Continuamos con la serie Xochitlájtoli, muestra de poesía en lenguas originarias, coordinada por Martín Tonalmeyotl. Ahora es turno del poeta Víctor Terán (Víctor Hernández López, 1958). Originario de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca. Profesor de enseñanza media superior. Sus poemas han sido publicadas en varias revistas. Asesor y becario del FONCA en tres ocasiones para Escritores en Lenguas Indígenas. Participó en la constitución de la Asociación de Escritores en Lenguas Indígenas. En el país ha publicado 6 libros de poesía, 2 de cuento y 2 libros en el extranjero. Como coautor tiene los poemarios: Like a New Sun – Como un sol nuevo, Phoneme Media, Los Ángeles, California, 2015; y el libro: Laguna Superior, Gubidxa soo, A. C., 2008. En la primavera de 2010 participó con David Huerta y Coral Bracho en el Tour de poetas mexicanos en el Reino Unido, realizando lecturas en el Instituto Cervantes y el Centro Southbank de Londres, también en Leeds, Oxford, Manchester, Glasgow y Edimburgo.
Biá’ naa
Biá’ naa.
Cadi guutixoolo’
dendxu’ huiini’
naca ladxiduá’.
Cadi gutaabiyaalu’
guiibatini xti’ guendarusaana
cue’ xquendanabane’.
Gucané,
gucané huiini’ naa.
Gunna xcuidi
chaahui’ chaahui’
riaaxha niidxi ruaa.
Compadécete de mí
Compadécete de mí.
No mates tan de golpe
el cordero
que es mi corazón,
no hieras
con la daga cruel del abandono
el corazón de mi existencia.
Ampárame,
acógeme por compasión.
Recuerda que los niños
poco a poco
se les aleja del pezón.
Xhoopa’ diidxa’ ruí’ xiinga guendaranaxhii
I
Guendaranaxhii
zedayaca sica ti xiixa nanaa
ni qui zanda guá’ binni xadxí
ne que quiba’ dí ra yanni.
Seis variaciones acerca del amor
I
El amor
viene siendo como un fardo gravoso
que no se puede traer por mucho tiempo
sin que uno no termine maldiciendo.
II
Guendaranaxhii
zedayaca sica ti ludxi bele ruaa gui’ri’,
sica gubidxa rihuinni guibá’:
zadu’yanu zuí’, málasi guibani,
zadu’yanu zié ne zeeda.
II
El amor
viene siendo como la flama de una vela
o como el sol que resplandece en el cielo:
vemos que decae, luego se aviva,
vemos que parte, otro día regresa.
III
Guendaranaxhii
dxiñayaga nga laa,
niidxi zee[1] guladi’ telayú,
niidxi zee ruxooñe’
lade le’ xti’ gunaa.
III
El amor
es miel que mana del árbol,
savia de elote desprendido en la madrugada,
savia que corre
en la huerta íntima de la mujer.
IV
Guie’ du’ga’[2] nga guendaranaxhii,
xquenda guchachi’[3], ná’ bidó’[4]:
Zánnanu cusiabirí ladxido’no
ne qui zadu’ya di’nu laa.
IV
Flor de higuera es el amor,
nagual de la iguana, manos de los dioses.
Anuncia su presencia en el corazón,
mas nunca lo podemos ver.
V
Guendaranaxhii
rie ne reeda sica huaxhinni.
Ni rie, riné ti ndaa ladxido’no,
ni reeda, redacaa xtindaa
lu ni biaana.
V
El amor
va y viene como la noche:
el que no vuelve, huye robándonos trozos del alma,
el que viene, llega a saquear
el corazón sobrante.
VI
Guendaranaxhii
qui gapa xiladxi’
sica guendahuará,
qui gapa guendabiaani’
sica guendaguti.
VI
El amor
florece sin desvelo
como las enfermedades,
no entiende de razones
como la muerte.
[1] Zee – elote: el elote (Del náhuatl élotl) es la mazorca tierna de maíz; durante la mañana sus granos son más jugosos y dulces.
[2] Guie’du’ga’ – flor de la higuera: en el istmo oaxaqueño existe la creencia de que únicamente los ciegos y mudos bien afortunados pueden llegar a ver la flor de la higuera: el ciego si la ve y anuncia el hecho, nadie le creerá por ciego; el mudo si la ve, nunca podrá comunicar su suerte.
[3] Xquenda guchachi’ – nagual de la iguana: La Iguana es un reptil parecido al lagarto, está generalmente provisto de gran papada y de una cresta espinosa a lo largo del dorso; su carne y huevos son comestibles. En esta región se cree que algunas personas tienen su “doble” o su emblema protector en la iguana, por lo que poseen el don de ser excelentes cazadores, y nunca sufren de la falta de medios para alimentarse.
[4] Ná’ ti bidó’ – mano de un dios o una diosa: los dioses son incorpóreos, por lo que no se les puede ver.