Luis Quintais obtiene el Prémio Literário Casino da Póvoa

Luis Quintais (Angola, 1968) ha obtenido el importante Prémio Literário Casino da Póvoa por su libro A Noite Imóvel (Assírio & Alvim, 2017). El libro de Luis Quintais, escogido entre 12 finalistas de un total de 45 obras candidatas, fue seleccionado por un jurado que incluyó al novelista Almeida Faria, la poetisa y ensayista Ana Paula Tavares, el escritor João Pedro Mésseder, la poetisa Maria Quintans y la artista plástica, actriz y escritora Marta Bernardes. 
Recientemente Luis Quintais fue incluido en la antología Lluvia oblicua. Poesía portuguesa actual, editada por Círculo de Poesía Ediciones y que fue traducida por Mijail Lamas. A continuación presentamos uno de los poemas incluido en esta muestra de poesía lusitana y que se presentará el día 28 de febrero en la Feria del Libro de Minería, a las 16 horas, en la sala Usos Múltiples, del Palacio de Minería.   

 

 

 

 

 

LAMENTO

por Luis Quintais

 

En Memoria de Paulo Jorge Valverde (1961-1999)

 

1

 

Al contrario de mí, sé que siempre amaste

las fotografías, porque siempre estuviste

próximo, jocosamente cerca de la muerte.

Y ella brillaba contigo a través del fulgor

de las imágenes.

En el preámbulo de tu regreso

¿Qué hacía yo? Estaba en Granada,

de pura casualidad. De pura casualidad visitaba la casa de Lorca

y sus ojos tenían algo temible.

Era una de esas fotografías en que el poeta

sonríe para la cámara

sosteniendo, alegre, a uno de sus sobrinos.

Sentí el lacerante rumor de aquellos ojos,

como si se tratara del eco de tu nombre

que el futuro se encargaría

de devolverme intacto.

Rodeado de aséptica atención, morías despacio.

Cuidados intensivos. Que expresión más acorde

con la única intimidad que conocí de ti,

lo que se exponía en este lugar, en este purgatorio

de máquinas y escalas afinadas

para la tenue línea de la vida que se escapaba de tu cuerpo.

 

 

 

2

 

Ya no estamos a tiempo.

Y es que te encuentro ahí,

en un lugar de pesadilla, un lugar de fría,

metálica arquitectura.

Se ruega a la palabra,

el único modo de que recobres los sentidos,

la única esperanza. ¿Qué te diré al borde de esta cárcel de reservas

en que te encuentras envuelto?

La palabra que te traerá hasta mi mesa,

donde asistiremos juntos

al desfile de lo indeterminado,

nosotros, los que siempre amamos

las explanadas

donde lo indeterminado comienza a cantar.

Los ojos de Lorca atraviesan largos corredores de aflicción

e invaden esta sala de agonía.

Nada puedo hacer sino perseguir

ficciones, que forzosamente nos habrán de salvar.

Si no es así, sólo nos queda sujetarnos a la pérdida, a la desesperación.

Oigo el viento que se desprende

de los árboles de São Tomé, y que están

en las fotografías que me envías,

o mejor aún, imagino las brujas que se transforman

en pájaros,

únicamente para habitar las postales que me envías.

 

 

 

3

 

Sobreviviéndote, quizá te haya traicionado.

¿Habré sido yo aquel que te condujo de la mano

hasta el lugar convulso

donde para leer se implora la luz y se obtiene el silencio?

Te alejaría de este silencio.

¿Cómo hacerlo? ¿Sabré cambiar de isla?

¿Sabré merecer la isla difícil, la isla de las fantásticas deserciones

donde escudriñaremos por fin el mar?

 

 

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