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este cuaderno de notas es un cúmulo de preguntas y respuestas
que lo escribiste cuando ya la letra se te ponía fea y querías dejar constancias
es un modo de despedida
es un movimiento escénico bien medido
un tiro al blanco con el ángulo y la velocidad exactas
esta bitácora de tus últimos días con la escritura es una trampa
una mina antipersonal
un frasco con cebo azucarado
esta bitácora en la que me miro desnuda como ante un gran espejo de piedra
en la que yo he sido la piedra
en la que yo he sido la niña que murió sin el sacramento del bautismo
y que te reclamaba al pie de tu cama de enferma
esta bitácora contiene instrucciones para lanzar encantamientos
contiene hechizos y recetas de antídotos
contiene palabras que convocan a lo sobrenatural
pero ninguna de esas palabras ya me sirve
porque por más que teja y arme ya no hay antídoto para este duelo
porque por más que teja y arme ya no has vuelto desde donde te dejé
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y dices que no creo en el amor
cuando no hay prueba de amor suficiente
y ninguna le llega a los pies
él me amó antes que yo nazca
un lustro antes
me imaginó de tez clara y con sus ojos
nací en su adultez tardía
con otro rostro
pero igual bello para él
luego de tanto intento fallido y de tanta nostalgia
luego de tanto drama y tanta guerra
luego de tanto silencio y tanto sepulcro
de su sangre nací
de su piel
de su misma especie
de su prisma
de sus chistes incomprensibles
de su humor que no tiene gracia sino en la escala más silenciosa
más dolorosa
de sus huesos nací
de sus casimires ingleses guardados con celo
de sus desvelos y su miedo a la oscuridad
por eso me puso por nombre clara para que conserve algo de albor
para que me rehaga como pueda con las palabras
en caso de emergencia y rompa el cristal
para que finja una sonrisa
para que sea sobreviviente de toda pérdida
para que pueda mimetizarme entre tanta gente
para que sea pieza de nunca encajar
para que ayer
para que hoy mismo
para que mañana
para que esté sin estar en espacio y tiempo
para que sea la mujer invisible
para comprarme un reloj azul marca invicta
en una relojería del centro histórico
para que niegue a todo dios un reloj marca invicta
para que alguna noche de enero yo pudiese quedar invicta en medio de su muerte
y llorar sin lágrimas en medio de tanta sonda y tanto quebranto
en medio de tanto muerto obligado a quedarse
en medio de tanta asepsia
en medio de tanta carnicería terapéutica de los cuerpos amados
un reloj marca invicta mecánico de acero inoxidable
un reloj para que me marque los pasos
un reloj para que me recuerde que aún no es tiempo de volar a su encuentro
un reloj para quedarme dormida cinco minutos más
porque la escuela es un suplicio y preferiría no ir
un reloj plateado de cuerda marca invicta
para que no me olvidé de llegar
para que falte a toda cita no porque no sepa que debo ir
sino porque a propósito quiero fallar
un reloj invicta de pulsera
y aun así sugieres que no creo en el amor
cuando no hay prueba de amor suficiente
cuando el amor es ese mero acto silencioso
ese mero acto sedicioso del tic tac
marcándome el latido del ausente
para que no me olvide de sus intentos fallidos
de sus nostalgias
del drama
de tanta guerra
de tanto silencio
de tanto sepulcro
de su sangre
de su piel
de su especie
de su prisma
de sus chistes
de su humor
de sus silencios
de su dolor
de sus huesos
de sus casimires ingleses
de su celo
de su desvelo
de sus miedos
de su palabra
de su sonrisa
de su sobrevivencia
de sus pérdidas
de su mimetismo
de su ayer
de su hoy mismo
de su mañana
de su espacio y tiempo
de su invisibilidad
de su dios
de su 26 de julio
de su 19 de enero
de su llanto sin lágrimas
de sus sondas
de sus quebrantos
de sus pasos
de su ausencia
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mi piedra es un corazón petrificado
un exoesqueleto
un objeto marino
un amuleto del mal
he amado muchas veces con esa piedra
a hombres declives y a mujeres delfines
mi madre se desintegra y vuelve en las más libres formas
ayer un hombre me contó cómo se había desintegrado en el introito de las muertes
pero había vuelto de cuidados intermedios
muerto por completo o con el corazón acodado
mi madre es un objeto marino
una imagen de culto
un exoesqueleto
mi piedra es un poema petrificado
una subclase de corazón
una forma extraviada de la palabra
pero con esa forma he amado
mi madre ahora es brusca como el poema
podría ser rosa o canto
o el fluir obcecado del agua
o el brusco manar de los ríos de lodo que bajan por esa calle que odiaba
no he querido visitar su tumba
no quiero saber si es verdad su muerte
no quiero arrastrar mi pesada piedra hacia allá
es imposible que luego de amarnos tanto se haya marchado
lo más probable es que se haya convertido en una libre forma que aún no puedo advertir
en una mujer delfín o en un hombre declive
a los que aún la piedra de mi poema no alcanza
a los que aún la piedra de mi corazón no absuelve
3
a veces ni el poema alienta
a veces ni el poema alimenta
juego con mis manos
las vuelvo añicos
juego con sus partes
con los muñones así erigidos
monumentos de mi ansiedad
huyo de toda compañía
qué más da soy una fugitiva
nadie lo comprendería
hago el teatro de quedarme
pero siempre estoy retraída en algún desván que con antelación
he creado para el efecto
invento personajes
no para incluirlos en mis historias
sino para abandonarlos en el mundo
medio borroneados
yo misma soy uno de esos personajes
invento soledades
reniego del poema que es como hacerlo de la vida misma
imposto la voz
hubo un punto de quiebre en la historia
estoy al borde del hueso
y toda el agua contenida en mi cabeza cae sobre la tapa de madera
estoy al borde de la pendiente a la que me he precipitado de todas las maneras posibles
con toda táctica y todo truco
pero jamás di con el fondo
estoy al borde del hueco
tanto que puedo escarbar en su boca y el hueco también me adivina
me huele el miedo
sabe que ya fui saqueada de hueso a raíz cual si escondiese un tesoro
y no sabe que solo he sostenido a la nada entre mis manos
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escribo desde el miedo
desde la soledad de quien asesina con mano propia
de quien se asesina
de quien se lleva por delante a los que ama
de quien no duda en descargar el arma y asestar
de quien provee los medios
de quien lleva a término el amor
no entiendo otras formas de amar
esa fue la mía
escribo desde las voces de las antiguas de mí misma
yo soy la única a la que el epíteto de la condena perpetua le calza
yo soy la única en la familia que ha dado el salto mortal
la que ha acometido la muerte como un poema
la que se equivoca con intención expresa y pasa desapercibida
la bellamorte
la isadora
la mersault
la extranjera
la del chiste malsano y el humor caústico
escribo desde el terror de quien asesina a su propia madre y ni siquiera la culpa le asiste
pero de ese modo tampoco tendrá derecho a llorarla después de haberla llorado tanto en vida
escribo con la cara lavada
me sostengo a la rabiosa muerte porque solo ella me ampara y es medicina
confieso que también he procurado la muerte como un bálsamo
doctora muerte
he procurado la muerte como un calmante seguro
nadie de los que habitaron mi casa tenían remedio
estaban gozosamente vivos
raudos
atareados
legítimamente vivos
pero se descalabraron
escribo también desde la soledad de quien mata
ya no requiero ni jueces ni cárceles
espero mi muerte me sea lo suficientemente poética
estética incluso en su última escena
obra de arte
banda sonora
novelita rosa
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Rocío Soria R. (Quito, 1979). Es comunicadora social. Magíster en Literatura Infantil y Juvenil. Publicó Huella Conceptual (2003), El Cuerpo del Hijo (2008), Isadora (2010), Ictus (2013), Deterioro (2018), Pelotón de Fusilamiento (2022) y Casa de Mariposas Negras (2023). Con Isadora obtuvo el Premio Nacional Ileana Espinel Cedeño, 2008; y con Deterioro, obtuvo una mención en el Premio Jorge Carrera Andrade del Municipio de Quito. Parte de su poesía ha sido recogida en antologías nacionales e internacionales, ha sido parcialmente traducida al inglés y francés e invitada a encuentros dentro y fuera del país.