Presentamos, dentro de la muestra de Poesía de la India que coordina y traduce Gustavo Osorio de Ita, al poeta Chilip Ditre. Nació en Baroda, en 1938 en una comunidad de CKP de habla marathi. Su padre, Purushottam Chitre, solía realizar una publicación periódica llamada Abhiruchi, sumamente apreciada por su alta calidad y su cariz independiente. Su abuelo, Kashinath Gupte, fue un experto en Tukaram, poeta y santo hindú del siglo XVII, lo cual sirvió de introducción para Chitre a la poesía. La familia de Dilip Chitre se mudó a Mumbai en 1951, donde publicó su primera colección de poemas en 1960. En 1975, fue galardonado con una beca por el prestigioso Programa Internacional de Escritura de la Universidad de Iowa en Iowa City, en los Estados Unidos. También se desempeñó como director de la Biblioteca de Poesía de la India, el archivo y centro de traducción en Bharat Bhavan, donde colaboró con diversas fundaciones en torno de múltiples artes. También convocó un festival mundial de poesía en Nueva Delhi, seguido de un simposio internacional de poetas en Bhopal. Es considerado uno de los poetas más importantes de la india post-independiente. Murió en el 2009.
Padre regresando a casa
Mi padre viaja en el último tren de la tarde
De pie entre los silenciosos pasajeros en la amarilla luz
Los suburbios se deslizan bajo sus ojos que miran nada
Su camisa y pantalón están empapados y su impermeable negro
Manchado de barro y su bolsa llena de libros
Se está cayendo a pedazos. Sus ojos se oscurecieron con la edad
desvaneciéndose en su viaje a casa a través de la húmeda noche del monzón.
Ahora puedo verlo bajando del tren
Como una palabra cayendo de una oración larga.
Se apresura a lo largo de la grisacea plataforma,
Atraviesa las vías del tren, entra en el carril,
Sus sandalias se adhieren al barro, pero él no deja de avanzar hacia adelante.
De nuevo en casa, lo veo tomando diluído té,
Comiendo un chapati rancio, leyendo un libro.
Entra al baño a contemplar
El extrañamiento del hombre ante un mundo hecho por el hombre.
Al salir tiembla delante del lavabo,
El agua fría corre sobre sus manos color café,
Unas cuantas gotas se aferran a los vellos grises en sus muñecas.
Sus sombríos hijos a menudo han rehusado compartir
Bromas y secretos con él. Ahora él buscará conciliar el sueño
Escuchando la estática en la radio, soñando
Con sus ancestros y nietos, pensando
En nómadas que entran en un subcontinente a través de un estrecho paso.
Father Returning Home
My father travels on the late evening train
Standing among silent commuters in the yellow light
Suburbs slide past his unseeing eyes
His shirt and pants are soggy and his black raincoat
Stained with mud and his bag stuffed with books
Is falling apart. His eyes dimmed by age
Fade homeward through the humid monsoon night.
Now I can see him getting off the train
Like a word dropped from a long sentence.
He hurries across the length of the grey platform,
Crosses the railway line, enters the lane,
His chappals are sticky with mud, but he hurries onward.
Home again, I see him drinking weak tea,
Eating a stale chapati, reading a book.
He goes into the toilet to contemplate
Man’s estrangement from a man-made world.
Coming out he trembles at the sink,
The cold water running over his brown hands,
A few droplets cling to the greying hairs on his wrists.
His sullen children have often refused to share
Jokes and secrets with him. He will now go to sleep
Listening to the static on the radio, dreaming
Of his ancestors and grandchildren, thinking
Of nomads entering a subcontinent through a narrow pass.
La tala del árbol de Banyan
Mi padre les dijo a los inquilinos que se fueran
Aquellos que vivían en las casas que rodeaban nuestra casa en la colina
Una a una las estructuras fueron demolidas
Sólo quedó en pie nuestra propia casa y los árboles
Los árboles son sagrados solía decir mi abuela
Talarlos es un crimen pero él los masacró a todos
El sheoga, el oudumber, el neem fueron todos cortados
Pero el enorme árbol de Banyan permaneció de pie como un problema
Cuyas raíces yacían más hondamente que todas nuestras vidas
Mi padre ordenó que lo quitaran
El árbol del Banyan era tres veces más alto que nuestra casa
Su tronco tenía una circunferencia de más de quince metros
Sus esmirriadas raíces aéreas caían al suelo
A nueve metros o más de distancia así que primero cortaron las ramas
Aserrándolas durante siete días y la pila se volvió enorme
Insectos y pájaros comenzaron a abandonar el árbol
Y luego llegaron a su enorme tronco
Cincuenta hombres con hachas golpearon y golpearon
El gran árbol reveló sus anillos de doscientos años
Observamos con terror y asombro la masacre
Como una cruda mitología nos reveló su edad
Poco después salimos de Baroda camino a Bombay
Donde no hay árboles excepto aquel
Que crece y se filtra en los sueños de uno, sus raíces aéreas
Buscando el terreno para asestar el golpe.
The Felling of the Banyan Tree
My father told the tenants to leave
Who lived on the houses surrounding our house on the hill
One by one the structures were demolished
Only our own house remained and the trees
Trees are sacred my grandmother used to say
Felling them is a crime but he massacred them all
The sheoga, the oudumber, the neem were all cut down
But the huge banyan tree stood like a problem
Whose roots lay deeper than all our lives
My father ordered it to be removed
The banyan tree was three times as tall as our house
Its trunk had a circumference of fifty feet
Its scraggy aerial roots fell to the ground
From thirty feet or more so first they cut the branches
Sawing them off for seven days and the heap was huge
Insects and birds began to leave the tree
And then they came to its massive trunk
Fifty men with axes chopped and chopped
The great tree revealed its rings of two hundred years
We watched in terror and fascination this slaughter
As a raw mythology revealed to us its age
Soon afterwards we left Baroda, for Bombay
Where there are no trees except the one
Which grows and seethes in one’s dreams, its aerial roots
Looking for the ground to strike.
La puerta que dudé en abrir
La puerta que dudé en abrir
era el otoño
luminoso mes del que no recuerdo
nada
El hedor de las hojas podridas en su voz
Mientras las sombras sensuales de los árboles ardían en el río
me convertí en un insecto de soledad entre la yerba
Sentado al borde de ese tiempo
y en la ocre penumbra del bar
respiré los sonidos del campo y su efímera calidez
Absorto miré sus labios
heridos finamente por una sonrisa
Traté de predecir el amargo sabor de un gin and tonic
cuando el brillo de su vaso reflejó justo en mis ojos
Borrachos regresamos más tarde a casa y nos desvestimos
antes de que apagara la luz y viera sus delicados hombros
Qué viento le hacía el amor a la fronda de los árboles
fuera de la puerta que dudaba en abrir?
En el oscuro olor de la carne cocida
ciego te lamí con lenguas
de placer y dactilares de miedo
En mis recuerdos eres un tratado de luz
escrito en braille
Nos mecimos en la cuna vacía de la tarde
el vaivén a través de la noche
Ah mi descreído amado dijiste:
“el cielo se ha abierto en mi sangre
y vuela”
Ahora entiendo que el amor no me ha enseñado nada
soy incapaz de evadirme de mí mismo
Mis instintos son bestias sin bosques
mi alma es un ave sin cielo
Todo lo que escucho es el rayar del viento entre los árboles
la estertórea voz del mar a la distancia en mi cerebro
Sus pechos temblaban en la gris lluvia de mis dedos
La piel no tiene memoria y la memoria no tiene piel
Cómo puedo renegar de haber conocido la frescura de su boca?
Un perro aulló mientras hacíamos el amor
y el cristal de la ventana era blanco como el invierno
Ahora que he apagado las luces una sábana es
el olor de la carne quemada sobre el cuarto
y ella un profundo grano de sal para mi lengua que no olvida
Mañana el cabello del poema devendrá cano
El viento habrá cesado cuando yo aparezca
El triste hueco del baño con sus espejos interrogantes
Desperté y vi mi lecho blanco y vacío
me pregunté si lucía todo aletargado
miré los muros de mi habitación y fuera de la ventana
me pregunté cuál era el sentido de la palabra espacio
Abrí las llaves y miré el milagro que corría
me pregunté qué era en verdad el agua y por qué debía estar siempre húmeda
miré el espejo entonces profundo y claro
me pregunté si mi reverso era igualmente verdadero
Hojeo un libro con los poemas de Ghalib
en el que también se pregunta
cuál es la cura para este mal?
qué yerba habrá de nacer y qué cosa es en verdad el aire?
(Traducción de Alí Calderón)
The Door I Was Afraid to Open
The door I was afraid to open
Was autumns
One luminous month of remembering
Nothing
The dark smell of rotting leaves in her voice
While the sensuous shadows of trees burned in the river
I became an insect of solitude in the grass
Sitting at the very edge of the season
And in the yellow darkness of the bar
I inhaled another country’s noise and perishable warmth
Looked in astonishment at her lips
Finely injured by a smile
And tried to guess the bitter taste of gin and tonic
As the rim of her glass shone directly in my eyes
Later we traggered home and undressed
Before I turned the light off i saw her skinny shoulders
What kind of wind was making love to leafless trees
Outside the door I was always afraid to open
In the dark smell of cooking meat
Blindly I licked you with tongues
Of pleasure and fingers of fear
In my memory you are a treatise on light
Written on braille
We rocked in the afternoon’s empty cradle
Swinging across the night
‘O my unbelieving lover’, you said
‘The sky has opened in my blood;
Fly’.
Now i find that love has taught me nothing
I am unable to escape myself
My senses are beasts without forests
My soul is a bird without sky
All I hear is the fraying of the wind among splayed trees
The ailing voice of the sea in my mind’s own distance
And her breasts shivering in the grey rain of my fingers
The skin has no memory and the memory has no skin
Hoy can I claim to have known the wetness of her mouth
A dog howled while we made love
And the window-pane was White as Winter
Now that I have switched off lights it is only a sheet
The smell of roasted meat still lingers in the room
And she is a sharp grain of salt to my unforgetting tongue
Tomorrow the hair of my poem will suddenly turn grey
The wind will have fallen when I enter
The sad space of the bathroom with its questioning mirrors
I woke up and looked at my empty withe bed
Wondered if it looked slept in at all
I looked at the walls of my room and out the window
Wondered what the meaning of the Word space was
I opened the faucets and watched the rushing miracle
Wondered what water really was and why it had to be wet
Then i looked into the mirror which was deep and clear
Wondered if the reverse of me was equally true
Then I opened a book of Ghalib’s poems
In which he also wondered
What the cure of this disease was
What grass comes out and what really is the air.