El paso de las horas, de Álvaro de Campos en video

Continuamos con El paso de las horas, de Álvaro de Campos con la serie de poemas en audio y video de Fernando Pessoa en su lengua original acompañados por la traducción de Mario Bojórquez. En esta ocasión la lectura de algunos fragmentos del poema son de la cantautora Maria Bethania.

 

 

 

 

El paso de las horas

Oda sensacionista

 

A José Almada-Negreiros

 

Almada-Negreiros:

no se imagina cómo

le agradezco el

acto de que usted

exista.

 

Sentir todo de todas las maneras,

Vivir todo de todos los lados,

Ser la misma cosa de todos los modos posibles al mismo tiempo,

Realizar en mí toda la humanidad de todos los momentos

En un sólo momento difuso, profuso, completo y lejano.

 

Quiero ser siempre aquello con que simpatizo,

Me vuelvo siempre, más tarde o más temprano,

Aquello con que simpatizo, sea una piedra o un ansia,

Sea una flor o una idea abstracta,

Sea una multitud o un modo de comprender a Dios.

Y yo simpatizo con todo, vivo todo de todo.

Me son simpáticos los hombres superiores porque son superiores

Y me son simpáticos los hombres inferiores porque son superiores también,

Porque ser inferior es diferente de ser superior,

Y por eso es una superioridad desde ciertos puntos de vista.

Simpatizo con algunos hombres por sus cualidades de carácter

Y simpatizo con otros por su falta de esas cualidades,

Y aun con otros simpatizo por simpatizar con ellos,

Y hay momentos absolutamente orgánicos en que esos son todos los hombres.

 

Sí, como soy rey absoluto de mi simpatía,

Basta que ella exista para que tenga razón de ser.

Estrecho en mi pecho jadeante, en un abrazo conmovido,

(En el mismo abrazo conmovido)

Al hombre que da su camisa al pobre que desconoce,

Al soldado que muere por la patria sin saber lo que es la patria,

Y…

Y al matricida, fraticida, al incestuoso, al violador de niños,

Al ladrón de caminos, al salteador de los mares,

Al raterillo de carteras, al sombra que espera en los callejones.

Todos son mi amante predilecta por lo menos una vez en la vida.

Beso en la boca a todas las prostitutas,

Beso en los ojos a todos los souteneurs,

Mi pasividad yace a los pies de todos los asesinos,

Y mi capa española esconde la retirada de todos los ladrones.

Todo es la razón de ser en mi vida.

 

Cometí todos los crímenes,

Viví dentro de todos los crímenes

(Yo mismo fui, ni uno ni otro en el vicio,

Sino el propio vicio en persona practicado entre ellos,

Y esas son las horas más Arco del Triunfo de mi vida).

 

Me multipliqué para sentirme,

Para sentirme, necesité sentir todo,

Me transbordé, no hice sino extravasarme,

Me desnudé, me entregué,

Y hay en cada rincón de mi alma un altar a un Dios diferente.

 

Los brazos de todos los atletas me apretaron súbitamente femenino,

Y yo sólo de pensar en eso me desmayé entre sus supuestos músculos.

 

En mi boca fueron dados los besos de todos los encuentros,

Se agitaron en mi corazón los pañuelos de todas las despedidas,

Todas las señas obscenas de gestos y miradas

Me golpean de lleno en todo el cuerpo, especialmente en los centros sexuales.

 

Fui todos los ascetas, todos los marginados, todos los como que olvidados,

Y todos los pederastas -absolutamente todos (no faltó ninguno).

¡Rendez-vous rojo y negro en el hondo infierno de mi alma!

 

(Freddie, yo te llamaba Baby, porque eras rubio, blanco y yo te amaba,

¡Cuántas emperatrices por reinar y princesas destronadas fuiste para mí!

Mary, con quien leía a Burns en días tristes como sentirse vivir;

Mary tú no sábes cuántos matrimonios honestos, cuántas familias felices,

Vivieron en ti mis ojos y mi brazo ciñéndote y mi conciencia incierta,

Su vida insulsa, sus casas suburbanas con jardín, sus half-holidays inesperados…

Mary, soy infeliz…

Freddie, soy infeliz…

Oh, ustedes, todos ustedes, casuales, demorados,

Cuántas veces habrán pensado en pensar en mí sin que lo hicieran,

Ah, cuán poco fui en lo que son, cuán poco, cuán poco-

Sí, y lo que he sido, ¡Oh mi universo subjetivo,

Oh, mi sol, mi claro de luna, mis estrellas, mi momento,

Oh, parte externa de mí perdida en laberintos de Dios!)

 

Pasa todo, todas las cosas, en un desfile dentro de mí,

Y todas las ciudades del mundo rumoran dentro de mí…

 

Mi corazón tribunal, mi corazón mercado, mi corazón casa de bolsa, mi corazón mostrador de banco,

Mi corazón rendez-vous de toda la humanidad,

Mi corazón banca de parque, hotel, posada, calabozo número cualquiera,

(“Aquí estuvo el Manolo en vísperas de ir al patíbulo”)

Mi corazón club, sala, platea, tapete, guichet, portal,

Puente, cancel, excursión, marcha, viaje, subasta, feria, arrabal,

Mi corazón postigo,

Mi corazón paquete,

Mi corazón carta, equipaje, satisfacción, entrega,

Mi corazón al margen, el límite, la súmula, el índice

Eh-la, eh-la, eh-la, un bazar mi corazón.

 

Traigo dentro de mi corazón,

Como en un cofre que no se puede cerrar de lleno,

Todos los lugares donde estuve

Todos los puertos a los que llegué

Todos los paisajes que vi a través de las ventanas o escotillas

O desde toldillos, soñando,

Y todo eso, que es tanto, es poco para lo que yo quiero.

 

La entrada de Singapur, la mañana subiendo, color verde

El coral de las Maldivias en paso cálido,

Macao a la una de la mañana… despierto de repente…

Yat-lo-o-o-o-o-o-o-o-o…Ghi-…

Y aquello me suena desde el fondo de otra realidad…

La estatura Norte-africana casi de Zanzibar al sol…

Dar es Salaam (la salida es difícil)

Masunga, Nossi-Be, verduras de Madagascar…

Tempestades alrededor del Guardafui

Y el Cabo de Buena Esperanza nítido al sol de la madrugada…

Y la Ciudad del Cabo con la Montaña de la Mesa al fondo…

 

Viajé por más tierras de aquellas que toqué…

Vi más paisajes que aquellos en que puse mis ojos…

Experimenté más sensaciones de todas aquellas que sentí,

Porque, por más que sintiera, siempre me faltó sentir

Y la vida siempre me dolió, siempre fue poco y yo infeliz.

 

En ciertos momentos del día recuerdo todo esto y me da pavor,

Pienso en qué quedará de esta vida a pedazos, de este auge,

De esta carretera de curvas, de este automóvil a la orilla de la carretera, de este aviso,

De esta turbulencia tranquila de sensaciones desencontradas,

De esta transfusión, de esta insubsistencia, de esta convergencia irisada,

De este desasosiego en el fondo de todos los cálices,

De esta angustia en el fondo de todos los placeres,

De esta saciedad anticipada en el asa de todas las tazas,

De este juego de cartas tedioso entre el Cabo de Buena Esperanza y las Canarias.

 

No sé, siento de más o de menos, no sé

No sé si la vida es poco o demasiado para mí.

Si me falta escrúpulo espiritual, punto de apoyo en la inteligencia,

Consanguinidad con el misterio de las cosas, choque

A los contactos, sangre bajo los golpes, estremecimiento a los ruidos,

O si hay otra significación para esto más cómoda y feliz.

Sea lo que fuere, era mejor no haber nacido,

Porque, de tan interesante que es en todos los momentos,

La vida llega a doler, a marear, a cortar, a rozar, a crujir,

A dar ganas de gritar, a dar saltos, de quedar en el suelo, de salir,

Afuera de todas las casas, de todas las lógicas, de todos los balcones,

E ir salvajemente a la muerte entre árboles y olvidos,

Entre tumbos y peligros y ausencia de mañanas,

Y todo esto debía ser cualquier cosa más parecida con lo que yo pienso,

Con lo que pienso y siento, que yo ni sé qué es, oh vida.

 

Cruzo los brazos sobre la mesa, pongo la cabeza sobre los brazos,

Y necesito querer llorar, pero no sé ir a buscar las lágrimas…

Por más que me esfuerce por tener una gran pena de mí, no lloro,

Tengo el alma rajada bajo el indicador curvo que le toca…

¿Qué ha de ser de mí? ¿Qué ha de ser de mí?

 

Corrieron a chicotazos al bufón de palacio, sin razón,

Hicieron levantar al mendigo del escalón donde cayera.

Azotaron al niño abandonado y le quitaron el pan de las manos.

Oh, angustia inmensa del mundo, lo que falta es actuar…

Tan decadente, tan decadente, tan decadente…

Sólo estoy bien cuando oigo música, y ni entonces.

Jardines del siglo dieciocho antes de 89,

¿Dónde están, que quiero llorar de cualquier manera?

Con un bálsamo que no consuela sino por la idea de que es un bálsamo.

La tarde de hoy y de todos los días poco a poco, monótona, cae.

 

Se encendieron las luces, cae la noche, la vida se sustituye.

Sea de la manera que fuera, es preciso continuar viviendo.

Me arde el alma como si fuera una mano, físicamente.

Estoy en el camino de todos y tropiezan conmigo.

Mi casa de campo,

Que haya menos que un tren, una diligencia, y la decisión de partir entre tú y yo.

Así quedo, quedo… soy el que siempre quiere partir,

Y queda siempre, queda siempre, queda siempre,

Hasta la muerte queda, aunque parta, queda, queda, queda…

 

Vuélveme humano, oh noche, vuélveme fraterno y solícito.

Sólo humanitariamente se puede vivir.

Sólo amando a los hombres, las acciones, la banalidad de los trabajos,

Sólo así -¡ay de mí!-, sólo así se puede vivir

¡Sólo así, oh noche, y yo nunca podré ser así!

 

Vi todas las cosas, y me maravillé de todo,

Pero todo me sobró o fue poco -no sé cuánto- y sufrí.

Viví todas las emociones, todos los pensamientos, todos los gestos,

Y quedé tan triste como si hubiera querido vivirlos y no lo consiguiera.

Amé y odié como toda la gente,

Pero para toda la gente eso fue normal e instintivo,

Y para mí fue siempre la excepción, el choque, la válvula, el espasmo.

 

Ven, oh noche, y apágame, ven y ahógame en ti.

Oh, amorosa del Más Allá, señora del luto infinito,

Pesar externo de la Tierra, llanto silencioso del Mundo.

Madre suave y antigua de las emociones sin gesto,

Hermana mayor, virgen y triste, de las ideas sin nexo,

Novia esperando siempre nuestros propósitos incompletos,

La dirección constantemente abandonada de nuestro destino,

Nuestra incertidumbre pagana sin alegría,

Nuestra franqueza cristiana sin fe,

Nuestro budismo inerte, sin amor por las cosas sin éxtasis,

Nuestra fiebre, nuestra palidez, nuestra impaciencia de débiles,

Nuestra vida, oh madre, nuestra perdida vida…

 

No sé sentir, no sé ser humano, convivir,

Desde dentro del alma triste, con los hombres, mis hermanos en la tierra.

No sé ser útil ni aun sintiendo, ser práctico, ser cotidiano, nítido,

Tener un lugar en la vida, tener un destino entre los hombres,

Tener una obra, una fuerza, una voluntad, un huerto,

Una razón para descansar, una necesidad de distraerme,

Una cosa venida directamente de la naturaleza para mí.

 

Por eso sé materna para mí, oh noche tranquila…

Tú, que le quitas lo mundo al mundo, tú que eres la paz,

Tú que no existes, que sólo eres la ausencia de la luz,

Tú que no eres una cosa, un lugar, una esencia, una vida,

Penélope de la tela, mañana destejida, de tu oscuridad,

Circe irreal de los febriles, de los angustiados sin causa,

Ven a mí, oh noche, extiende hacia mí las manos,

Y sé frescor y alivio, oh noche, sobre mi frente…

 

Tú, cuya venida es tan suave que parece un alejamiento,

Cuyo flujo y reflujo de tiniebla, cuando la luna inspira,

Tiene dudas de cariño muerto, frío de mares de sueño,

Brisas de paisajes supuestos para nuestra angustia excesiva…

 

Tú, pálidamente; tú, llorosa; tú, líquidamente,

Aroma de muerte entre flores, hálito de fiebre sobre los márgenes,

Tú, reina, tú, castellana; tú, dama pálida, ven…

 

Clarín claro de la mañana al fondo

Del semicírculo frío del horizonte,

Tenue clarín lejano como banderas inciertas

Desplegadas más allá de donde los colores son visibles…

Clarín trémulo, polvareda quieta, donde la noche cesa,

Polvareda de oro detenida en el fondo de la visibilidad…

Carro que chirría límpidamente, vapor que pita,

Grúa que comienza a girar en mi oído,

Tos seca, la primera del que sale de casa,

Leve escalofrío matutino en la alegría de vivir,

Carcajada estruendosa velada por la bruma exterior no sé cómo,

Costurera condenada para algo peor que la mañana que siente,

Obrero tísico incapacitado para la dicha en esta hora

Inevitablemente vital,

En que el relevo de las cosas es suave, cierto y simpático,

En que los muros son frescos al contacto de la mano y las casas,

Abren aquí y allá los ojos cortinados de blanco…

 

Toda la madrugada es una cortina que oscila,

Y refresca ilusiones y recuerdos en mi alma de transeunte,

En mi corazón exiliado de epidérmico espíritu,

En mi cansado y velado (…)

(…)

(…) y camina todo

Hacia la hora llena de luz, en que las tiendas bajan los párpados

Y rumor tráfico carroza tren yo siento sol truena

 

Vértigo del mediodía enmarcado de vértigos-

Sol en los vértices y en los (…) de mi visión estriada,

Del remolino parado de mi retentiva seca,

De la brumosa claridad fija de mi consciencia de vivir.

 

Rumor tráfico carroza tren carros yo siento sol calle,

Aros cajones trolley tienda vitrina falda ojos

Rápidamente carriles carrozas cajones calle atravesar calle

Acera tenderos “perdón” calle

Calle paseando por mí paseando por la calle por mí

Todo espejos las tiendas de acá dentro de las tiendas de allá.

La velocidad de los carros al contrario en los espejos oblicuos de los aparadores,

El suelo en el aire el sol bajo los pies calle riegas flores en el cesto calle

Mi pasado calle estremece camión calle no me acuerdo calle

Yo cabeza abajo en el centro de mi conciencia de mí

Calle sin poder encontrar una sensación sólo de cada vez calle

Calle para atrás y para adelante debajo de mis pies

Calle en X en Y en Z por dentro de mis brazos

Calle por mi monóculo en círculos de cinematógrafo pequeño,

Caleidoscopio en curvas irisadas nítidas calle.

Borrachera de la calle y de sentir ver oír todo al mismo tiempo.

Latir de sienes de estar viniendo para acá al mismo tiempo que voy para allá.

Doy vuelta todos los días en todas las esquinas de todas las calles,

Y siempre que estoy pensando una cosa estoy pensando otra.

No me subordino sino por atavismo,

Y hay siempre razones para emigrar para quien no está encamado.

 

Desde las terrazas de todos los cafés de todas las ciudades

Accesibles a la imaginación

Observo la vida que pasa, la sigo sin moverme,

Le pertenezco sin sacar un gesto del bolsillo,

Ni tomar nota de lo que vi para después fingir que lo vi.

En el automóvil amarillo pasa la mujer definitiva de alguien,

Voy a un lado de ella sin que lo sepa.

En el trottoir inmediato ellos se encuentran por un azar dirigido,

Pero ya antes del encuentro estaba con ellos.

No hay manera de esquivarme, no hay modo de que yo no esté en todas partes.

Mi privilegio es todo.

(Breveteé, Sans Garantie de Dieu, mi Alma).

 

Asisto a todo y definitivamente.

No hay joya de mujer que no sea comprada por mí y para mí,

No hay intención de estar esperando que no sea mía de cualquier manera,

No hay resultado de conversación que no sea mío por azar,

No hay campanas al vuelo en Lisboa desde hace treinta años, noche

De San Carlos hace cincuenta,

Que no sea para mí por una galantería obsequiada.

 

Fui educado por la Imaginación,

Viajé de su mano siempre,

Amé, odié, hablé, pensé siempre por ella,

Y todos los días tienen esa ventana por delante,

Y todas las horas parecen mías de esa manera.

 

Caigo tendido en toda la vida

Y ruge en mí, mi ferocidad de vivir…

No hay gestos de placer por el mundo que valgan

La alegría estupenda de quien no tiene otro modo de expresarla

Que rodar por el suelo entre hierbas y margaritas

Y mezclarse con la tierra hasta ensuciar el traje y el cabello…

No hay versos que puedan dar esto…

Arranquen un (…) de hierba, muérdanla y entenderán,

Entenderán completamente lo que yo incompletamente expreso.

Tengo la furia de ser raíz

Persiguiéndome las sensaciones por dentro como una savia..

Quería tener todos los sentidos, incluyendo la inteligencia,

La imaginación y la inhibición

A flor de piel para poder revolcarme en la tierra rugosa

Desde más adentro, sintiendo más rugosidad e irregularidades.

Sólo estaría contento si mi cuerpo fuera mi alma…

Así todos los vientos, todos los soles, y todas las lluvias

Serían sentidos por mí del único modo que yo querría…

No pudiendo sucederme esto, me desespero, rabio,

Tengo ganas de poder arrancarme a dentelladas el traje

Y luego tener pesadas garras de león para despedazarme

Hasta que la sangre corra, corra, corra, corra…

Sufro porque todo esto es absurdo

Como si alguien me tuviera miedo,

Como mi sentimiento agresivo hacia el destino, hacia Dios,

Que nace de encararnos con lo Inefable

Y de medir bien, de repente, nuestra debilidad y pequeñez.

 

Todas las madrugadas son la madrugada y la vida.

Todas las auroras amanecen en el mismo lugar:

Infinito…

Todas las alegrías de ave vienen de la misma garganta,

Todos los estremecimientos de hojas son del mismo árbol,

Y todos los que se levantan temprano para ir a trabajar

Van de la misma casa a la misma fábrica por el mismo camino…

Rueda, bola grande, hormiguero de conciencias, tierra,

Rueda, amanecida, atardecida, a plomo bajo soles, nocturna,

Rueda en el espacio abstracto, en la noche mal iluminada realmente

Rueda y (…)

 

Siento en mi cabeza la velocidad del giro de la tierra,

Y todos los países y todas las personas giran dentro de mí,

Ansia centrífuga, rabia de ir por los aires hasta los astros

Apalea el interior de mi cráneo,

Me pone alfileres vendados en toda la conciencia de mi cuerpo,

Me obliga a levantarme mil veces y dirigirme hacia lo Abstracto,

Hacia lo inencontrable, Allí sin restricción ninguna,

La Meta invisible todos los puntos donde no estoy y al mismo tiempo

(…)

Ah, no estar parado ni andando,

No estar acostado ni de pie,

Ni despierto ni durmiendo,

Ni aquí ni en otro lugar,

Resolver la ecuación de esta inquietud prolija,

Saber dónde estar para poder estar en todas partes,

Saber dónde acostarme para estar paseando por todas las calles,

Saber dónde (…)

 

HO-ho-ho-ho-ho-ho

HO-HO-HO-HO-HO

HO-HO-HO-HO-HO

HO-HO-HO-HO-HO

 

Cabalgata alada de mí por encima de todas las cosas,

Cabalgata estallada de mí por debajo de todas las cosas,

Cabalgata alada y estallada de mí por causa de todas las cosas…

 

Hup-la por encima de los árboles, hup-la por debajo de las pilas,

Hup-la contra las paredes, hup-la raspando en los troncos,

Hup-la en el aire, hup-la en el viento, hup-la, hup-la en las playas,

En una velocidad creciente, insistente, violenta,

Hup-la, hup-la, hup-la, hup-la………..

 

Cabalgata panteísta de mí por dentro de todas las cosas,

Cabalgata energética por dentro de todas las energías,

Cabalgata de mí por dentro del carbón que se quema, de la lámpara que arde,

De todos los consumos de energía

Cabalgata de mí /*amperes,/

Cabalgata explosiva, explotada, como una bomba que revienta,

Cabalgata reventando para todos lados al mismo tiempo,

Cabalgata por encima del espacio, salto por encima del tiempo,

Brinca, caballo Electrón -ión-, sistema solar resumido

Por dentro de la acción de los émbolos, por fuera del giro de los volantes.

Dentro de los émbolos, vuelto velocidad abstracta y loca,

Obro a hierro y velocidad, vaivén, locura, rabia contenida,

Atado al rostro de todos los volantes giro asombrosas horas,

Y todo el universo rechina, estalla, y se dispersa en mí.

 

Ho-ho-ho-ho-ho…

Cada vez más de prisa, cada vez más con el espíritu adelante del cuerpo

Adelante de la propia idea veloz del cuerpo proyectado,

Con el espíritu atrás adelante del cuerpo, sombra, chispa,

He-la-ho-ho… Helahoho…

 

Toda la energía es la misma y toda la naturaleza es lo mismo…

La savia de la savia de los árboles es la misma energía que mueve

Las ruedas de la locomotora, las ruedas del tranvía, los volantes del diesel,

Y un carro jalado por mulas o por gasolina es jalado por la misma cosa.

 

Rabia panteísta de sentir en mí formidablemente,

Con todos mis sentidos en ebullición, con todos mis poros humeando,

Que todo es una sola velocidad, una sola energía, una sola divina línea

De sí para sí, parada siseando violencias de velocidad loca…

HO-ho-ho-ho-ho-ho

HO-HO-HO-HO-HO

HO-HO-HO-HO-HO

HO-HO-HO-HO-HO

 

¡Ave, salve, viva la unidad veloz de todo!

¡Ave, salve, viva la igualdad de todo en saeta!

¡Ave, salve, viva la gran máquina del universo!

Ave, que son lo mismo, árboles, máquinas, leyes,

Ave, que son lo mismo, gusanos, émbolos, ideas abstractas,

La misma savia los llena, la misma savia los cambia,

La misma cosa son y el resto es exterior y falso,

El resto, el estático resto que queda en los ojos que se detienen,

Mas no en mis nervios motor de combustión de aceites pesados y ligeros,

No en mis nervios todas las máquinas, todos los sistemas de engranaje,

En mis nervios locomotora, tranvía, automóvil, trilladora a vapor,

En mis nervios máquina marítima, diesel, semi-diesel, Campbell,

En mis nervios instalación absoluta de vapor, de gas, de aceite, de electricidad,

¡Máquina universal movida por correas de todos los momentos!

¡Tren, rómpete contra el freno de la espuela!

¡Vapor, navega directo al muelle y rájate contra él!

Automóvil manejado por la locura de todo el universo, precipítate

Por todos los precipicios

Y estréllate ¡trz! ¡Despedázate en el fondo de mi corazón!

¡Á moi, todos los objetos proyectiles!

¡Á moi, todos los objetos direcciones!

¡Á moi, todos los objetos invisibles de veloces!

¡Golpéenme, traspásenme, rebásenme!

¡Soy yo quien me golpea, quien me traspasa, quien me rebasa!

¡La rabia de todos los ímpetus se cierra en círculo-mí!

 

Hela-ho ho tren, automóvil, aeroplano mis ansias,

Velocidad entra por todas las ideas dentro,

Choca con los sueños y pártelos,

Chamusca todos los ideales humanitarios y útiles,

Atropella todos los sentimientos normales, decentes, concordantes,

Coge en el giro de tu volante vertiginoso y pesado

Los cuerpos de todas las filosofías, los trapos de todos los poemas,

Rómpelos y quédate sólo tú, volante abstracto en los aires,

Señor supremo de la hora europea, metálico en celo.

¡Vamos, que la cabalgata no tenga fin ni en Dios!

¡Vamos que aunque yo quede atrás de la cabalgata, que yo quede

Arrastrado a la /*cauda / del tren torcido, /* vaciado / , perdido

/*Pobre de mí /, mi cuerpo y mi alma /*alcanzando mi mayor altitud /

De donde ansío utopías de rebasar el universo,

De dejar a Dios atrás como un marco miliario

De librar el m (…)

 

Me duele la imaginación no sé cómo, pero es ella la que me duele.

Declina dentro de mí el sol en lo alto del cielo.

Tiende a comenzar el atardecer en lo azul y mis nervios.

Vamos, oh cabalgata, ¿en quién más me cambiarás?

Yo que, veloz, voraz, comilón de energía abstracta,

Quería comer, beber, desollar, y arañar el mundo,

Yo, que me contentaría solamente con pisotear el universo,

Pisotear, pisotear, pisotear hasta no sentir…

 

Me siento fuera de cuánto imaginé que quise,

Que aunque todo quisiera, todo me faltó,

(…)

 

Cabalgata desmantelada por encima de todas las cimas,

Cabalgata desarticulada por debajo de todos los pozos,

Cabalgata vuelo, cabalgata saeta, cabalgata pensamiento-relámpago,

Cabalgata yo, cabalgata yo, cabalgata el universo yo.

Helahoho-o-o-o-o-o-o-o…

 

Mi ser elástico, muelle, aguja, trepidación…

 

 

Traducción del portugués de Mario Bojórquez

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