sorprendido enteramente desprevenido
aber – levemente desafiante
endlich – los labios renunciando