Poesía chilena: Juan Luis Martínez

Proponemos la lectura de algunos textos de La nueva novela de Juan Luis Martínez (1942-1993). Según Juan Herrera M, “La nueva novela de Juan Luis Martínez (1985) es el texto poético chileno que con más intensidad trabaja sobre y con la imagen en sentido superficial y profundo, denotativa y connotativamente, llevando la producción escritural artística hasta el desdibujamiento de todos los contornos posibles de los tradicionales géneros literarios. La irrupción de la imagen en los dominios de la escritura determina el cambio de la percepción de los límites visuales en los límites escritúrales. Desde este punto de vista, La nueva novela en Chile es un ejercicio de cancelación de la tradición del libro y de la poesía”.

 

 

 

 

 

El espacio y el tiempo

 

Fije en su mente, antes de dormirse, dos puntos cualesquiera del espacio
y calcule el tiempo que se necesita, durmiendo, para ir del uno al otro.

 

 

 

 

Un aviador de veinte años de edad da la vuelta a la tierra con tanta rapidez, que “gana” tres horas por día. ¿Al cabo de cuánto tiempo habrá vuelto a la edad de ocho años?

 

 

 

 

La psicología

 

¿Cómo se representa usted la falta de pescado?

 

 

¿Cómo hace usted para sorprender a los personajes indeseables que se deslizan entre sus pensamientos? Enumere diversos procedimientos.

 

 

A fin de remontarse en sus recuerdos, aplique una escalera contra la pared, pero no empiece a subir sin haberse provisto de una cuerda, uno de cuyos extremos será sólidamente fijado al piso y el otro enrollado alrededor de su puño izquierdo. Por no haber tomado esta precaución, muchas personas nunca han vuelto.

 

 

¿Cómo se representa usted la falta de pescado?

 

DIBÚJELO: 

 

 

 

La astronomía

 

Una estrella fugaz cae en su mirada. ¿Qué hace usted?

 

 

 

La sinceridad 

 

Dado que usted me presenta un tarjeterito afirmándome que está vacío, si al abrirlo bruscamente me encuentro con un cocodrilo de gran tamaño, ¿quién ha mentido : usted o yo? Adivine lo que quiero decir .

 

 

 

 

El lenguaje

 

Tome una palabra corriente. Póngala bien visible sobre una mesa y descríbala de frente, de perfil y de tres cuartos.

 

 

Repita una palabra tantas veces como sea necesario para volatilizarla. Analice el residuo.

 

 

Encuentre un solo verbo para significar el acto que consiste en beber un vaso de vino blanco con un compañero borgoñón, en el café de Los Dos Chinos, a las seis de la tarde, un día de lluvia, hablando de la no-significación del mundo, sabiendo que acaba usted de encontrarse con su antiguo profesor de química y mientras cerca de usted una muchacha le dice a su amiga: “¡Sabes cómo hice que le viera la cara a Dios! “

 

 

 

 

Las metáforas

 

Dada una vieja cajita de madera que quiero destruir o arrojar a la basura, ¿tengo el derecho de decir que la mato, que la espulgo, que la cocino, que la como, que la digiero, o bien que la borro, que la tacho, que la condeno, la encarcelo, la destierro, la destituyo, la vaporizo, la extingo, la desuello, la embalsamo, la fundo, la electrocuto, la deshincho, la barro? Responda a cada una de estas preguntas.

 

 

 

– No importa que usted, utilizando todo el poder que le confiere el uso y abuso de algunas metáforas en el ejercicio de la poesía, tenga o no el derecho de querer destruir o arrojar a la basura una vieja cajita de madera, diciendo que sólo la mata, la espulga, la cocina, la come, la digiere, o bien que la borra, la tacha, la condena, la encarcela, la destierra, la destituye, la vaporiza, la extingue, la desuella, la embalsama, la funde, la electrocuta, la deshincha, la barre, o bien, decir que sólo la decapita, la escupe, la hiela, la accidenta, la deshilacha, la martiriza, la estrangula, la asfixia, la ametralla, la envenena, la ahoga, la fusila, la atomiza, la recuerda y la olvida, siempre y cuando usted le reconozca a esa vieja cajita de madera el derecho inalienable de morir dignamente en su propia cama y con la conciencia tranquila.

 

 

 

 

TAREAS DE LA POESÍA

 

3. El desdichado

 

 

Usted es el Tenebroso. Se ha quedado viudo y necesita que lo consuelen . Por otra parte, es usted Príncipe de Aquitania y acaban de destruir su Torre. Considera melancólicamente su suerte. Pide que le restituyan el Pausílipo y, de ser posible, el mar de Italia con una flor y un parral, que le gustan mucho. Dígalo en la primera persona del singular. Haga lo que hiciere, dígalo siempre en la primera persona del singular.

 

 

El desdichado

Je suis le ténébreux, – le veuf, – l’inconsolé,
Le prince d’Aquitaine à la tour abolie
Ma seule étoile est morte, – et mon luth constellé
Porte le soleil noir de la Mélancolie.

Dans la nuit du tombeau, toi qui m’as consolé,
Rends-moi le Pausilippe et la mer d’Italie,
La fleur qui plaisait tant à mon coeur désolé,
Et la treille où le pampre à la rose s’allie.

Suis-je Amour ou Phébus ? … Lusignan ou Biron ?
Mon front est rouge encor du baiser de la reine ;
J’ai rêvé dans la grotte où nage la sirène…

Et j’ai deux fois vainqueur traversé l’Achéron ;
Modulant tout à tour sur la lyre d’Orphée
Les soupirs de la sainte et les cris de la fée.

 

 

 

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