El poeta y traductor argentino Fermín Vilela nos acerca a algunos poemas de Leonard Cohen (Montreal, 1934 ). Además de ser uno de los más reconocidos cantautores de su generación, es autor de una extensa obra poética que precede su trabajo musical y contiene libros como Flowers for Hitler (1964), Death of a Lady’s Man (1979) y Book of Longing (2006). Ha sido acreedor de premios como el Governor’s General de Canadá (1968) y el Principe de Asturias de las letras (2011).
Leonard Cohen – La caja de especias de la tierra
(Extraído de Leonard Cohen – “The Spicebox of Earth” –
McClelland & Stewart, 2008 – 96 p.p)
Si bien la figura musical de Leonard Cohen eclipsó su figura literaria, es importante recordar que el músico canadiense publicó muchos libros antes de subirse a los escenarios. En febrero de 1968, cinco años después de haber publicado Comparemos mitologías, su primer libro de poemas, Leonard Cohen terminaba de trabajar en un segundo libro, La caja de especias de la tierra. Según el traductor especializado Alberto Manzano, la recepción en Canadá al trabajo literario de Cohen (que todavía no había compuesto demasiadas canciones ni publicado sus dos futuras novelas, El juego favorito y Perdedores hermosos) fue decisiva para su transformación como artista. Manzano lo define como un libro “místico, profano, sarcástico, osado”: desde la sexualidad y el ejercicio del poder hasta el relato sórdido de sus raíces judías, el libro marcó un antes y un después en la forma de escribir poesía no sólo en Canadá, sino en lengua inglesa. Fue publicado originalmente por la mítica editorial canadiense McClelland & Stewart, que lo apadrinó durante su edición y promoción.
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Las raíces de una obra consolidada están siempre abiertas al abrazo popular: dejan de pertenecerle al autor para ir hacia el público. Y es en esa instancia cuando un artista puede decir que su pequeña misión está cumplida, que la información ya fue entregada. Según declaraciones del propio Cohen, algunas de sus canciones más populares (como el caso de Hallelujah) empezaron escritas como poemas. Seis años antes de publicar su primer disco, Songs of Leonard Cohen, el vehículo hacia la Canción se le iba despejando cada vez más. Alcanza con leer en voz alta cualquiera de los versos de aquella época y meternos no sólo en las imágenes tan particulares de la sinopsis coehiana, no sólo en el acabalgamiento musical de sus palabras, sino en la invención de una indiscutible melopeia. Desde la rima sistemática hasta la sonoridad de las palabras, desde los componentes rítmicos hasta la fonética de los trabajos, La caja de especias de la tierra apunta hacia un armado de toda esa música que, en el caso de Cohen, serían la germinada de su trabajo como uno de los grandes trovadores en el convulso siglo XX.
Fermín Vilela
Regalo
Me decís que el silencio
está más cerca de la paz que los poemas
pero si como regalo
te trajera el silencio
(porque yo conozco el silencio)
vos me dirías
Esto no es silencio
esto es otro poema
y me lo devolverías.
Gift
You tell me that silence
is nearer to peace than poems
but if for my gift
I brought you silence
(for I know silence)
you would say
This is not silence
this is another poem
and you would hand it back to me.
Solos el maestro y el esclavo abrazados
Solos el maestro y el esclavo abrazados.
No se lo voy a decir ni al banquero ni al doctor.
Mirá, ellos ven descender al sol
atrás de la montaña sin dueño.
No saben nada del pacto ni del fénix.
Esta noche desciende un sol
hermoso, detrás de una montaña,
y mis dos hombres
soñarán con esta escena varias veces
entre todas las veces
que se castigaron uno al otro.
Alone the master and the slave embrace
Alone the master and the slave embrace.
I will not tell the banker or the doctor.
See, they watch the sun descend
behind the unowned mountain.
They know nothing of covenant or phoenix.
Tonight a sun descends
beautifully behind a mountain,
and my two men
will dream this scene many times
between the times
they punish one another.
Las flores que dejé en el suelo
Las flores que dejé en el suelo,
que no junté para vos,
hoy las traigo de vuelta,
para dejarlas crecer eternamente,
no en poemas o en mármol,
sino donde cayeron y se pudrieron.
Y los barcos en sus grandes puestos,
enormes y transitorios como héroes,
barcos que no pude comandar,
hoy los traigo de vuelta
para dejarlos navegar eternamente,
no en maqueta o en balada,
sino donde naufragaron y se hundieron.
Y el niño sobre cuyos hombros estoy,
cuyo anhelo purgé
con pública, realista disciplina,
hoy lo vuelvo a traer
para que languidezca eternamente,
no en confesión o en biografía,
sino donde floreció,
creciendo astuto y peludo.
No es malicia lo que me aleja,
lo que me arrastra a la renuncia, a la traición:
es por cansancio, me voy por estar cansado de vos.
Oro, marfil, carne, amor, Dios, sangre, luna.
Me convertí en un experto del catálogo.
The flowers that I left in the ground
The flowers that I left in the ground,
that I did not gather for you,
today I bring them all back,
to let them grow forever,
not in poems or marble,
but where they fell and rotted.
And the ships in their great stalls,
huge and transitory as heroes,
ships I could not captain,
today I bring them back
to let them sail forever,
not in model or ballad,
but where they were wrecked and scuttled.
And the child on whose shoulders I stand,
whose longing I purged
with public, kingly discipline,
today I bring him back
to languish forever,
not in confession or biography,
but where he flourished,
growing sly and hairy.
It is not malice that draws me away,
draws me to renunciation, betrayal:
it is weariness, I go for weariness of thee,
Gold, ivory, flesh, love, God, blood, moon-
I have become the expert of the catalogue.
Mi cuerpo, en algún momento, tan familiarizado con la gloria,
Mi cuerpo se convirtió en un museo:
ésta parte recuerda por la boca de alguno,
ésta por una mano,
ésta por humedad, ésta por calor.
¿Quién es dueño de lo que no hizo?
No me involucro ni con tu belleza
ni con la crines de los caballos ni con las cascadas.
Éste es mi último catálogo.
Respiro sin aliento
Te amo, te amo,
y seguí moviéndote para siempre.
My body once so familiar with glory,
My body has become a museum:
this part remembered because of someone’s mouth,
this because of a hand,
this of wetness, this of heat.
Who owns anything he has not made?
With your beauty I am as uninvolved
as with horses’ manes and waterfalls.
This is my last catalogue.
I breathe the breathless
I love you, I love you–
and let you move forever
Como la niebla no deja cicatriz
Como la niebla no deja cicatriz
En la montaña verde oscura,
Mi cuerpo no deja cicatriz
En vos, ni lo hará nunca.
Cuando el viento y el halcón se encuentran
¿Qué es lo que nos queda?
Así nos encontramos vos y yo,
Entonces giramos, nos vamos a dormir.
Como muchas noches resisten
Sin una luna ni una estrella,
Así resistiremos nosotros,
Cuando uno se haya ido bien lejos.
As the mist leaves no scar
As the mist leaves no scar
On the dark green hill,
So my body leaves no scar
On you, nor ever will.
When wind and hawk encounter,
What remains to keep?
So you and I encounter,
Then turn, then fall to sleep.
As many nights endure
Without a moon or star,
So will we endure,
When one is gone and far.