Poesía Mexicana Actual: Josué Téllez Arzate

Presentamos tres poemas de Josué Téllez Arzate (México, 1987). Poeta y narrador. Reside actualmente en Roanoke, Virginia, Estados Unidos. Sus cuentos de tema fantástico han sido publicados en diferentes medios electrónicos.

 

 

 

Pasear a un gato

 

Le dijiste que sería divertido
subir por las escaleras
a la azotea para jugar
dentro de un barril de madera,
y él lo hizo.
¿No se te ocurrió
que sería peligroso?
Lo tomaste de un dedo
y lo llevaste a la orilla;
hiciste que mis hermanas
lo vieran caer.
Volviste a mi padre alcohólico
y a mí madre gorda,
nos dejaste en esa esfera de nieve
y agitaste con fuerza.
Traté de llenar ese hueco en la familia,
pero no pudimos ser felices
aún intentando convencernos
de que las alas de los
ángeles existen
y que mi hermano
sólo había sacado a pasear
a su gato.

 

 

 

 

No soy significado

 

Quisiera besarte de fonemas
o pasar como aire vibrado en tu garganta,
la lengua en tu glotis disimulada,
tu fricativa bilabial en punta;
¿cómo saber qué intensidad tiene nuestro tonema?
¿cómo hablar de cadencia en tus matices
cuando las aspiraciones se transforman en lamentos?,
no quiero los alófonos de una caricia:
todo es una pregunta y puntos suspensivos…
a veces te divido en sílabas
—quisiera ser vocal: sinalefa de tu aliento—
y te busco los grupos tónicos
pero tú: átona me perteneces,
y cuando hay un silencio absoluto
detesto ser significante y no significado.

 

 

 

No estoy loco, no estoy loco

 

El mundo regresa hacia el sol
el odio: un eco
no presumas, no presumas,
eres un pinche ensayito andando
un mal amigo
¿somos amigos?
no te beso, no quiero que te hagas ilusiones;
mañana hablamos
¿y si mañana muero?,
descansa…
eres un él::: el misterio,
que condena no olvidar nada

¿dónde estás Señor de los suicidas
por qué me ocultas tu nombre?
no me abandones:
no tengo la fuerza de Job
la convicción de Daniel
la paz de Judas

me lanzo por la ventana de mi cuarto
hay una pared enfrente
nunca caigo
la electricidad se agota
y todo musgo

enfermo.
“No estoy loco, no estoy loco, no estoy loco”
la soledad cansa, la tristeza habla:
esta combinación es agua…

¿Continuar?
no sé vivir de día
estoy primitivamente muerto
la pasión incita la rama encendida en mi pecho;
si estoy loco
¿qué sobrevendrá mañana?

 

 

 

Abrázame

Agua solar
y la asfixia con la almohada no sofoca
¿eso es vida?,
no: es vacío

son las doce
y afuera no cicliona tanto como adentro;
quiero comer algo;
en el refri sólo leche caducada y una zanahoria

necesito de la gente,
de una buena mujer que sepa escoger limones…
extraño comprar toallas sanitarias

los cuchillos me sonríen con sus dientes plata
tomo uno: habla en mi cuello: dice:
“las patas de las gallinas van en agua caliente
para tu collar de protección”
empujo y se dobla a carcajadas.
otro más pequeño se aferra a mi muñeca y grita:
“papá, papá” y la risa no lo deja sostenerse

no hay sangre, estoy seco,
¿a quién quiero impresionar?, no hay nadie…
¿no me quiero hacer daño?,
regreso a la cama y el sabor amarillo de la bilis
empantana mi paladar

veo al Cristo encima de la cabecera
mis rodillas tocan la almohada
con la mano derecha aprieto su cruz
le pido:
“baja de ahí
saca los clavos de tus manos
y abrázame…
abrázame”.

 

 

 

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