Este lunes 27 de noviembre en la Feria Internacional de Libro de Guadalajara, Mario Bojórquez hará una presentación de dos libros que ha traducido para Valparaíso México: Tres cartas de la memoria de las Indias, del poeta portugués Al Berto y de Han venido unos amigos, del poeta catalán Antoni Marí. La cita es en los stands E14 y E16 de Círculo de Poesía, a las 17:30 horas.
I
Carta del árbol triste
(A mi mujer)
(fragmento)
no
no estoy enloqueciendo
nos amábamos igual cuando bordabas y te herías con la aguja
la sangre se derramaba por el paño
rápidamente bordabas unas flores para esconderla
comprendo hoy cómo era doloroso nuestro amor
dónde habrás olvidado el paño bordado?
todo se perdió
y en la confusión del poco tiempo que me queda dudo
que nos hayamos amado alguna vez
los días se volvieron vertiginosos cuando nos mudamos a la ciudad
apenas te subías al metro te ponías a delirar con viajes
me contabas aventuras del Transiberiano
al final yo soy el que se va
y no iré de Campo Pequeno a los Anjos
por dónde estará la parada de mi transiberiano?
quién sabe si en una playa en que leones cansados de selva
vienen a desperezarse en el crepúsculo del arenal
quién sabe si el sueño o la muerte me conducirá a algún puerto
donde me pueda embarcar para no sé qué otro puerto
Traducción de Mario Bojórquez
De Tres cartas de la memoria de las Indias
VII
(fragmento)
El cuerpo de mi primo, como saliendo del ataúd,
me hizo comprender que la muerte no era un estado ingrávido,
ni las almas seres puros de una transparencia milagrosa,
sino una sustancia inerte, densa, pesada y oscura,
que el tiempo confundía con el légamo de las capas orgánicas
y que no había constancia alguna en la existencia
ni de nuestro ser, ni de los objetos, ni de nada.
Ayer estaba aquí, y ahora, comido por los gusanos,
devorado por la pena de estar muerto,
yace en el nicho blanqueado de cal.
Todo: mis padres, el cementerio, el cielo y las piedras;
todos los objetos del mundo, incluso lo que yo pensaba,
cambiaba tenazmente; fluía y corría
y nada se mantenía en lo que fue y había sido;
la constancia misma de las cosas era, tan sólo,
un movimiento más lento que el resto de las cosas de este mundo.
Traducción de Mario Bojórquez
De Han venido unos amigos