Poesía mexicana: Josué Ledesma

Presentamos​​ algunos​​ poemas de​​ Josué Ledesma (1987),​​ autor de​​ Cenicero​​ (Malavida editorial, 2017;​​ Pachuk´ Cartonera, 2019) y​​ de​​ Los árboles danzan antes de la niebla​​ (Niño Down Editorial, 2024).​​ Fue becario Interfaz Issste–Atemporalidades, Anacronismos y Emergencias (2018). Coeditor del proyecto gráfico–literario​​ Ocho entre ocho​​ | Hidalgo: Crítica, crónica y comunidad, merecedor del estímulo del PACMyC 2019. Impartió el taller de escritura creativa en el Centro Cultural Regional de Real del Monte, Hidalgo (2020). Ha publicado en revistas y suplementos como Los bastardos de la uva, Punto de partida y Círculo de​​ Poesía. Actualmente trabaja en su próximo poemario titulado​​ Abismos artificiales.

 

 

 

 

 

 

Perdí el vuelo ese día

así que esperé cinco horas​​ 

sentado

viendo cómo los aviones llegaban

y la gente se despedía

 

Una mujer llamó mi atención

su voz, lo que dijo:

Quiero morir en un lugar bello

estar cómoda, ebria

alejada de todos

 

En ese momento cerré mis ojos

y fui a dormir

a mi cabaña en el bosque

 

 

 

 

 

 

*

 

 

Al vuelo aves negras

la tarde ocurre clandestina

se inventa la noche y de las aves

sólo estrellas confinadas a la negrura

 

Dioses soplan luz

en las primeras notas de aire

señales en la niebla

luciérnagas​​ 

dirección a cielos internos

 

 

 

 

*

 

 

Niebla

un paseo

cerca del límite

 

 

 

 

*

 

 

 

Una hoja en blanco

nos escribió de noche

 

Al amanecer

de aquel poema

hubo neblina

 

Si fuera otra cosa

sería una hogaza

alimento del ángel

más bello entre los bellos

 

Después de ese día nebuloso

amaneció borracho

escribió los ríos

para beber la orina

 

Desde entonces

balbucea mandamientos

envejece apacible

dibuja flores

 

 

 

*

 

 

 

Camino por un desierto

las palabras anhelan ser agua

 

 

 

 

 

*

 

 

Aunque sea ceniza cuanto tengo hasta ahora,

cuanto se me ha tendido a modo de esperanza.​​ 

José Ángel Valente

 

Una bandada

habita las sombras en mi lengua

quiebra la ausencia de sonido

junto a este otro al que llamo

sin conocer del todo

 

Aunque no tenga un rostro definido

o ninguno entienda

la dirección que toma el vuelo en nuestros labios

sin importar que el enunciado luminoso prolongue su llegada

esperamos con temple

inamovibles

aferrados a este espacio sin nombre

 

 

 

*

 

 

 

 

¿qué fosos insuperables

o qué cadenas has encontrado

para perder de tal modo la esperanza

de pasar adelante?

 

Dante

 

Digo pérdida

un recuerdo se pudre

raíz lejana

en aguas pantanosas

 

Digo pérdida

con el sol de frente

la piel tiende a incendiarse

el viento

en que el sueño es cobijado

por la furia de la noche

 

Digo pérdida

y un manojo de hierba

crece en los terrenos del perdón

por sus venas corre la sangre el pálpito el flujo

temperatura del perro mirando las sombras

 

Digo adiós

y saludo al gigante del globo en el cielo

que rodea un arete solar

otra vez digo pérdida

pero todo está aquí

ausente

 

 

 

 

*

 

 

 

 

Había dos árboles

estuvieron allí

lo que al tiempo se le antoja ir y volver

sin aviso

 

Cuando a uno le invadía la plaga

el corazón del otro la padecía

la plaga arrebató el verde a las hojas

inevitablemente

un día fue demasiado

fueron reducidos al tronco

 

Hay un lugar en los sueños

donde alcanzan el balcón de mis padres

​​ 

La gente me ha dicho

que no es bueno tenerla así

rota

Es mal karma  ​​​​ dicen

consigue una nueva

 

Pero aún ilumina

su luz ámbar señala el camino

cuando no hay luna

o las nubes nacen de la copa de los árboles

 

Es algo que ya no podré decirte

 

 

 

 

*

 

 

 

El valleazul

el río

diluvian

los árboles danzan antes de la niebla

De aquí proviene lo que es

esta: su casa

la cadencia de un susurro perpetuo

 

 

 

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