Poesía colombiana: Ángela González

Edinson Aladino y Martha Cecilia Ortiz Quijano construyen la serie "Otros lugares, otras voces: Muestra de poesía colombiana". Leemos aquí algunos textos de Ángela González (Cali, 2001). Fue ganadora del concurso Internacional de Poesía Inédita de Cali en los años 2023, 2018 y en 2017. Ha merecido distinciones como el X Concurso de Poesía Universidad Antonio José Camacho 2022, el II Concurso Nacional de Poesía Leopoldo de Quevedo Y Monroy 2021. Asimismo fue ganadora del Concurso Nacional de Poesía Altazor Escritura Creativa 2020.

 

 

 

 

Ángela​​ González​​ (Cali, 2001) es estudiante de Licenciatura en Literatura de la Universidad del Valle. Ganadora del concurso Internacional de Poesía Inédita de Cali en el año 2023, 2018 y en 2017. Ganadora del X Concurso de Poesía Universidad Antonio José Camacho 2022. Ganadora del II Concurso Nacional de Poesía Leopoldo de Quevedo Y Monroy 2021. Así mismo, ganadora del Concurso Nacional de Poesía Altazor Escritura Creativa 2020. Fue elegida por la convocatoria del 31º Festival Internacional de Poesía de Medellín y en el III Festival de Poesía San Marcos del Caribe. Fue seleccionada, dentro del programa Litclub para viajar a Nueva York y participar en la cumbre de niñas en la ONU para promocionar la lectura y escritura en las niñas de distintos países. Sus textos en verso han sido publicados en las antologías​​ Luz al vórtice de las palabras:​​ Cartografía poética de mujeres colombianas;​​ Nueva poesía del Valle del Cauca​​ y​​ Viejas Brujas: memorias Futuras de Ciudad de México​​ y en las revistas Luna Nueva, Barbarie ilustrada, Mango y Kametsa. Actualmente es directora del comité editorial de la Revista LexiKalia de la Universidad del Valle.

 

 

 

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Fuera de la caverna

 

La poesía revela este mundo; crea otro.​​ 

Octavio Paz, El Arco y La Lira

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Una vez en la página​​ 

el poema​​ 

es nuestro yo erguido.​​ 

Hemos apartado las manos del sol​​ 

y nos ha desnudado la mirada.​​ 

Somos otros en la tierra del lenguaje.​​ 

Los pasos no han descifrado certezas, solo hemos dicho: ​​ 

—Érase el reflejo fuera del estanque.​​ 

Érase un nosotros solo en la memoria—.​​ 

Con la mano imprecisa nos contemplamos.​​ 

Y el árbol se nombra con el viento​​ 

y el viento con las hojas que se lleva.​​ 

Nombro al abismo​​ 

caigo por la palabra​​ 

la enorme noche yace en la tierra.​​ 

El signo es la piel​​ 

y el significado lo que acaricia.​​ 

El nombre es el espejo​​ 

y lo nombrado su sombra.​​ 

La mano creadora escribe la metáfora: ​​ 

La distancia que padece​​ 

el hombre y la palabra.

 

 

 

 

 

 

La literatura nos separó

 

La literatura nos separó: todo lo que supe de ti

lo aprendí en los libros y a lo que faltaba,

​​ yo le puse palabras.​​ 

Cristina Peri Rossi

 

Todavía no he vivido en ti

no he visitado la ciudad de tus entrañas​​ 

ido a tus parques

ni me he columpiado en los recuerdos que tendremos

No he girado en el carrusel

ni sentido la herida de tu palabra

No te he mirado a los ojos​​ 

imaginándote una vida sin mis manos

No he vuelto la vista

para despedir lo que he dejado

Todavía no has muerto​​ 

ni te he visitado con flores y regalos

No he mordido el fruto

y nos hemos cubierto con higuera.

Estoy aquí luchando​​ 

por estar en el presente

pero no tengo poder de lo que se acerca.

No sabes de mi piel

ni tampoco te he desprendido de ella.

No he pensado lo suficiente

en los poemas que no tendremos.

Pero así es la literatura,

escribe sobre los finales.

 

 

 

 

 

 

Un gesto más entre nosotros

 

No sientes el naufragio

lo veo en tus ojos de Ícaro.

Temo acercarte el fragmento de espejo​​ 

mis heridas cubiertas de cera.

No ves alas en los versos que escribo,

mis pájaros de hule agonizan en la tierra.​​ 

Saben del delirio de la caída,

la expulsión del nido de aire.

Te veo sumergir en las olas de luz​​ 

y sólo recordar tu propia mirada.

No sientes el naufragio

sólo la levedad de tu cuerpo.​​ 

Olvidas el ciego punto de los cielos

y lo profundo de mis aguas.

La inmersión de tu rostro​​ 

comienza a seducirte

mis palabras desde este poema​​ 

no te atan a la costa.

Asesinas el sentir de los pies en la tierra.

(Este verso cae desde ese momento).​​ 

Eres el amor en un ave que se extingue.

La lluvia emplumada

me invita a buscar mi propia caída.

 

 

 

 

 

 

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