Presentamos la nota introductoria a la muestra de Poesía boliviana actual escrita por mujeres, escrita por la poeta boliviana Jessica Freudenthal Ovando. Nació en Madrid, España, el 6 de junio de 1978. En poesía ha publicado hardware (Plural, 2004, Mención de Honor Premio Nacional de Poesía “Yolanda Bedregal”), Santa Muerte Cartonera (2010), Poemas Ocultos (Yerba Mala Cartonera, 2006), Hardware segunda edición corregida y aumentada (Plural, 2009),Demo(Catafixia 2009 y Plural 2010),El filo de las hojas (3600, 2015). Su obra puede encontrarse en antologías de Argentina, Alemania, Brasil, Chile, Colombia, España, Inglaterra, Italia, México, Perú, Uruguay y Venezuela, entre otros. Ha participado de numeroso festivales y encuentros literarios leyendo sus poemas, participando con ponencias y con Ludotecas de Palabras. En ensayo y trabajos de recopilación ha publicado Julio de la Vega: Obra Poética (Gente Común/UMSA, 2008), Cambio Climático: panorama de la joven poesía boliviana (Ediciones Patiño, junto a B. Chávez y J.C.R. Quiroga, 2009), también ha publicado artículos y traducciones en revistas impresas y digitales. Para niños y niñas editó la colección Patapata(Plural/Patiño 2007-2010) conformada por diez títulos de poesía boliviana. Colabora con diversas revistas literarias nacionales e internacionales, también proyectos editoriales como la Yerba Mala Cartonera y La Mariposa Mundial.
Todo tipo de alientos en el que se reproduce un camino infinito:
círculo de poesía escrito por mujeres de Bolivia (1972-1992)
Edición y compilación
Jessica Freudenthal Ovando
El título de la revista Círculo de poesía animó a que esta selección sea un “Círculo de Mujeres”, es decir: “además de una forma, un principio, [que] se opone al orden social, al orden jerárquico”[1]. Este círculo es un ritual de celebración, un espacio de exploración, de aprendizaje y reencuentro, donde reconocemos nuestro derecho a expresarnos y ser escuchadas. Pese a ser una muestra de mujeres, la selección de los textos no tiene necesariamente un enfoque de género ni sigue un orden cronológico; eso sí, elegimos veinte años de extensión en la línea de tiempo: poetas nacidas entre 1972 y 1992. En esta muestra encontramos una pluralidad de voces, un círculo infinito que no pretende ser “la selección última ni definitiva”. De allí el título de la selección tomado de los versos de Elvira Espejo Ayca:
Mira kasta sami puluy puluy puluy puluy/ Sinta maya sami puluy puluy puluy
Todo tipo de alientos/ En el que se reproduce/ Un camino infinito
La historia de Bolivia se entreteje con la de la literatura y la del mundo, desde este tejido presentamos los argumentos para elaborar una muestra de poesía escrita por mujeres de esta vasta región. Oficialmente llamada Estado Plurinacional de Bolivia desde 2010, en aymará Wuliwya, en quechua Buliwya y Voliviá en guaraní. Comprende un territorio de selva amazónica, valles, chaco y la región andina con cumbres elevadísimas; diversa geografía habitada por varios grupos indígenas que se comunican en 36 idiomas oficiales reconocidos, lo cual hace que Bolivia tenga una geopoesía posicionada desde la biodiversidad y la convivencia sociolingüística pluricultural.
Sin embargo, al hablar de nosotras, las mujeres que habitamos Bolivia, es imposible dejar de lado las palabras feminicidio, trata y tráfico, maltrato, brecha salarial, participación política, autodeterminación sobre nuestro cuerpo, entre otros temas fundamentales para la reivindicación, despatriarcalización y el ejercicio de nuestros derechos[2]. Asimismo, las mujeres de este territorio, hemos tenido una fundamental, pero siempre poco reconocida presencia en la vida política y literaria; como ejemplo la huelga de hambre de las mujeres mineras que derrumbó la dictadura de Hugo Bánzer Suárez en 1978.
Respecto a la literatura, por dar un ejemplo, Adela Zamudio (Cochabamba, 1854-1928) puede considerarse como una de las iniciadoras del pensamiento feminista en Bolivia[3], su poema “Nacer hombre” constata lo poco que ha cambiado la situación de la mujer, no solo en este país, cien años después de haberlo escrito: ¡Oh mortal privilegiado, /que de perfecto y cabal/ gozas seguro renombre! para ello ¿qué te ha bastado? Nacer hombre.
Virginia Ayllón (1958), crítica y escritora, con hálito profundo desarrolla la temática a partir de la narrativa de cuatro escritoras bolivianas: “Las mujeres, en general, han estado, han vivido en el olvidadero de los grandes proyectos nacionales, lo que no significa que no hayan representado sus visiones sobre tales proyectos o, para decirlo de otra manera, no se hayan representado en ellos”[4]. Sin embargo, afirma también que “[p]ara tener una identidad de escritora hay que tener una identidad de mujer, sea lo que eso sea”.[5]
Ya en los años treinta, el aliento de Hilda Mundy en Pirotecnia, ensayo miedoso de la literatura ultraísta (1936), propone, creemos sin miedo, una imagen de la mujer totalmente distinta a la visión social y literaria anterior:
“Ya murió la época en que a una mujer se la comparaba metafóricamente a una sirena… una estrella… o una flor… Hoy es distinto… Hay adelanto… Hay fenómeno… La mujer fichada en 1936-37 se siente sufragista… chauffeur… aviadora… locomotriz… concertista… boxeadora… Tiene el don singularísimo de haber reemplazado al corazón con una máquina portátil de calcular…”
Voces, cantos, clamores y vocinglería. Emma Villazón (1983-2015) presenta en “Sonatina del otro costado” otro tipo de hálito exuberante y “desajustado” presenta una imagen de mujer, probablemente a partir de su propia experiencia migrante:
Va analfabeta del nombre de las calles /a las negras calles con barniz de siemprevivas /va a bordar la Constelación del Desamparo /a partir de unas verduras y sus temporarios /No hay retorno, Dios, ni costilla mágica: /érase una campesina maquillada / que se hizo astronauta al pasar la frontera
Para muestra un botón (otro redondel), quedarán siempre nombres pendientes. “Todo tipo de alientos” es una selección de una antología trilingüe de poesía escrita por mujeres de Bolivia, que esperamos no tarde mucho en ver la luz. Mientras tanto te invitamos a caminar por nuestro círculo de alientos que se elevan al infinito conformando constelaciones con el fondo y las formas del universo poético.
Jessica Freudenthal Ovando
La Paz, julio de 2019
[1]Jean Shinoda Bolen. El Millonésimo Círculo.
[2]Situación de las mujeres en Bolivia, Boletín,https://www.coordinadoradelamujer.org.bo/observatorio/archivos/destacados/boletin8mcompressed_86.pdf, Coordinadora de la Mujer, Observatorio de Género, 8 de marso de 2019.
[3]Los Tiempos, 2008; Ruiz, 1991; Lema, Choque y Jiménez, 2006
[4]Virginia Ayllón. Estado y Mujeres en la obra de cuatro narradoras bolivianas.https://revistas.unc.edu.ar/index.php/recial/article/view/14659/14594
[5]García, Mara Lucy. Escritoras Bolivianas de Hoy. La Hoguera. Santa Cruz. 2008.