En el marco de la muestra de Poesía boliviana actual escrita por mujeres, compilada por Jessica Freudenthal Ovando, presentamos una muestra poética de Paola R. Senseve T. Ha publicado Vaginario (2008, La Hoguera), ganador del II Premio Nacional de Escritores Nóveles de la Cámara del Libro y Petrobrás; Soy dios (2011, La Hoguera), ganador del Premio Nacional de Literatura Santa Cruz de la Sierra; y Ego (2014, Ediciones Liliputienses, España).
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hace mucho que no hago nada, mamá
ningún movimiento muscular
o espásmico
soy un cúmulo de resistencia
rumiando un relámpago que no llega
esperándolo
para poder escribir
y rotar sobre mi propio eje genético
un segundo después de tu muerte, abuela,
nuestros cuerpos se van a tornar
en cristal
en plastilina sumergida en agua
o en el rigor de una espera
infectada por la impaciencia
hace meses que no hago nada, mamá
nada que te pueda inflar el pecho de orgullo
me he limitado a sacar la basura
en bolsas negras
a masticar carbohidratos
a imaginar qué haremos el día
en que el cuerpo de mi abuela
se desintegre en luz que
posteriormente se posará
con todo su peso
sobre nuestras narices
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vengo a Casa
al cuerpo de mi abuela
que levita sobre sábanas suaves
parece que el techo
es lo único que impide que
pase algo que
solo ella quiere
me pide que le pinte las uñas que
le depile las cejas dice que
siempre es mejor una vieja arreglada que
una vieja desarreglada
lo hago y de repente
su cuerpo liviano
adquiere peso
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¿alguna vez mi madre habrá mirado
su cuerpo?
¿alguna vez mirándolo habrá pensando
en mi cuerpo?
¿alguna vez mi abuela pensará en
su cuerpo
como un océano abrazado que está a punto de
rebalsarse?
¿algo así como nuestras vidas contenidas
nuestros ríos de saliva
en una sola respiración?
¿Ves, mamá?
estos cuerpos
son un cuerpo
un solo poema
la concatenación
genética
de la inercia
in apacible
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al fin y al cabo solo
nos vamos repitiendo solo
somos ecos del eco solo
somos rocas del mar solo
que van creciendo y solo
quebrándose
ninguna novedad
mi mamá
la mamá de mi mamá
yo
y la idea matemática
de alguien más
solo
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mi abuela tiene conjuntivitis
en sus ojos glaucoma
también tiene 95 años
no ve
no escucha
duerme todo el día
No conozco el Dato Exacto
de la edad de su tristeza
Se hacen las cosas, abuela,
se hacen.
No están detenidas,
aunque a veces quiero parar
solo para contemplar
las veces que respiras
desdeñando a la inercia
Sí se hacen, no es mentira
aunque debería decirle,
que no siempre
me porto bien
Aquí sobra razón, abuela,
sobra sentido
con paño húmedo
le saco las rocas lagañas
de los párpados
no se mueve, apenas respira
se resignó al dolor
a la incomodidad
a no tener control
le pongo un an ti bió ti co
en gotas
dos en cada ojo
Resulta irónico, ¿no, abuela?
después,
con fuerza
y desesperación
restriego mis propios ojos
para saber
un poco más
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me puse los lentes porque quería ver un poema
ver si encontraba el aro que perdí en la cama
o si podía contar las arrugas en el rostro de mi abuela
quería
mirarme al espejo con la boca abierta
y mapear mis caries
parame sobre la báscula
llegar a distinguir los números a 1.63 de altura
y por fin sentir el peso
pero no pude
me puse las prótesis
y en lugar de lupas
tenía unos espejos invertidos
de modo que al transcurrir el día
mamá se miró en mí
contó sus arrugas
y calculó que a mi abuela le faltaba muy poco para morir
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a veces hago cosas importantes
como levantarme de la cama,
ir al baño
y hacer pis con la puerta abierta
Luego vuelvo a la cama
y explosiono en millones de partículas
tan infinitas como
las posibilidades
desaparecer mi cuerpo
cosas importantes
como comer maní
con uvas pasas
de desayuno
mientras la nada ingresa
en la habitación
ocupándolo todo
botando las partículas
flotantes de mi cuerpo
para asentarse f i n a l e n t e
sobre mi cama
sin mí
Así me imagino que también pasaría con tu cuerpo,
abuela,
tu cuerpo que por los años
y todas las palabras que ya usaste,
es más ligero
F i n a l m e n t e f i n a l m e n t e
este cerebro con el que
te imagino desintegrada
es solo cuerpo
aunque me gustaría decir que
en verdad es con mi piel que
imagino tus partículas flotando
en el espacio abierto
con mi piel lisa que
es memoria
con mi piel lisa que
tantas veces observé al lado
de tu piel papel sábana
de tu piel lámina de hielo
y a pesar de todas las distancias de
los tiempos de
formatos de
fe
mis partículas están
hechas de las tuyas
este vademécum ancestral
es la única ciencia
que hay
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el territorio que fue el cuerpo de mi abuela
ha desaparecido
ya no tengo dónde tomar el té
con pan y mermelada
en la mesa mínima
espacio para dos de frente
mirada de amorosa meditación
ya no
dónde hundirme a contemplar
la sabana infinita de su piel magullada
un espejo mágico hacia el interior
de mis propios parajes
T o d o s s a b e m o s q u e
a ciertos lugares
no se puede volver más.
N u n c a m á s.
pero
qué especie de tragedia es esta
sin tristeza ni sorpresa
solo desorientación
de un grupo de personas que
no saben más
dónde tender la mesa
para tomar el té
ha desaparecido el territorio que era el cuerpo
de mi abuela
ha desaparecido un camino
un centro gravitacional
un cráter hueco negro pedazo de tierra que
atraía todo
hacia su profundo
o quizá el sol,
ha desaparecido el sol
que nos sostenía girando a su alrededor
Lo único certero ahora
es la resistencia.
Me rehúso a poner la mesa para el té
sobre tu cuerpo, mamá
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La memoria de la Casa,
es la Casa.
Y tu Casa,
es como tu cuerpo
y nuestra memoria.
el piso húmedo
las paredes rotas
los muebles desmembrados
el bosque adentro
Las ramas del árbol
ya penetraron nuestros corazones como tu muerte
y esos huecos
no se llenan no se reconfiguran
no sé
un borde ripio
un tropiezo
una ranura
un minuto antes
del desborde
Ya no quedan flores en esta cesta grande que
fue nuestra vida juntas
Ya la Casa se está desdibujando
de la realidad
pero se está escribiendo
entre mis dedos