Emiliano López Esquinca nos acerca a la poesía de Joaquín Vásquez Aguilar (Cabeza de Toro, Chiapas, 1947 – Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 1994) a través de una selección de textos.
Vázquez Aguilar fue un poeta chiapaneco que asimiló excepcionalmente las vanguardias a través de Vallejo, Huidobro y Girondo. Entre sus obras publicadas destacan los poemarios Cuerpo adentro (1978), Vértebras (1982), Casa (1984), Cuaderno perdido (1989) y su obra póstuma: Pequeño paraíso perdido (1996). La obra de Joaquín Vásquez Aguilar se caracteriza por una incorporación progresiva de la vanguardia, así como de sus influencias (como Lorca, Sabines y Rulfo). Uno de sus rasgos, el sujeto lírico experiencial, focaliza su tránsito por lo cotidiano: “la calle larga se vuelve un niño de pronto” y más allá, el desdoblamiento:“alguien camina con mis pasos”. El carácter conversacional mejor logrado en el poema Es mejor la espuma de la sidraes antecedente de un conjunto de poemas dedicados a su padre después de fallecer, en donde resalta con mayor claridad el mar, en ausencia del pescador (su padre). Dentro de la literatura chiapaneca, es quizá en la obra de Joaquín Vásquez Aguilar donde más se percibe y tiene mayor peso simbólico el mar. En palabras de Luis Arturo Guichard (2010) del prólogo a la poesía reunida de JVA, en su poesía: “están el mar real y el literario, pero al final del ciclo se arriba a un mar mítico, creador y primigenio”(p.30)
Vásquez J. & Guichard L. (2010). Poesía reunida. Tuxtla Gutiérrez: Editorial UNICACH.
Emiliano López Esquinca
por la calle larga
alguien camina con mis pasos
la ciudad es de plata, es de papel
alguien muere en la esquina
alguien, más allá, nace
todo parece correr con la naturalidad del tiempo
y detenerse a veces en la esquina
todo parece para mis ojos como diariamente
salvo que un día
por la calle larga que se vuelve un niño de pronto
mis pasos me los pongo
conozco los relojes con sus horas de carne
y conozco todas las cosas que veo subir desde lo que era
un sueño y se ha roto
después viene la noche
y me digo que ya vendrá otro día, talvez
el día
empieza
con una sonriente humildad de vecino
abre su cuerpo de árboles y caminos
aletea y me da su vieja canción
su corrido de caballos y pueblos
vuelvo a tener en los oídos
a mi abuelo
y su
lenta
lengua
de carreta
su corazón
de hoja
y de aguacero
su arado y sus dos bueyes
(de pronto camino enmedio del pueblo
y todos me saludan)
Es mejor la espuma de la sidra
es mejor la espuma de la sidra
el mar en la garganta
el oleaje familiar hilvanando
estos abrazos y estas voces de luna antigua
los pantalones conocidos agradecen
las manchas de cerveza del hermano menor
aquí no hay adioses de ciudades
ni retornos a gran velocidad
tan sólo un leve cambio en la respíracíon
de mamá
y en papá que dice:
“si quedo bien después de que me operen
el otro año podré emborracharme con ustedes”
a josi lerma
I
comenzando
porque el calor existe
porque estás aquí
platicándome risas, la mesa,
(el sencillo café que navegamos,
la cuenta que reñimos
porque desde hace días
sufro,
azul,
esta alegría rural, anacrónica, de habernos encontrado
y hoy,
este hoy frío afuera,
soy el tiempo exacto de tu edad que ha crecido
vamos a darnos un abrazo
Lo que muestra la puerta
Lo que muestra la puerta, no lo que esconde, me da miedo.
me da miedo tu mirada; no tus ojos.
si tu lengua se enrosca de tal modo al hablar, me da miedo,
me da miedo la luz, por lo que muestra de las cosas.
me da miedo la sombra, por los gritos que oculta.
me da miedo la vida, por la muerte.
miedo de que no todo salga bien a la hora de amar,
a la hora de entregar universo tiernamente.
me da miedo también el sur sin el norte,
me da miedo la pala, por el muerto.
me da miedo la muerte por esto de la vida
Quizá ocurra
quizá ocurra que el mar valga la pena
que resulte fantástico rascarse
que tengan razón los que me desprecian
quizá no sea bueno hablar mucho del dolor
y sea más útil colaborar con la muerte pensándola con ganas
también es posible que uno esté equivocado
al ponerse a cavilar en serio sobre la vida
y a lo mejor jugar futbol tenga su esencia
pueda ser que el sombrero sea más importante que el sol
y lo más probable es que el muerto esté bien muerto
quizá reír, llorar,
amar
quizá
El refugiado
qué pensará el refugiado
bajo su jacal a medio hacer
en este campamento llamado La Colmena.
qué no olvidará de su pueblo
allá, en la sierra guatemalteca;
tal vez su niebla, su milpa
que con paciencia y esperanza
sembraron sus manos;
tal vez aquella mañana soleada
cuando nació su cuarto hijo.
¿le quedará algo de amor a este hombre?
aquí, en esta colmena desesperada
su estómago es un surco verdoso y agridulce:
su mujer un resignado bejuco de tristeza,
de susto,
de hambre;
sus hijos una lóbrega mancha de pena sobreviviente.
me digo que el refugiado enrojece su alma
cada vez que huye el presidente de su país,
de los soldados que lo balacean,
de los mosquitos de la selva que le roban
su sangre perseguida.
¿qué delito ha cometido ese hombre nervudo,
encallecido, modesto campesino de Latinoamérica?
Garza de querer
Garza de querer anidar la vida al viento
pelícano despreocupado de mi sufrir amar
un descansar hamaca en la tarde sedúceme
y la parvada alárgame la nostalgia del mar
mas pésame el café bullicioso de la ciudad
y llámame el camarón desde el fondo del restorán
así ganas me dan de una mujer y llorar
o ser un pez espada en el congreso de la paz
mas la locura es hambre y es tristeza sin par
y sin bolsas prefiero mi lluvia y mi manglar.
3 septiembre de 1980.
Fecha
Es la niebla y el lunes
y es el día
bajando desde ese patio (San Cristóbal de
Las Casas, Ámbar, Sara Otilia)
bajando el autobús hacia Tuxtla
Gutiérrez (niebla y frío a dosmil
metros sobre el nivel del mar)
bajando lleno de corazón
mi ánimo
después de esas lecturas de Sabines,
Joaquín Pasos, Neruda, Hilda Doolittle
en aquel patio a las siete
de una mañana sancristobalísima.
XXVII
la obsesión
me altera / me alitera
la obsesión
me panteón
me espanta /
me ata me harta
la obsesión obsesió
name
esdrujú / lame
Recado de familia
en memoria del viejo Emeterio, mi padre
I
desde el manglar me preguntaron las iguanas
por ti
los bagres del estero también me preguntaron
el viento y sus gaviotas
tu canoa
tu atarraya
mamá me preguntó por ti
y yo tuve que hacer este recado
y ponerlo en el pico de la garza más blanca
a ver si en la blancura te encontraba
y lo amarré a la tristeza del pez más profundo
a ver en qué rincón del agua te encontraba
y se lo dije a la lluvia en su gota más secreta
y al salitre en su yodo más recóndito
y al más fino pliegue del vestido negro
de mamá y las hermanas
padre
que estamos esperando
alguna brisa tuya entre las ramas de los mangos
algún indicio de tu nombre en el polvo del patio
algo que nos diga cómo te va