Poesía peruana: Eloy Jáuregui

Proponemos la lectura de un par de textos del poeta peruano Eloy Jáuregui (1953-2024). Hizo parte de Hora Zero. En 1973, publicó el poemario Fotografías.

 

 

 

 

 

 

 

Arquitectura del amor

(Pampas de San Juan, Pamplona y Atocongo)

 

Guijarros, conchas y arena

nunca mar, gaviotas o espejos de ternura

las piedras blancas en inmejorable lugar

el sol menos, las nubes más, las lluvias entre

el invierno por el verano

un eclipse sobre el cometa Halley

y la luna encadenada a una estrella.

Oh señor-señor, cómo se calma este orden,

del escenario ha desaparecido la cordura

y sujetos ante mis ojos están los tuyos

negros y rojos/ rojos y negros, siempre tus ojos

ampollando nuestras espaldas de tortuga

mordiéndonos cuerdos, sin razón

con la gracia verde de los injustos.

Es difícil respirar por estos lares

Señor tiempo, Señor balón de gas propano

y el animal absoluto, conocido en los manuales

como el tigre, desenvolviéndose cauto en mi dorso

observa con paciencia propia, el arenal paisaje

no de cuadro, no de foto, más bien indeleble realidad.

El resto apareció cual bandada de pajarracos

muchos viejos, pocos palos, manto negro de los sueños,

Señor cielo, añada por favor, tiña el panorama

con el tibio blanco-humo de su traje

con el sabor de sus cabellos a cebolla

ponga el Este en el Oeste, el océano de cabeza,

cálcenos con botas de cuarenta leguas

y petrifique nuestras edades en sus puños.

Señor Basura: sepáreme las flores silvestres

colóqueme el cerro sin cruz ni tanque de agua,

a los invasores que los dirija el cojo

al cojo, la estera mágica de sus perradas,

y las muchachas los partes de guerra

y a nosotros Señor Mañana

a nosotros que nos rompa el viento

pero que jamás nos jodan.

 

 

 

 

 

 

 

Grafía del límite​​ 

 

i.m. Alberto Flores Galindo

 

Gran señora gobernaba y hacía mercedes y fue casada

con Inga Roca. Y por esta señora fue respetado

grandemente su marido por los señores

grandes de este reino desde su jurisdicción […]

 

 

Felipe Guamán Poma de Ayala

 

Bájense prestas de este sueño de país

las sábanas de sangre, tire su tinta

el muslo de selvas, su quejido de ovarios

esa lengua de crestas en los folios sagrado

no existe muerto más bello que el esperma,

la cruz y la daga cogorean el fustán del sol,

mi tierra uñando la estirpe de ojo tuerto.

Ámese el odre preñadon y su alarido

la vergüenza del arcabuz aputado

yo soy la historia, usted la vida

calor de mantos siun geografías de coyas.

Que no falte honor, ni alfabetos, sí carne.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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