Presentamos, en esta nueva entrega de Apuntes para una literatura ancilar, un acercamiento que Mario Bojórquez hace de la obra de Aristóteles, quien es una figura fundamental para el pensamiento de Occidente. El texto seleccionado es un fragmento de la Poética, obra de la cual sólo se conserva la primera parte, que sigue vigente para el estudio de la poesía.
Poética
Capítulo I
1. Trataremos de la Poética y de sus especies, según es cada una; y del modo de ordenar las fábulas, para que la poesía salga perfecta; y asimismo del número y calidad de sus partes, como también de las demás cosas concernientes a este arte; empezando por el orden natural, primero de las primeras. En general, la épica y la tragedia, igualmente que la comedia y la ditirámbica, y por la mayor parte la música de instrumentos, todas vienen a ser imitaciones. Mas difieren entre sí en tres cosas: en cuanto imitan o por medios diversos, o diversas cosas, o diversamente, y no de la misma manera. Porque así como varios imitan muchas cosas copiándolas con colores y figuras, unos por arte, otros por uso y otros por genio; así ni más ni menos en las dichas artes, todas hacen su imitación con número, dicción y armonía, pero de estos instrumentos usan con variedad; v. g., de armonía y número solamente la música fláutica y citarística, y otras semejantes, cual es la de las zampoñas. Con sólo el número sin armonía es la imitación de los bailarines; que también éstos con compases figurados remedan las costumbres, las pasiones y los hechos. Al contrario, la épica hace su imitación sólo con las palabras sueltas o ligadas a los metros, usando de éstos o entreverados, o de un género determinado de versos; estilo que mantiene hasta el día de hoy, pues nada podríamos señalar en que convenga con los mimos de Sofrón y de Xenarco, ni los discursos de Sócrates; ni es del caso el que uno haga la imitación en trímetros, o en elegía, o en otros versos de esta clase. Verdad es que los hombres vulgarmente, acomodando el nombre de poetas al metro, a unos llama elegiacos, a otros épicos; nombrando los poetas, no por la imitación, sino por la razón común del metro; tanto que suelen dar este apellido aun a los que escriben algo de medicina o de música en verso. Mas, en realidad, Homero no tiene que ver con Empédocles, sino en el metro. Por lo cual aquél merece el nombre de poeta, y éste el de físico más que de poeta. Asimismo, aunque uno haga la imitación mezclando todos los metros al modo del Hipocentauro de Kerémon, que es un fárrago mal tejido de todo linaje de versos, no precisamente por eso se ha de calificar de poeta. Acerca, pues, de estas cosas, quede sentado lo dicho. Hay también algunas imitaciones que usan de todos los instrumentos referidos; es a saber, de número, armonía y verso; como la ditirámbica y gnómica, y también la tragedia y comedia; pero se diferencian en que las primeras los emplean todos a la par; las segundas por partes. Éstas digo ser las diferencias de las artes en orden a los medios con que hacen la imitación.
Aristóteles
Aristóteles nació en Estagira en 384 y murió 322 a. de C. hijo de Nicomaco que era médico de Amintas padre de Filipo de Macedonia, fue alumno de Platón y maestro de Alejandro Magno, construyó un método de pensamiento lógico para explicar casi cualquier misterio del universo, alimentando todas las ciencias entonces conocidas, desde la filosofía a la que llamó ciencia de las causas primeras hasta la metafísica que sería la ciencia de las últimas causas, escribió un número importante de libros entre los que destacan su Ética, su Política y su Poética. Acostumbraba dar sus clases de pie y caminando, por lo cual se le llama peripatético, Alejandro Magno que fue su alumno patrocinaba el Liceo, que así llamó a su escuela y recibía de él ayuda para sus investigaciones científicas. Influyó de manera importantísima a los filósofos escolásticos y a lo largo de la edad media sus obras fueron estudiadas con vehemencia y fascinación, muchos de los dogmas cristianos están fundados en su propuestas.