El poeta dominicano León Félix Batista inicia en Círculo de Poesía un dossier de poesía en lengua inglesa, Original ajeno, que incluye traducciones de los siguientes poetas: David Antin -John Ashbery -W. H. Auden -William Blake -Raymond Carver -Guy Davenport -Clayton Eshleman -Lyn Hejinian -Richard Kenney -Ted Hughes -Philip Lamantia -Marlene NourbeSe Philip -Ezra Pound -Adrienne Rich -James Schuyler -Charles Simic -Charles Tomlinson -Derek Walcott -Charles Wrigth. Iniciamos con la poesía de David Antin (New York, 1932-2016). Autor de talk poems (poemas hablados), “transcripciones” de monólogos espontáneos que ejecutaba en circunstancias muy diversas (por radio, frente a estudiantes, en centros de poesía). Homenaje al libro casi homónimo de William Carlos Williams Spring and all (La Primavera y todo, 1923), que pertenece a su primera época, en la que tocaba las fronteras entre la improvisación y la composición, prueba de la influencia de Williams sobre Antin. Entre sus libros destacan Talking at the boundaries (1976), Tuning (1984, PEN/Los Angeles Literary Award for Poetry), What it means to be avant-garde (New Directions, New York, 1993) y John Cage Uncaged Is Still Cagey (2006).
León Félix Batista (Santo Domingo, 1964), estudió en Nueva York. Ha publicado, entre otros, Delirium semen(México, 2010), Caducidad (Madrid, 2011), Música ósea (Perú, 2014), Prosa del que está en la esfera (Buenos Aires, 2006); Inflamable (Montevideo, 2009), Sin textos no hay paradiso (Colombia, 2012), El hedor de lo real en la nariz imaginaria (Quito, 2014), Mosaico fluido (Sao Paulo, 2014) y Prosa de fabricación casera (Estados Unidos, 2018). Aparece en varias antologías, entre ellas Zur Dos (última poesía latinoamericana, Bartleby, Madrid, 2005), Cuerpo Plural (antología de la poesía hispanoamericana contemporánea, Pretextos, Valencia, 2010) y Poesía esencial dominicana (Visor, Madrid, 2011).
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What is translation?
On a platter A poet’s pale and glaring head,
A parrot’s screech, a monkey’s chatter,
And profanation of the dead.
¿Qué es la traducción? En una fuente
La pálida y radiante cabeza de un poeta,
El chillido de un loro, la cháchara de un mono,
Y la profanación de los muertos.
Vladimir Nabokov, “On Translating Eugene Onegin”
caminando hacia la librería me encontré con austin gallagher
me contó que unos amigos organizaban una lectura en la arboleda
con la que celebrarían amor y primavera y supongo que lucí
indeciso puesto que doug rothschild me timbró días más tarde
para que no olvidara que tendríamos una lectura con los temas
del ruido y del amor pero al llegar hallé que jean luc namcy
había escuchado que celebraríamos las leyes y el amor y que
hablaríamos acerca de platón
y doug me dijo que había dicho “amor y pérdida” entonces
pensé que me tocaba hablar en primer término y que hablaría
acerca de
la primavera el amor
el ruido y todo
pero me preguntaba de qué podía hablar es que en el sur
de california uno nunca está seguro de cuándo es primavera me refiero
a la experiencia de la primavera el
vernal equinoccio es una cosa y primavera es otra muy distinta
y he residido aquí por algunos veinte años y nunca sé decir
en qué momento es primavera
mi opinión es que ella arriba bajo cierta
coyuntura hacia finales de febrero lo descubres brutalmente varias
ramas en las puntas se tornan amarillas agrestes florecillas comienzan a
brotar un pájaro aparece ocasionalmente distinto y por fuerza te imaginas
que ya es la primavera
pero hay algo diferente de aquellas primaveras
que recuerdo del lugar de donde vengo si en el este es primavera
espero que estés listo si vivías en el área urbanizada de new york
o en la parte de arriba cerca de 130 millas hacia el norte
la manera en que sabrías que llegó la primavera era que alrededor
del fin de marzo podías escuchar retumbos de tronadas cañonazos que
expresaban la fractura de los hielos en el río oh mi dios así dirías
debe ser ya primavera el hielo está quebrándose en el río y era como
una serie de lejanos retumbos de tambor
brrrarrrmbrurrurrm sin embargo esta advertencia no lograba
reanimarte porque el cielo continuaba gris y frío
y los árboles seguían sin amparo
tú de hecho habías estado más cómodo en enero pues la nieve
aparentaba mantenerte en la tibieza sobre todo cuando el clima
descendía casi a cero y la nieve era apilada en los contornos de la casa
y a lo largo de la calle pues después de la nevada los arados
para nieve despejaban la calzada acumulándola a lo largo de la acera
en un muro de unos seis o diez pies de altura que así resguardaría
las casas de los vientos y tú traspalarías tu trayecto
hacia la calle en lo interno estaba tibia y casi todo
el mundo en aquel pequeño pueblo colocado al brazo norte se mantenía
tibio asoleado y confortable durante el mes de enero según el
combustible para calefacción se mantuviera firme y tampoco hacia febrero
se la pasaban mal
y al llegar la primavera en marzo y escuchas
el pesado cañoneo allá en el río es cuando has empezado
a estar incómodo porque ha estado muy frío y descubierto
y gris y esperaste tanto tiempo la mostaza
silvestre y los jilgueros y acaso la llegada del
membrillo que el sonido escapándose del río que lucía
prometer una entrada en el terreno del deseo de
los pechos y del que tú sabías que al menos tomaría algún mes más
te hacía sentir muy mal en realidad
es por eso que al venir la primavera a finales de marzo al brazo
norte parecía que anualmente dos personas se colgaran de la
entrada del traspatio porque no soportaban
más espera
pero la primavera poseía otra faceta y esperabas
de ella grandes cosas porque habías leído todos esos
prodigiosos dulces y tintineantes versos de los desatinados
provenzales en espera de que fuera primavera y poder introducirse así
en los campos a singar y asesinar poemas toscos
turbulentos que decían de acuerdo a mi memoria “oh llegó
la primavera las aves cantan salgamos a pelear
unas batallas y hagámoslo en el pasto” en un modo jovial
rimado y sumamente exagerado
con los que mi amigo paul blackburn hizo todo
cuanto pudo consistía en sepultar el estribillo y sincopar
el ruido un tanto para hacerlos sonar un poco a pound
y un poco al propio paul ejecutando en el village un número de
macho y muchísimo mejor de como sonaban a mi oído
en provenzal y con poética nobleza ocultó banalidades
en su vocabulario y sus tediosas ideas si así pueden ser llamadas
sus posturas y todo resultaba tan jovial
que creímos buena idea sentarse allá en toulouse
a esperar la primavera
mas no creas toulouse es un lugar terrible
a nadie agradaría estar allí todo el mundo en toulouse
querría irse a parís así que cuando puedes decidir
jamás quieres pasar la primavera en toulose
y paul que ha
residido allá un buen tiempo continuamente huía hacia españa
o a mallorca o a parís
pero donde estuvieras es probable que tuvieras esa idea
de lo que significa la llegada de la primavera y sabes cómo y
cuándo llegará porque en tus expectativas
llega siempre en el nítido orden en que llega
una estación porque hay exactamente cuatro de ellas
y con nombres hermosísimos y constan de tres meses
cada una y obedientemente siguen los años astronómicos
una vez yo di forma a un sistema para el año del sur
de california ignoro si hay quien lo comprenda
pero una vez me senté a representarlo nada en forma
de este clima parecía continuar el patrón de mi año en el orden
astronómico ni su clima ni estaciones y ni las variaciones
de un simplísimo día en california
entonces me senté y
decidí ejecutarlo así fuese por íntima satisfacción
para el ensanche de la costa que se extiende de tijuana a santa bárbara
nada sé de monterrey de san francisco u
oakland pero creo conocer la costa surcaliforniana
al menos desde santa bárbara hasta la
frontera mexicana
la clave es el atardecer un tibio y
luminoso atardecer a lo largo del año hay cierto
punto en todo el día de todos modos breve quizás sólo una hora
que está pleno de tibia luz solar
a mitad de diciembre podría haber
sólo una hora en algún lado entre dos y tres y
a lo mejor un poco pálida y quizás no tan tibia como el principio
de una mañana soleada cierto tiempo del verano pero sucede
allí incluso en los solsticios invernales sino interviene
algo como lluvia o un poco de neblina pero de esta
intervención hablaré luego porque en principio el sol nunca
está ausente incluso ni en la muerte del invierno
ahora que se alarga el día este instante de luz
se expande se abrillanta entibia y dura más y obtenemos
una tarde en expansión que al principio es de una hora
después una hora y media acaso dos hasta aquello
que llamamos el verano se dilata para tragar casi el día por
entero y se empieza de nuevo a contraer creciendo lentamente
y fría y corta y progresivamente a través del equinoccio del
otoño encogiéndose hasta el mismo punto agudo en el solsticio
del invierno desde el cual parte de nuevo y porque hay
tres dimensiones a lo largo de esta tarde brillantez y fogaje
transitoria persistencia considero esta sustancia de la luz que
llamo tarde como un sólido
al cual porque
se expande y contrae continuamente y simultáneamente a lo largo
de tres dimensiones yo veo como un cono de tibieza luminosa
o más precisamente como una serie innúmera de conos
conectados aplanados a lo largo del continuo temporal una especie
de “columna interminable” acostada de brancusi
aunque a decir verdad no se siente de este modo o no
completamente hay las interrupciones menores y periódicas
como lluvia o cielo encapotado que temporalmente oscurecen
la pura perfección periódica del cono luminoso expansivo y
contrayente y se arraciman en enjambre
la lluvia
arriba casi toda en lo que por convención llamamos
noviembre y en diciembre o a veces en enero o en febrero
mas la clave para la aprehensión de esto es darse cuenta
de que llega todo en grupo en racimos de dos o de más días que revela
y envanece el devenir y en un crecer continuo o concentrada luz
de tarde también hay el nublado de junio en ocasiones
mayo un forro condensado de nube que oscurece el clima
verdadero de continuo también esto lo veo como sencillamente
una más larga interrupción para entenderlo basta con tomar
un aeroplano y escalar unos cientos pies de altura y se ve que
el negocio capital del sol jamás ha sido
interrumpido
ahora hay otros hechos que descuido
mencionar el santa ana es un viento del tipo del siroco
soplando desde las montañas hacia el agua que establece unos momentos
más secos más calientes por una semana o dos podría suceder
en cualquier tiempo del año aunque se ve más en el invierno y
tal intervención hace ver más caliente y larga y más brillante
cualquier sección del cono pero es también una ilusión o mero
efecto de ajuste que incendiando la cubierta de la nube más temprano
y manteniéndolo más tiempo revela la amplitud en su totalidad
y el calor del segmento cualquiera de aquel cono de luz que está
presente entonces
ves el clima en california es un simple y
monótono negocio bello como es pero monótono
como todo lo bello debe ser es un
cono de luz expansivo y contrastante inacabablemente yendo
casualmente o no tan al azar pero arbitrariamente
interceptado por breves invasiones de nubes o de lluvia o
santa anas y no hay estación ninguna tan sólo contracciones
y expansiones de una tarde que genera este cono
de luces y calores encogido y expandiéndose y del que nada
hay que esperar salvo las invasiones limitadas de la lluvia
y neblina y viento yermo
pero en nueva york si había alguna cosa que
esperar sabías que tenías tres meses por venir que serían
similares y que luego las cosas cambiarían para mejor
tal vez y por ello esperabas por la primavera
porque las cosas irían a ser nítidas tendrías una nítida
primavera y nitidez es la palabra exacta porque es muy parecida
a las ideas que rodean a la primavera
tuvimos un membrillo cierta
vez para ser más exactos un membrillo afuera de la casa
que rentamos a un granjero de la localidad y al llegar
la primavera comenzaba a reventar en hermosas flores
rojas y pensabas que era un modo de ella hacer una
promesa con estas vivas flores rojas pero en tantas
primaveras floreció sólo una vez porque con la primavera
iniciaban los capullos su apertura y una helada repentina
liquidaba toda flor y mientras estuve allí jamás obtuve
algún membrillo
era un hecho similar a aquél de las orugas
de rayas negras y pardas que también resucitaban al llegar la primavera
conservo recuerdos de un octubre soleado tibiamente un veranillo
en que algunos de estos necios emergieron suponiendo que
primavera arrastrándose probablemente esperando en su
inocencia ilimitada ser tornadas en mariposas coloridas
y en cambio fueron convertidas por el frío en pequeños
cadáveres peludos de orugas negras pardas
y había en esto un cierto
asesinato según esta segunda primavera surge a
golpear estos brevísimos bastardos antes de que comiencen
a joder como pudo haber dicho mi amigo berrigan
porque aquello parecía importarle mucho a ted
si bien no más que pepsi o las pastillas que nos lo arrebataron
muy lejos y muy pronto aunque nunca he sabido
si fue en la primavera o no pero yo padecí un horror impresionante cuando
supe que se había ido y ted fue bastante alegre como para ser su
propia primavera pero ni él pudo resistir la intemperie
pensando entonces en el orden de la primavera
y su organización perfecta y meditando entonces en su
significado como caldeamiento del sistema original y
en cómo a manera de sistema se calienta y hace ruidos y las cosas
las cosas comienzan a zumbar incontrolablemente y a chocar
con otras cosas y cómo algunas de estas colisiones pueden ser alegres
y otras lucen que serán mucho más regocijantes de lo que pudieron
ser
pensé en una primavera cuando yo me esperaba ilusionado
cosas buenas vivía en greenwich village en una calle
de una cuadra en uno de esos cómodos y minúsculos apartamentos
que tan baratos eran que saldaba el alquiler con sólo medio día de
trabajo era antiguo y pequeño el quinto piso de una casa
sin elevador hacía tanto edificada que tenía en el traspatio
habitaciones para esclavos y yo compartía el excusado
con el vecino de enfrente mas tres cuartos eran míos
gas calefacción y chimenea y podía ver el hudson
y las empalizadas desde los ventanales de la sala podía oler pan
fresco de la panadería de italianos frente a casa y costaba
solamente dieciocho con setenta y cinco al mes incluyendo
un aumento de 15% de alquiler sobre el último inquilino
y llevaba una intrincada relación con la mujer
con quien el baño compartía
era una soprano rubia profundamente bella era una
coloratura que afanaba con su registro alto que no era
cristalino o suficientemente limpio porque los dos registros
medio y bajo eran oscuros y lustrosos y quizás ella no era
una real coloratura después de todo pero su voz maestra juraba
que lo era y luchaba contra esto y pienso que también con ser
mormona una mormona inflada o por equivocación que
no asistía al templo y no vivía el tipo de existencia que se le
supondría y supuse a mi vez que ella luchaba contra
esto y estaba nuestra relación que a intervalos
resultaba tormentosa apasionada y probablemente inútil
para sus demás embrollos pero eran épocas primaverales
cuando la gente huye de sus apartamentos y comienza por el
parque a holgazanear donde los árboles retoñan y ancianos
juegan damas y a las bochas
una de esas primaveras peculiarmente benignas
que llegan a new york cada cuatro o cinco años
del tipo que recuerdo siendo un crío con lloviznas soleadas
haciéndose vapor tibiamente en tu camisa y arrastrando floraciones
de arce en pequeños riachuelos de cunetas y este año introdujo
una cosecha de gente sin hogar
el gobierno de reagan no inventó
el desamparo simplemente lo hizo más perfecto
pero estos eran
casi todos chicos que recién habrían salido de las cárceles de ohio o
de indiana buscando mejor vida en las calles de la gran ciudad y
acampaban en esta primavera
un número de ellos descubrió la
existencia de muchas azoteas en el village y la de cierta gente a la
que no importaba si allí dormían ellos mientras no se organizaran
muchas fiestas o se hiciera mucho ruido así que acarrearon
sus camas de acampar escaleras arriba hasta el último
piso de uno de los edificios a las puertas de los cuales
habían dormitado para ser menos conspicuos y resguardarse
de la lluvia yo vivía en el último piso y reparé en un trío
de dos chicos y una chica a los que suponía habitando la azotea
de otra casa calle abajo y un domingo en la mañana
que bajé a comprar el times y queso y panes frescos
puesto que era la semana en que de acuerdo
a ugo su profesora ruth había ya alcanzado su más alto
registro y desayunaríamos para celebrarlo
y estando medio bloque frente a cino’s
y no lejos del club de varones bleecker fui detenido
por una multitud aglomerada alrededor de dos carros policiacos
que habían aparcado en el centro de la vía uno de los gendarmes
cargaba las frazadas y las camas y llamaba por la radio y sentada
atrás estaba la chica una delgada adolescente en pantalones de mezclilla
y chaqueta de combate con una hermosa cara manchada de llorar
pensé que finalmente alguien había destruido aquel asentamiento
de habitantes de los techos la fiesta de ayer noche ha de haber
sido bulliciosa y los cazó la policía mientras que mis vecinos
italianos conversaban observando y señalando a la muchacha
y hacia arriba a un edificio en mi lado de la calle fuera
de cuyas puertas dos policías más empujaban a uno de los chicos
un muchacho de cabello oscuro plomo y con marcas de viruela
al asiento de atrás del otro carro
se hablaba en siciliano
mas su esencia era muy clara una anciana siciliana mirando
hacia los techos lo explicaba a una mujer de la panadería de zampieri
“él quería desposarla y al ella rechazarlo él intentó
lanzarse desde el techo”
meditando en este exceso de pasión
me dirigí hacia el parque y no a la tienda de los quesos
acercándome a un amigo al que hacía más de un año no
veía hablamos y jugamos una excéntrica partida de ajedrez
muy complicada que duró casi una hora así que
al regresar ruth estaba molesta y suspicaz y le conté de
los agentes y la amenaza de suicidio imaginario y de
mi fuga a gene y la partida de ajedrez pero ella no
entendía decía no creerme que yo me lo inventaba y que me escabullí
para singar con otra y comenzó a gritar y a disparar
objetos y por poco golpeaba a su gato rasputín que huyó
a esconderse debajo del sofá y yo me disculpé durante
un rato hasta agotarme y perder la sensatez y devolver los
gritos hasta cansarme de ello y del ruido y los chillidos y de
romper las cosas y volví a mi apartamento atravesé el vestíbulo
y me senté ubicando el florecido sicomoro frente a la
panadería ardiendo y meditando en las incertidumbres de la
primavera hasta escuchar los toques en la puerta y pensé que era
el momento de reparar las cosas pero no era ruth
a la puerta vi otra amiga traía una botella
de champán en una mano y en la otra un tarrito de
caviar y mirándome con ojos muy risueños mostraba su
caviar y apuntaba hacia el sofá
“es primavera pensé que deberíamos celebrar”
y con detenimiento la observaba su sensual hermoso cuerpo pequeñito
sus exquisitos ojos sus pecas divertidas en un lado de la nariz
y su boca levemente desbordada sólo para estar seguro de que
no lo soñaba porque fuera primavera
y al sentamos en el mueble y conversar reflexionaba
en cuán agradable y simple podría todo ser yo pensaba
en nuestra seria riña y en la compleja relación con mi histérica
amiga de la puerta de enfrente y devolví el caviar
a su envoltura puse la botella de champán en sus manos otra vez
le di un beso en la nariz gentilmente la empujé hacia la salida
explicándole que había que aplazarlo a otro momento
e inicié lo inesperado regresé a nuestra reyerta y la
compleja relación con mi histérica amiga la cual terminaría
tres semanas más tarde
demasiado para primavera.