Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México 2017: Mijail Lamas

Círculo de Poesía y Valparaíso México invitan a las lecturas del poeta mexicano Mijail Lamas que tendrán lugar del 29 de junio al 2 de julio en el Encuentro Internacional de Poesía Ciudad de México 2017, dentro del marco del Festival DiVerso. A continuación presentamos un par de poemas suyos de su más reciente libro, El canto y la piedra, publicado en Valparaíso México.

 

 

 

Janis

 

…la muerte nos anuda la corbata

Livio Ramírez

 

El aire me desgarra, Janis,

tu voz me parte el rostro

y mi corbata es el signo de todos los ahorcados.

 

Restos de mí se van rodando por el suelo

y el filo de tu voz

hace explotar mi lunes en pedazos.

 

Sólo, Janis, me queda

el hambre de este empleado que mira con desprecio

el rostro de sí mismo en los cristales,

el hambre de una fábrica de angustias,

certezas de saber que en el futuro

nada podrá ir mejor

y que esta bandera enarbolada de la juventud

también se caerá al suelo

y el último refugio tendrá que ser la piel

o el alcohol solitario.

 

Janis,

tu voz es un cuchillo

que vibra en la garganta del dolor.

 

Pero ahora el silencio.

 

He llegado al lugar de los pequeños señores

y me apresuro a aniquilar

estas ganas de mandar todo al diablo.

 

 

 

Tres imágenes

(A partir de un poema de Álvaro Mutis)

 

I

 

El día se vuelve piedra en la oficina, la luz enferma. Hemos quedado casi ciegos: sólo podemos ver la vida a través de la pantalla. En los cubículos el aire es la frustración que nos respira. La mujer del aseo pega una imagen de San Judas Tadeo en el cuarto de las escobas, después ofrenderá su paga en el casino. En el umbral de una sala de juntas, un hombre calvo trata de esconder su erección y una secretaria lo mira de reojo, recordando la partida de su amante. En los baños, media hora antes salir, un hombre reza arrodillado, para que todo estalle.

 

II

 

Esta calle por la que han paseado las víctimas y sus asesinos, donde dos hombres se besan bajo el amparo de la diosa fortuna; es una línea recta donde nadie encuentra a nadie, sólo la lujosa decadencia de los héroes y su herrumbre. Acaso sea el telón de fondo para los derrotados, última ruta que conduce al sueño.

 

III

 

Nadie está seguro del origen de este canto. Se inició en el tiempo de los grandes milagros y las soberbias herejías. Algunos otros creen que nació como una voz entre los cafetales, en el pecho de una mujer habitada por demonios, o antes, a la orilla de un río donde moran los hombres que sólo cubren su sexo con la corteza exacta. Acaso en un bosque donde un padre abandonó a su hijo un instante previo a la tormenta, o mucho antes todavía, en el monte Sinaí como un mandamiento ignorado. En ninguno de esos lugares quedan dioses que confirmen su existencia.

Un día vino a instalarse frente a mí y se quedó en mi cuarto. Hoy ha salido a posarse junto a la torcaz, en los cables del teléfono, donde cuelga también la tarde y lo precario.

 

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