Presentamos una muestra del poeta Juan Domingo Aguilar (Jaén, 1993). Finalista de la V edición de Ucopoética, forma parte de la antología La Grieta, publicada por Bandaàparte Editores. Finalista del I Premio de Poesía Esdrújula con su libro La chica de amarillo. Ha antologado, junto con Jorge Villalobos, Algo se ha movido, 25 jóvenes poetas andaluces (Esdrújula Ediciones) y aparece en Granada no se calla, antología de textos contra la violencia machista (Esdrújula Ediciones). Su libro Nosotros, tierra de nadie ha obtenido el XXXIII Premio de Poesía Villa de Peligros.
35 MILÍMETROS
Impares. Fila 13. Butaca 3. Te espero / como siempre
Pablo García Baena
Todas las noches las butacas rojas
desgastadas el baño azulejos con estampados
setenteros las escaleras refrescos y palomitas arriba
todas las noches películas alemanas suecas españolas
italianas cine de autor miércoles Fila 15 Butaca 7
no hay más de cuatro personas
nunca he visto esta sala llena
el Prevost empieza a sonar
se escucha el ruido del viejo proyector
la pareja que hay sentada en la fila de atrás
se abraza ella inclina la cabeza ligeramente
sobre el hombro del chico
termina la película al salir
los miro durante unos segundos
las calles parecen recién regadas
el camión de la limpieza pasa siempre
a la misma hora después de la última sesión
recuerdo aquel sábado de noviembre
sesión de las 18:00 te espero en la puerta
a la salida me abrazas la multitud tus ojos
lloras cansada me miras tus ojos parecen
de una actriz fracasada de Hollywood
al salir del cine como siempre
las calles parecen recién regadas
recuerdo la última sesión que vimos juntos
recuerdo el sonido de aquel proyector
quizás la poesía habita en lugares así
cámaras de 35 milímetros
quizás la poesía sea solo eso
viejas historias que proyectamos sobre un papel
LOS AEROPUERTOS
No me gustan los aeropuertos:
esperar sentado siempre sólo
al lado una silla vacía
mirar de vez en cuando hacia los lados
no me gusta el ritual obligado de la cola de embarque
el duty free los turistas comprando todo
lo que puedan meter en su maleta de mano
regalos para sus hijos sus padres sus esposas
para la chica que conocieron la semana pasada
quisieran viajar con ella en avión juntos
hacer noche en el aeropuerto juntos
preparar las maletas juntos todo el ruido
el sonido de las ruedas los cafés juntos
los pitidos al pasar por el escáner pensar en ti
me gustaría que aparecieras corriendo
antes de montarme en el avión que me digas
no te vayas hoy no te vayas.
Habría estado bien hace unos años.
Los dos juntos en algún aeropuerto
los dos juntos viajar a Berlín,
guardo los billetes que compramos
es como llevar un cadáver en el maletero del coche.
LAS BIBLIOTECAS SON COMO LOS TANATORIOS
Las bibliotecas son como los tanatorios
te encuentras con viejos conocidos preguntas
lo justo para que parezca que la conversación
te importa y que todo va como siempre bien
las cosas siempre tienen que ir bien si dices
que las cosas no van bien la conversación
se puede alargar más de lo recomendable
las bibliotecas son como los tanatorios
acaban apareciendo todos los que una vez
formaron parte de tu vida para dar el pésame
las bibliotecas son como los tanatorios
todo el mundo mira al suelo sin saber qué decir
esperando que llegue otro que ocupe el sitio vacío a su lado
todos caminan hacia la salida y vuelven
como si fueran a marcharse pero no quisieran
las bibliotecas son como los tanatorios
todos fuman en la puerta todos esperan en silencio
todavía estoy terminando un cigarro
pensando en las últimas palabras que me dijiste
antes de pedir que te dejara en paz que me dejes
es lo único que ha quedado de meses enteros sin dormir,
días llenos de planes al principio luego por la noche dudas
las bibliotecas son como los tanatorios
siempre escucho tu voz por los pasillos
como si fuera la primera vez que nos encontramos
después alguien se acerca me pregunta por ti
las bibliotecas son como los tanatorios
nadie quiere ir pero siempre están llenos
PRÓXIMA ESTACIÓN: CANNON STREET
A Pablo Calvache.
El estropajo es temporal,
me digo,
el jabón es temporal,
me digo.
Próxima estación: Cannon Street.
Me digo que las llagas de mi abuelo,
que las llagas en los brazos de mi abuelo
al volver del taller de BMW,
en Múnich,
sirvieron para algo más, me digo,
que para pagar su funeral.
Próxima estación: Cannon Street.
Que los pinchazos que mi abuela,
que los pinchazos en los dedos de mi abuela
mientras cosía vestidos para los nuevos ricos de París,
en un cuarto trasero
de París,
sirvieron para algo más,
me digo,
que para ayudarme
a llegar a fin de mes.
TODOS LOS VESTIDOS/TODAS LAS MUJERES
Un padre se lanza con su bebé por la ventana del cuarto piso del hospital de La Paz
TVE, 3 de febrero de 2017
El padre entró en la habitación agarró
a su hija de cinco años saltó por la ventana
te voy a dar donde más te duele dijo
a la madre que lloraba en la cama
sin poder levantarse lloraban todas
las mujeres al mismo tiempo en esa habitación
todas las mujeres que por la noche
se acercan a la cuna de sus hijos y lloran
cuando escuchan el sonido de la puerta
todas las mujeres que suspiran cada vez
que el padre de sus hijos sale de casa
que utilizan gafas de sol y por la noche
tapan con maquillaje las muestras de cariño
que golpean su cara cada día
la basura está llena de todos los vestidos
de todas las mujeres que esta noche
no volverán a casa
LAS MADRES CANSADAS
Una patria Señor, una patria pequeña, como un patio o una grieta en un muro muy sólido. Una patria para reemplazar a la que me arrancaron del alma de un sólo tirón.
María Teresa León
Quiero ser todas las madres
todas las mujeres que parieron
sobre este lugar a sus hijos
los que trabajaron el campo
quiero ser todas las madres
todas las mujeres que parieron a las trabajadoras
todas las mujeres que cantaron un himno
con la voz clara
ya no seremos pobres
quiero ser todas las madres
todas las mujeres que alumbraron soldados
que volvieron de la guerra que cantaron un himno
con la voz alta
no queremos más pistolas
quiero ser todas las madres
todas las mujeres que empuñaron un fusil
fotógrafas maestras reporteras
actrices músicas poetas
todas las madres
que ahora sirven de cultivo
para la tierra que sus hijos trabajan
quiero ser todas y cada una de las madres olvidadas
que yacen bajo las lápidas de este país
POÉTICA II
A Ramón Repiso
A pesar de sus ojos he salido a la calle,
a pesar de sus ojos me ha tocado vivir.
Javier Egea
A pesar de tus ojos escribir
salir a la calle
decir algo que valga la pena
verte a lo lejos
sonriendo en un bar
escuchar tu voz
volver a casa sentarme
delante de un papel en blanco
escribir sentir el dolor
poco a poco las palabras
se colocan una detrás de otra
acaban pareciendo un poema
una herida abierta que sangra
esto debe ser la poesía me digo
esto es la poesía:
escribir en defensa propia