Alí Calderón
¿Qué te interesa hacer en un poema? O dicho de otro modo, ¿cómo despliegas tu poética en el texto?
Andrea Rivas
La realidad es un concepto que me intriga desde siempre. En principio, pienso que todo lenguaje intenta hacer una traducción de esa realidad con fines comunicativos, sin embargo, como toda traducción, nunca permite abarcar una realidad completa y definitiva, hay múltiples factores que intervienen —la visión del mundo del receptor y su entendimiento de los signos que yo envío como emisora, por ejemplo—. Yo entiendo la poesía como una traducción mucho más fiel de esa realidad que percibo y que no es lineal ni unívoca; la poesía permite que las cosas sean por primera vez en el mundo: cuando un poema dice fiera está rehaciendo el concepto bajo su propio código, cuando dice ternura la ternura existe por vez primera. Entiendo el lenguaje poético como una manera de volver a hacer el mundo porque es el lugar donde el signo se despoja de sus significados más evidentes para replantearse en un modo de decir las cosas que no parte de la norma sino de la imaginación individual, al final siempre hay una provocación. En este sentido, en mis poemas busco decir cualquier cosa que importa en mi realidad en un momento determinado de una manera que espero sorpresiva, que llame al detenimiento, a la relectura. En los últimos años me interesa especialmente replantearme el signo mujer y entender mi propia existencia —individual y colectiva— desde aprehenderme (nos) en la lengua como un modo de resistencia y afirmación de una realidad.
Alí Calderón
¿Qué crees que ha dejado de ser importante o qué ha pasado de moda en la escritura de un poema?
Andrea Rivas
Creo que, como en cada época, es importante salir de los lugares comunes y ese me parece siempre el reto más grande. Por otro lado, me parece cada vez es menos importante la poesía de tono coloquial si no tiene una búsqueda en la forma —no hablo aquí necesariamente de poesía terriblemente complicada, pero sí una poesía que se detenga a pensar en su motivación—. Y sobre todo pienso que se terminó el tiempo de la escritura apolítica: en la poesía hay siempre una postura y una enunciación desde un lugar en el mundo —un lugar estable o uno fluido que va y viene, da igual—. Ya no creo en una poesía que busca "solo" lo estético e ignora la realidad desde la que se plantea; nada me parece más pasado de moda que hablar desde la utopía del no lugar y la exacerbación de metáforas intangibles que se sitúan en algún lugar del Parnaso que nadie —ni lxs autorxs mismos— conocen.
Alí Calderón
¿Has leído recientemente poemas que te parezcan significativos o particularmente buenos? ¿Quiénes son los poetas que te entusiasman ahora?
Andrea Rivas
Hay una poeta mexicana que me emociona mucho que se llama Laura Cárdenas, en los últimos meses he releído varias veces su libro Perseguido olor a casa que me parece fantástico y es prácticamente desconocido. Hace poco llegó a mis manos el Poema de las emociones comunes de María Belén Milla y desde el primer poema he pensado que es de lo mejor que he leído de la poesía actual. Pero también están esos libros a los que siempre regreso en distintas etapas de mi vida y cada vez me sorprenden como si los leyera por primera vez: El manto y la corona de Rubén Bonifaz Nuño, Norma Jeane Baker of Troy de Anne Carson y Extracción de la piedra de la locura de Alejandra Pizarnik son libros que releo al menos una vez al año.
***
Porque no sé si debí nacer o desafié a la suerte
he venido a explorar mi vida.
Una no decide nacer ardiendo en el mes más cruel
y arrastrarse treinta y un años tras cualquier palabra de esperanza,
encontrar amparo en la sombra de las suicidas,
en la luz verde en lo alto de la colina
y preguntarse todos los días para qué.
Una no decide que en el nombre propio arda Troya
pero se deja llevar a rastras.
Yo no decidí los ojos tristes
pero los he colgado como el estandarte
del único territorio que conozco.
Mientras, el tiempo pasa
mientras, el nudo de mi garganta sigue intacto
mientras, la oscuridad vuelve y me rindo arrepentida
aunque otra vez me digas que no tengo que ser buena.
Porque no sé si debí nacer
le pregunto a tu poema qué sigo haciendo aquí
en este planeta que se incendia mientras viertes agua
desde tu telescopio en el Olimpo.
Acaso hay algo por lo que me he quedado:
por un anochecer gélido en bosques desconocidos
por una luna casi llena, casi promisoria
perdóname, Mary, pero me quedo por el placer
de arrodillarme en penitencia sobre la arena
por sumergirme en el naufragio
por la promesa de que también yo tenga un llamado
a ocupar mi lugar en la familia de las cosas.
tu retrato
¿alguna vez has visto un tigre estirando
sus huesos al amanecer justo luego de atravesar
un inmenso río & el momento exacto en que la luz
ocurre sobre sus omóplatos?
medusa
i.
tu planta toca el templo de atenea
ondeando tus cabellos bandera de lujuria
pies perdidos sobre recinto sagrado, gorgona,
el escándalo de tu belleza ahoga tu epidermis.
sediento, enloquecido el dios de todos los mares, medusa,
codicia tus inminentes piernas,
la inútil gloria de tu seno anochecido.
de rodillas y no en oración recibes al dios,
eres, gorgona, violada en tu primer nombre,
monstruo, infame, penetrada en todos tus nombres.
sucios líquidos se derraman en el mármol del templo,
tus gritos colman el deseo de poseidón,
alimentan el poder de las blancas olas que rompen
contra tus nalgas bestiales, tus muslos aberrantes,
manos que aúllan auxilio perdón pides, medusa,
el cabello nunca más negro te encuentra vertida
convulsa admitiendo el horror de tu belleza.
aparece la sabia, magnífica palas atenea que mira tu pecado
medusa, profanaste el templo de la diosa pero bendita seas
una cabeza te protegerá de los hombres,
no te tocarán los hombres, medusa, no podrán verte
serás carne del monstruo que llevas dentro,
maldita seas gorgona:
por tu cuerpo el templo, el sagrado recinto, ha sido mancillado;
serpientes brotarán de tu cabeza y serán tu escudo, bestia,
atrás.
ii.
atrás, al fondo de tu existencia te haces un sitio para amaestrar a tus demonios
aprehendes la ira y guardas en tu vientre el fruto, el germen condenado
medusa, ruin será el castigo, penetra las tierras de tu exilio y huye,
guárdate en un jardín, y ahora duerme, gorgona,
y que tus sueños sean visiones de salvación
nadie se acerca, sueña, alejandra, déjate ir
deja que te cobijen las cabezas que brotan de tu cabeza
victoria, los rumores entre la hierba son solo los primeros pasos del perdón
nadie viene, mira, no hay sombras, el vuelo que escuchas es el viento nuevo
mejor no mires, virginia, no abras los ojos
así estaba destinado a ser, agnes, no estamos listos para tu cuerpo
la diosa le ha dado alas a un hombre y un espejo para que mires
el demonio en que te has convertido:
colosal, perseo levanta tu cabeza en lo alto,
muerta ya, fernanda, tus ojos inmensos, tus labios no son peligro
tu sangre veneno y antídoto, tu cuello pegaso, tu cabeza escudo
sirven ahora a la ley divina, inmensa medusa, infame bestia
sirves maría, a las artes, tu cuerpo desnudo
tu mirada petrificada, elsa, tu vientre mutilado, fabiola
te convirtieron en otra, medusa, en caravaggio
bernini, versace y piedra, medusa
el mundo está amueblado por tus ojos
y de cada falta, eres, siempre, culpable.
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