En el marco de la muestra de Poesía boliviana actual escrita por mujeres, compilada por Jessica Freudenthal Ovando, presentamos una muestra poética de Micaela Mendoza Hägglund, nacida el año 1981 en La Paz, boliviana-sueca. Poeta, psicóloga transpersonal y enlazadora de círculos de mujeres. Coordinadora nacional del Asociación de Musicoterapia en Bolivia MUSAB. Publicó el libro “Lo mágico sombrío” el 2010 (Editorial Pasanaku). Creadora del fanzine ecofeminista “Felinas” el 2012 en Sucre. Parte del grupo literario “Letras transgresoras”. Ha participado en festivales, publicaciones y antologías de poesía nacionales e internacionales. Lanza el 2016 el disco musical y poético sonoro “Éter” junto al proyecto Mandala. Su libro “Áticos sonoros”(Editorial 3600) es condecorado como I Premio Nacional de poesía “Ópera Prima” 2018 en Bolivia.
QUINTETO DE NIÑAS FUEGO
Yo era la fuente de la discordia.
La dueña de la disonancia.
La niña del áspero contrapunto.
Yo me abría y me cerraba
con un ritmo animal muy puro.
Alejandra Pizarnik
I.
Tengo amigas imaginarias
pellizcándome los párpados,
toman té con mis traumas
en el desván del inquilino,
operan muñecas de trapo
con estiletes para collage,
esconden a sus monstruos(idades)
tras los armarios,
juegan dominó con los escombros
del cuarto de castigos,
escenifican su oculta oculta
a través de las dictaduras,
dibujan con crayón
el lugar de las desaparecidas.
Son clanes de niñas invisibles
burlando cada uno de los lugares ultrajados.
II.
JUGAR CON FUEGO
Fui niña on fire
Encendiendo fósforos
tras las rendijas de mis paringos
Escondiendo las cerillas
entre las fauces de mis vestidos
Jugando a la incendiaria
a la pesca pesca de hechiceras
a la liga liga revolucionaria
a la tula dinamitera
Toda auto-quemadura,
toda lúdica hoguera,
emergiendo subversiva
de mi malcriada piromanía.
III.
RAYUELA
He cruzado la zanja
y salto sobre el cemento
como si la locura
fuera el suelo pintado
de una rayuela
Yo
-la esquizofrénica-
siempre lanzo
la primera piedra,
siempre juego
la última carta,
siempre brinco
la misma cuerda,
siempre cruzo
debajo la escalera
del uno al diez
saltar
de la sátira al credo
saltar
del maleficio a la plegaria
saltar
de la diablura al rezo
saltar
de la infancia a la tortura
saltar
de la psicosis al encierro
saltar
del callejón al Cielo
rayuelear
IV.
NYMPHALIDAE
Una crisálida que incuba la guerrilla de las mariposas.
En el extravío te nombro,
-infanta que he extirpado-
para tomar forma de otra.
De otra niña que fuiste tú misma
pero que ahora soy yo
que te reintegro en el exilio
de esta piel que ya no nos sirve.
De esta piel que se descascara
interpelando a la hembra oruga
en el rincón del abandono.
V.
CENTRO DE RETENCION INFANTIL
En memoria a las niñas del “Hogar Seguro Virgen de la Asunción” de Guatemala
Somos las prófugas de los candados.
Las huérfanas de los desechables,
y las infractoras desaparecidas.
Las que inmolan el enclaustramiento
detonándose como criaturas molotov.
Las compatriotas de la insurgencia
amurallada entre texturas tornasoles.
Somos las presas de las llaves
bombardeando la libertad enrejada.
ÍNDICE DE FEMINICIDIOS
Cerradura en la boca
de todas las muertes
(muertas)
de aquellas bulliciosas
que
incomodan
incomodan
incomodan
Tijera social
que hace
zig zag zig zag
y tritura
a las lenguas secas
de tanto grito
sin voz/vos
CASA DEL ARTERROR
Aprender el arte de la inmovilidad
en la agitación del torbellino.
Octavio Paz
El cordel, 3 am
collar violento
sobre la yugular
Se desdobla la calle
tras la caída
de los huesos
Palabras de espuma
acumulando el escupitajo,
la flema sorpresiva
Manos inspeccionantes
Me cubro
Suelto lo soltable
Recubro
Cuerpo amuleto. Caparazón
Espectros de bruma
asaltando nuestro arte
Reptan
Sensación de cuchillos
Silencio. Silencios
Huyen
Nos encaramamos
Nosotras, ojos de estremecidas hierbas
Él, espasmo musical
Ahora vestimos ropajes
de ceniza y polvo
aguardando
la metamorfosis
del terror en el arte.