Versopolis es un programa europeo de literatura que cuenta con el apoyo de Europa Creativa, el propósito que tiene es el de promover la poesía escrita por los jóvenes poetas europeos a través de una serie de festivales con distintas sedes en Europa como los que dirigen nuestros amigos y colaboradores Ales Steger y Mite Stefoski, directores de los festivales Days of Poetry and Wine, en Eslovenia, y el Struga Poetry Evenings, en Macedonia, respectivamente; en Círculo de Poesía creemos en la literatura que están escribiendo estos jóvenes poetas y hemos decidido presentar a cada uno de los poetas que han sido seleccionados en este programa. En esta ocasión presentamos, en versión de Raúl Durán, al poeta Vladimir Đurišić, nacido en 1982 en Titogrado (actualmente Podgorica, en Montenegro), graduado en la Academia de Música de Cetinje, actualmente finaliza su tesis PhD en Teoría del Arte. Escribe poesía, música, ensayo y textos teóricos, también traduce del inglés. Sus poemas aparecen en diversas revistas literarias. En 2007 publicó su libro de poemas Nothing will soon explode (OKF, Cetinje), por el cual fue merecedor del premio nacional de poesía Risto Ratkovic. Ha trabajado como curador y jurado en el Festival de Música Espressivo. Asimismo, fue uno de los fundadores y editor principal del portal digital de literatura www.proletter.org . Actualmente se desempeña como profesor de Historia de la Música y Análisis de Estilo en la Academia de Música de Cetinje. De su obra se ha enfatizado la dispersión, el interés por lo performativo, la ruptura conceptual, el uso de estrategias neovanguardistas, los juegos de palabras, alteración de la sintaxis, la reescritura y tergiversación semántica. El poema que aquí se presenta, “The Love Song of Alfred Kitschawk” (escrito originalmente en inglés), nace a partir del clásico “The Love Song of J. Alfred Prufrock”, de T.S. Eliot. Se trata a todas luces de una reescritura bastante libre y lúdica, un coqueteo con el kitsch. Una apropiación que reinventa con gesto ridiculizante aquello que se entiende como lenguaje poético.
La canción de amor de Alfred Kitschawk
Vayamos entonces, a morir y hacer
(Y hacer y morir y hacer
Y luego deshacer)
Donde y cuando el inacabable porqué
La venganza del Yo contra el ojo
Contra el peso de retiros metafóricos
Que Tendieron el “El”
Como sábanas vacías de nubes
El gesto epifanizan, buscando
Cielo y encontrando esquí, hallando a alguien de los Be Gees
En Buscando a Nemo. Donde quien capta el Yo es derramado
Contra el gorrión en el ojo
Y se acompasa la tarde
Con damas de ojos grises,
Canturreando a Cummings
Y viniéndose.
Rumores de horas prueban las mujeres en cuartos, llamando.
De Michelangelo Antonioni hablando.
Estallido de cosas en un sueño de explosión
Como algo real se posa:
La importancia del auge del mal en una telenovela,
Persistente
En la falsa hombría de campesinos.
Los criminales son pacientes,
Errores de un mudo venderse
Redefinen la libertad,
Y tanto más tedio alcanzamos,
En más piel nos sentamos…
Y en verdad habrá tiempo.
Para escribir maravillosamente para los jubilados tontos
Habrá el pequeño Mito del Porqué
Cuando mi rezo anuncie:
“¿Debo morir hoy para escribir?”
Y he conocido ya los nombres que han muerto intentando
Prepararse en verbos, nombres todos-
Valientes en su luz, eternamente azules
Poesía eterizada en su espera midiendo
El ojo del que ve con cucharas de café
Me gusta el aroma de las palmas en Luto.
El ejército no espera. La sola palma de la mano
Que no puede dar vuelta a las páginas del diario
Besado en tinta fresca para ser abierto luego,
Mas no leído, nunca en verdad enrojecido, nunca en verdad crecido
En las montañas del Estéreo. La carne fresca de los hechos
Es cojerse a un poema, estar listo para matar por el
Rendido recuerdo, como chupan las mentiras
La verdad de la Memoria. La forma de un memorando
Que mira en desarraigo la mañana.
Liberando la cuota de la libertina prensa libre
Del pudor barato del bajo de Alberti.
Rumores de horas prueban las mujeres en cuartos, llamando.
De Michelangelo Antonioni hablando.
Presione ahora *.
Yo voy voy yo voy voy, voy, nena, al go go
Salones Altos de tacones Altos de esperanzas Altas de cimas Altas
De una canción en bocinas rotas.
No estoy drogado.
He de jurar que no recuerdo. Vendo
Mi reto a la atención tremante: nociones del
Dar, vigoroso adjetivo, es imposible
Decir lo que no quiero,
Fluido como amateur,
Llevado como la cuenta de un cuento,
Y firmemente terco
Como una joven muerte en un balcón:
¿Debo jugar hoy para escribir?
No soy yo mío, ¿entonces qué quiero decir?
Pero aunque he visto mi cabeza
(Levemente enloquecida)
He visto el momento de mi grandeza menguar
En twitter, lo he visto todo, lo he visto, pero
Diría en cambio que no es esto en absoluto lo que quise decir
cuando dije Absoluto en un psiquiátrico. Esto es vulgar,
Lo sé, lo sé, ahora lo sé, pero entonces…
Para decir. Yo soy Lázaro, venido de entre los muertos,
Vean mis espléndidos huesos, huélanlos, bésenlos, maten.
¿No fue una forma vergonzosa de parole, no lo fue?
Y volviendo a la palabra: ventana.
Debo voltear a Duchamp en Ventanas, debo.
Debo voltear. Debo voltear
De las cebollas la incansable blancura,
Lentos ángeles suspiran
Rendidos a académicos,
Al Telemach de Hamlet,
A la más pura adjetivación del ser.
Comienzo a prestar atención a
Las cosas del ser,
La cosa en sí.
Alea eyaculó:
Este.
Ikea, Ikea.
Debí haber sido donante de una clica de reggae
Convirtiendo los bajos ingresos de los nuevos
En la lógica ontología
De volverse chévere.
Y tanto más blando me vuelvo,
mucho más bravo me veo.
Nuestras falsas ilusiones. Nuestro
Enjevezco… envejezco…
Pero el oro de esto
Yace en la ayuda de la orina urgente
Que calla la talla para entallarse
Y en mí el rubor, juro que
Es mío mi pantalón.
Provocadores condones como algo suficiente.
Debí hacer sido un swinger conservador,
Dar lecciones de autocuidado, olvidando
Que la fortuna no está
afinada.
Tuve mi tiempo para ser terco y preguntar
Por qué la Geografía descansa en metáforas,
Sutil y terco como relojes digitales
Crecidos en las muñecas
Como el estéreo que no nació nunca en Montenegro,
Donde las montañas yacen en un sea así
Convexidad conveniente de la lógica de una Boutique,
Donde el líder de las Tiny shoulders come un durazno y piensa
Que es imposible el juicio. Soy casi un rey.
No creo que vayan a pecar contra mí.
Quiero creer (frase ingeniosa)
Que quieren que les mienta en fases. Quiero ser real
Como alusión a verlas parte de mi herencia,
En una culpa de morfina.
Tenemos una dama lavandera muerta en los cuartos
Las gaviotas que comen nuestros restos junto a chicas marinas
Aún entonada voz,
En una cueva,
En un amanecer.
The Love Song Of Alfred Kitschwak
Let us go then, do and die,
(and do and die and do
and then deny)
Where and when never ending why
Revenge of the I against the eye
Against the gains of metaphorical retreats
That Spread the “The”
Just like empty sheets of clouds
Epiphanise the gesture, looking for the
Sky and finding skiing, finding Bee Gees guy
In Finding Nemo. Where catcher in I is spared
Against the sparrow in the eye
And evening is paired
With grayeyed ladies,
Cumming, humming
Cummings.
Hours of rumors prove the women in rooms, phoning,
Talking of Michelangelo Antonioni.
Burst of things in a dream of explosion
Poses as real:
Relevance of evil elevation in a Soap opera,
Persistent
In phony manhood of peasants.
The outlaws are patient,
Flaws of silent selling out
Are redefining freedom,
And more boredom we beat,
More leather we sit on…
And indeed, there will be time.
To write for the retired foolls wonderfully
There will be tiny Myth of Why
When I bare my pray:
“Must I die, to write, today?”
And I have known the nouns that already died trying
To be ready as verbs, noun them all-
Brave in reverb, everlasting everblue
Etherised poetry awaits measuring
The eye of a beholder with coffee spoons
I like the smell of palms in a Mourning.
The army isn`t waiting. The arm’s palm itself
That cannot open the pages of newspaper
Kissed by the fresh print, to be opened later,
But never read, never really red, never really grown
Into Stereo mountains. Fresh meat of facts
Is fucking a poem, being ready to kill for the
Rendered remembering, like lies suck out
The truth from Memoirs. Form of a memo
Looking rootless in the morning,
Freeing the libertine free press fee
From Alberti bass of cheap embarrassment.
Hours of rumors prove the women rooms, phoning,
Talking of Michelangelo Antonioni.
Now press *.
I go go I go go, I go, girl, to go go
High halls of High heels High hopes of High peaks
Of song on broken speakers.
I am not high.
I shall swear I do not remember. I sell
My dare to a shivering attention: notions of
Giving, vigorous adjectives, it is impossible
To say what I don’t mean,
Fluid as a dilettante,
Led as a tale’s tail,
And solidly stubborn
As a young death on a balcony:
Must I play, to write, today?
I am not mine. So, am I mean?
Though I have seen my head
(going slightly mad)
I have seen the moment of my greatness weaken
On twitter, I have seen it all, I have seen it, but
I should say in return that this is not what I meant at all
When I meant All in a mental hospital. This is naughty,
I know, I know, I know now, but then…
To say. I am Lazarus, come from the dead,
Look at my lovely bones, smell it, kiss it, kill.
Wasn’t it shameful form of parole, wasn`t it?
And turning toward the word: window
I have to turn to Duchamp in Windows, Dos.
I have to turn. I have to turn on
Onions restless whiteness,
Slow angels breath
Rented to academics,
To Hamlet’s Telemach,
To the purest adjectivness of being.
I begin to pay attention to
Things of self,
Thin itself.
Alea ejaculated:
East.
Ikea, Ikea.
I should have been a payer of reggae crew
Transforming the low incomes of newcomers
Into logical ontology of
Becoming cool.
And softer I become,
The braver I look.
Our phony illusions. Our
I grow gold… I grow gold…
But the gold
Lies with the help of urine rush
Hushing the tail to be tailored
And me to blush, swearing that
My trousers are mine.
Arouser condoms as a mode for enough.
I should have been a conservative swinger,
Giving lessons of self preservation, forgetting
That the fortune is not
In fine tuning.
I have had my time for being stubborn to ask
Why Geography lies in metaphors,
Subtle and stubborn as digital watches
Grown in wrists
As stereo never grown in Montenegro,
Where the mountains rest in let it be
Convenient convexity of a Boutique logic,
Where the tinyshoulder leader is eating peach, thinking
Impeachment is impossible. I am nearly a king.
I do not think they will sin against me.
I want to believe (ingenious phrase)
They want to be lied to, in phases. I want to be real
As an allusion to see them part from my heritage,
In a morphine guilt.
We have laundry lady dead in the chambers
The sea gulls eating our remains by the sea-girls
Still humming voice,
In a cave,
In a dawn.