Los siete deseos
Este sueño no lo he contado nunca: conducía
a una velocidad excesiva, atropellamos una gatita, el resto de sus hermanos huyen.
Oímos el crujido, -lo queramos o no- estará siempre
con nosotros.
Este sueño no lo he contado nunca, porque siempre hablamos
sobre dolencias, temblor de manos, y que -lo queramos o no-
tendremos que despedirnos.
Este sueño no lo he contado nunca, cada vez más
no decimos nada.
Casa en la colina
Todavía estoy divagando qué sueños tendré cuando todos
murieren y aún aparecieren vivos.
Escaparé con ella
Mi amiga estaba enferma, pero nadie
la visitaba.
Nevaba, la nieve cubrió las huellas y probablemente es porque
no se podía encontrar el camino que llevaba a ella.
Mi amiga se moría, pero nadie
se percató. En un amanecer de diciembre
retiraron la nieve de la casa, desconectaron la electricidad,
sacaron el cuerpo.
Mi amiga tuvo su funeral al que iba
muchas horas. Durante la misa daba vueltas bajo la iglesia
esparciendo la nieve con mis botas. Quería llamar a su marido
para pedirle: “ayúdame a abrir el ataúd,
escaparé con ella”.
Alguien a quien conocí hace mucho tiempo quiso abrazarme.
Le dije que no hago esas cosas.
Poltergeist, Wydawnictwo Warstwy 2024
Gracias a Eduard Farràs Núñez por corregir la traducción.