Doble filo, de Marialuz Albuja Bayas

Presentamos una selección del libro Doble filo (Renacimiento, 2023), de la poeta ecuatoriana Marialuz Albuja Bayas

 

 

 

SACRIFICIO

 

Vivía hacia adentro

entregada al rumor de la sangre.​​ 

Su voluntad agitaba las aguas

que en un instante eran otras

como si el mundo ocurriera entre las raíces​​ 

donde una tarde me abandonó.

Su corazón daba un vuelco al crujir de una rama​​ 

(así fue mi regreso, un sonido quebrado por la mitad).

Se deshacía de todo, aunque amaba cualquier gesto inútil

a veces, mi mano, donde guardó una caricia​​ 

el pasadizo para que algunos pudieran tocarla.​​ 

 

Renunció a abrir la puerta, cualquiera fuese el dolor o el gozo.​​ 

Rompió en sí misma

cuando entendió que las olas no existen.

 

TIERRA

 

El cigarrillo quema su papel de arroz

al consumirse en el fracaso de las hojas.

Así, los que desearon a mi madre​​ 

se desintegran bajo el manto de la piel​​ 

como tragados por un delta.

Ellos no saben que este olor a palo santo es ella

que el ojo de agua en la pared es ella

que el fuego oculto bajo el lodo

es también ella entre los jeroglíficos del humo.

 

Los que desearon a mi madre no sospechan

que en el caudal de todo río va su sangre​​ 

y puede más

y los destroza.

 

ELOGIO DE MI PEORVERSIÓN

 

Esta que pide que la Tierra pare en seco

que el Sol reviente en supernova

y que el imbécil que la intercambió por otra​​ 

hoy se atragante con la espina de una trucha

 

esta que quiere envenenar a las palomas

soy

la peorversión de mis versiones

única forma de salvar lo que se pueda

aunque después nadie me invite a su banquete

porque escupí en la perfección del día.

 

Tal vez por eso se inflamó mi lengua.​​ 

Tal vez por eso se inflamaron mis rodillas.

Tal vez por eso se inflamó mi corazón

 

y las palabras se me fueron al vacío

despedazadas y concisas

lejos de toda poesía en las entrañas.

 

Tal vez por eso aquí me ves

frente al espejo

torturando mis amígdalas

desmenuzándome los senos

siendo raíz bajo el pantano

tramo de cuerpo que se abisma en la punzada.

 

Tienes razón, no meditaba ni dormía.​​ 

Estaba rota, tragada por el terror

deseosa de ponerte la moneda bajo la lengua

para dejar que al fin se vayan las versiones que hemos sido

nuestra fugaz capacidad de perdurar.

 

Tal vez por eso te lanzaste desde el puente

tal vez por eso se quebró tu cavidad de nido

y aquí me ves, luego de tantas madrugadas​​ 

también deseosa de saltar.

Ya casi lista.

 

MAPA

 

Creí haberme dejado caer desde un techo amarillo​​ 

al final del jardín del emperador​​ 

junto al árbol más viejo de la Ciudad Prohibida.

Otras veces pensé que me había soltado​​ 

a la entrada de Bellas Artes, en la Puerta del Sol

o en algún basurero de Broadway.

 

Pero siempre volví a transitar en mi pulso

perseguí mi dolor por el filo de las quebradas

escarbé la pared de mi vientre

el vello rubio de mis axilas

la certeza del miedo.

Ahora un poco de Rivotril para hacerme la muerta​​ 

mientras nace en mis ojos un puente hacia el mar.

 

VÉRTIGO

Mi especialista me aconseja ser la Venus de Tiziano​​ 

mientras me mira sobre un lienzo que no existe.​​ 

Que no me deje desplomar, dice, en mi duda

que si algún día… (esa es la parte que no escucho)​​ 

sus ojos tocan mi zumbido

sus gestos silban en mi frágil caracol

entre los huesos que desbordan el canal del laberinto. ​​ 

Ruedo hasta el piso en un millón de ruidos verdes​​ 

clavo las uñas en su piel​​ 

consigo anclar.

 

 

PROMESA

 

Un mirador que no fue mío​​ 

como tampoco fueron mías las raíces

tal vez las hojas arrancadas

o algún fruto.

 

Cuánto quisiera regresar​​ 

pero mi oficio es verlo todo desde lejos.

 

Prefiero ser un animal entre las ramas

antes que hundir mi última fábula en el suelo

como si hubiera un paraíso.

 

 

DES(A)TINO

 

Ya vendrán las canoas

no temo

sentiré su presencia cuando un brazo me aleje

de este suelo al que no pertenezco.

Bien lo sabe mi amante

que enmudece y se enfoca en el vidrio.

Su silencio es laguna a mi alrededor

pero sé que vendrán las canoas, los remos

una cuerda sin fin

solo un hilo de sangre

mientras sube​​ 

del fondo

mi voz.

 

 

 

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Marialuz Albuja Bayas (Quito, Ecuador). Ha publicado los poemarios​​ Las naranjas y el mar, Llevo de la luna un rayo, Paisaje de sal, La pendiente​​ imposible, Detrás de la brisa​​ y​​ Doble filo, así como las novelas​​ En caso emergencia (no) rompa el vidrio​​ y​​ Maura. En 2017, la Academia Hispanoamericana de Buenas Letras, Madrid, le​​ otorgó el premio Dámaso Alonso en la categoría Creación Literaria. Obtuvo​​ mención de honor del premio César Dávila Andrade de poesía (2012), y ganó el premio​​ de poesía del Ministerio de Cultura del Ecuador (2008). Sus dos novelas​​ obtuvieron el premio nacional Darío Guevara Mayorga a la mejor obra publicada en su categoría (2017 y 2019 respectivamente).​​ 

 

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