Presentamos un poema de Mario Bojórquez a propósito de la Navidad, una de las festividades más importante de Occidente. Bojórquez es uno de los poetas más destacados de su generación en toda la lengua española. Es autor entre otros libros de Divan de Mouraria, El deseo postergado y Memorial de Ayotzinapa.
Este es mi tío Sotero. A él le gustaba llamarse Javier y sabía de memoria cientos de boleros con sus autores e intérpretes. Tuvo vocación para la poesía pero su talento no alcanzó cultivo suficiente. Puedo recordarlo diciendo de memoria las 16 octavas reales de A una ramera, de Antonio Plaza. Luz y más luz, querido tío Sotero.
Mario Bojórquez
Brindis de Navidad
Para la memoria del tío Sotero (junto a él todos los hermanos de mi padre
que ya murieron: Roberto el mayor, Gilberto, Evaristo, Alberto y Roberto el pequeño)
Donde empieza la infancia/ hay siempre un hueco oscuro/ y una camisa a rayas/ Neblina de los tíos/ de corbatas eléctricas/ y una sonrisa tenue/ su bigote de línea/ En la consola añosa/ Manuel Bernal ensaya/ con lacrimoso acento/ la muerte inconsolada/ de aquel seminarista/ Los buñuelos ardiendo/ y su miel no se nombra/ ¿Quién soy yo en el estruendo/ de sobrinos anónimos?/ ¿Quién detiene sus ojos/ en el hostil flachazo/ del cuadrifronte cubo?/ La memoria inocente/ recuerda ya sin lágrimas/ su pijama mojada.
22 de diciembre de 2010
Kansas City, MO, USA