Poesía mexicana actual: Andrea Rivas

Presentamos una selección poética de Andrea Rivas, (Puebla, 1991). Es poeta y traductora. Estudiante de maestría en Literatura Hispanoamericana en la BUAP.  Obtuvo la distinción Herminia Franco Espinosa por la mejor tesis de licenciatura en 2017. Segundo lugar del premio Filosofía y Letras de la BUAP. Ganadora del Premio 49 de la Revista Punto de Partida de la UNAM. Becaria Interfaz 2018. Fue nombrada Silver Poet por la Asociación de Escritores de China en el primer Premio Internacional de Micropoesía. Sus trabajos de traducción han aparecido en Círculo de Poesía, Valparaíso México y Editorial Planeta.

 

 

 

 

الآب

 

Los hechos son estos
un cáncer en tu estómago me dejó sin padre
a los dos años

Nunca pregunté por ti nunca supe
tu cumpleaños ni la fecha de tu funeral
& siempre creí que eras ingeniero
hasta que en algún lado escuché que tú
tampoco entendías de números & ese día
asumí que quizá te hubiera gustado saber
que soy poeta

Casi alcanzo tu edad papá mi novio ya es tres años más grande que tú
& cuando peleamos pienso
qué me aconsejarías hacer pero qué puede aconsejarme
un hombre-a-medias un hombre débil que no conozco & que no tuvo las fuerzas
para quedarse a hacer lo que tenía que hacer
que era crecer para su hija & darle consejos
cuando ella también creciera & tuviera un novio
& estuviera perdida

Quizá a ti tampoco te dieron consejos papá
& por eso te moriste & no fue tu culpa
sino de los que no te hicieron entrar en razón
cuando te abalanzabas hacia la muerte
o te fuiste de mi mundo porque estabas harto de sugerencias
& creciste tumores que te llevaran a descansar lejos

¿Descansas papá
aún cuando escuchas mis quejas diarias
mi odio nocturno a tu debilidad
a haberte muerto con una lengua
que no me regalaste que no me enseñaste a hablar
-papá yo quiero escribirte en árabe & me da rabia
porque tú no supiste dejarme una voz mía que supiera hablar de mi sangre-
& luego mi arrepentimiento por no saber entender
que tú no podías decidir quedarte?

Cuando tacho tu apellido de mi nombre
no te niego
es solo como cuando me niego a ver los videos
que guardan tus movimientos y tu voz
como negarme a darle play al VHS
donde dice cuándo naciste & qué te gustaba comer
si odiabas a los poetas
& si me querías & si tenías sueños
o si eras un buen amigo o un nefasto perdedor
pero papá quiero que entiendas
que yo no puedo saber esas cosas
que aprehenderte me hace daño
que tu imagen vacía es lo más cálido
& la mejor herencia que puedo pedirte
que este poema solo existe porque yo sé
que mientras no inicie la videocasetera
yo puedo dibujarte un rostro & llamarte papá
& pedirte consejos & pensar que escuchas
que quieres escuchar que te gusta leer poemas
que te gusta que te hable que te gusta que te pida consejos
& cuando se reproduzca el conocimiento papá & sepa quién eres
& no me quede nada más por saber de ti
el poema se cierra
& te mueres papá
te mueres.

 

 

 

auto traiciones

esta lluvia no es más que una insoportable y fina niebla
estás caminando hacia mí
la fosca no me perfora los huesos
hay humo elevándose de tus labios:
Intento deslizarme dentro
pero tampoco yo logro ahogarme.

 

*

 

abro, en la oscuridad, los ojos, giras en la cama
tu espalda una ciudad con todas las luces encendidas
me pregunto dónde estaría mi hogar & suave señalo el sitio con el índice
tus omóplatos se hinchan mientras suspiras en sueños.
miro microscópicas puertas abrirme el paso.

 

*

 

cómo aprendí a bailar
cuando entendí que nací de este modo
no Wilde ni Víctor Hugo sino mujer
que no debo hacer una fiesta de mis caderas
que de mí se pide tan solo
cerrar los ojos y seguir tus pasos.

 

*

 

el retrato de tu espalda
un tigre
estirar sus huesos al salir el sol
tras atravesar un inmenso río
en el momento exacto en que la luz
ocurre sobre sus omóplatos

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