Natalia Pedroza y Fernández (1998). Egresada de la licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la UNAM. Becaria en el XIV Curso de creación literaria para jóvenes Xalapa 2022 de la Fundación para las Letras Mexicanas y la Universidad Veracruzana. Directora y locutora del programa radiofónico poético Silencio en Llamas por Radio28. Cofundadora e integrante del colectivo de poesía performática Poesía a pie de calle, con quien se presentó en la FIL Guadalajara 2022. Ha publicado en diversas revistas impresas y digitales; además forma parte de Summergible: antología poética y narrativa (UCUENCA-UNAM, 2022) y del segundo volumen de Novísimas: Reunión de poetas mexicanas (Los libros del perro, 2021). Se ha presentado en distintos eventos culturales, nacionales e internacionales, ejecutando poesía, danza, y teatro.
***
Brasa viva
Envuelvo apresuradamente
memorias, lágrimas y suspiros
entre ropas y periódicos atemporales;
mis manos conocen bien
las cajas de cartón para transportar
una casa
hacia la incertidumbre.
Paredes blancas de mí
esperando ser impregnadas
de esta piel balbuceante
en heridas y destellos de luz.
Aquí
las ventanas tienen otra forma:
no enmarcan una jacaranda
ni tienen cristales rotos;
tampoco escucho el río de carros
que en su llanto entubado
murmura aún su nombre.
Esta primavera el desayuno estará vacío
del violeta de las flores y los gatos ajenos
que nunca supe cómo llamar.
Puedo imaginarme
una casa cálida;
sin embargo, el fuego
aún es una brasa esperando propagarse
por el suelo y las esquinas
de este lugar.
Lo último en desaparecer
Para Mabe Fratti
Entre rocas y polvo,
cuando las nubes estén siendo
atravesadas por las postreras dagas del sol,
el sonido tenderá sobre la tierra
el último manto de verdad:
la música seguirá aullando
entre los cuerpos inertes
y las plantas ya marchitas.
“Toma mi mano” dices mientras el metal
levanta su caricia y tu voz corre
como el agua del único río vivo
de esta ciudad;
deslizas tus dedos
y tus párpados respiran
sobre el pulso de este mundo
que brama, suave,
entre las cuerdas.
Golondrinas
I.
Llevo años preparándome para tu muerte
he escuchado varias veces mi bramido debajo de tu tumba
he visto mi rostro agrietado en el último aliento
con el que decidas envolver al mundo
Pienso que ese día será en el que vea más flores
no será en esta primavera
ni en todas las que ya pasaron
ni en las que faltan por pasar
no será el día de la Virgen
ni tampoco en las cortinas
que desde nuestra infancia
visten a esta casa
II.
Hoy está lloviendo
igual que el momento en el que bajaron de la cruz
al cuerpo de Cristo
y las gotas suenan como el río
que despidió a nuestra abuela
En el vientre el agua nos envuelve
flotamos en un limbo donde no conocemos la luz
ni la textura de la miel en nuestros dedos
Tal vez por eso la muerte está acompañada de agua
En los rostros corren mares
y la saliva se vuelve de acero
la garganta es el grito de un venado
recién herido con una flecha de oro
El sol entrará por la ventana
idéntico al día en que una sábana
clavaba sus espinas alrededor de tu cuello
III.
He decidido no pelear más
donde el aire quema y los cascabeles son
un tornado de silencio
porque si las paredes hablaran
nos contarían las veces que aquí
alguien quiso dejar la llave del gas abierta
mientras en su cama dormía
con su bebé entre brazos