Albert Aoussine es un filósofo, poeta, escritor, historiador y editor camerunés. Es fundador y director de la revista BAOBAB y de Éditions De l'Esprit. Entre sus libros destacan Polemos & Pharmakon; Alchimie Poétique (coescrito con Josette Neisius); L'Art des scribes et des griots; Anthologie de la poésie africaine et afro-descendante francophone du 21e siècle.
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Pueblo natal
Cuando mis pensamientos
me trasladan a mi pueblo natal,
escenas ricas en colores,
avivan mi emoción.
Allá, bajo los trópicos,
se vive bien en cualquier estación.
Los espacios son extensos, vastos
hechos a la medida de mi respiración.
Los arboles están rodeados de espeso follaje
los poderosos baobabs, sirven de abrigo
y lugares de encuentros
cuando el sol en el cenit, lanza sus rayos.
Las chozas agrupadas simétricamente,
sabiamente espaciadas,
triunfalmente saliendo de la tierra
muestran con orgullo, sus tocados de paja.
Allá, a lo lejos, contemplo
encantado, la sabana salvaje
mi sueño de inmensidad.
Aquí, en estas tierras calientes
la sabiduría es la norma;
el hombre es un dulce maestro
intenta vivir de forma armónica.
Además, desde el amanecer
al primer canto del gallo,
los aldeanos se entregan
a múltiples ocupaciones.
Las mujeres, con su tesón habitual,
se levantan al nacer el alba,
vestidas con simples paños…
con los colores-de todas-las estaciones.
Ellas son las que encontramos
numerosas, en cada encrucijada.
a su vez, van a los pozos
al río más cercano
y también al más lejano,
desafían a las colinas, al trabajo de los campos…
nada parece afectar esta alegría
profundo, todo lo que ellas hacen:
pilando mijo, trigo o sorgo
mientras vigilan al niño dormido.
Y que bellas lucen,
cuando en los días festivos,
se adornan con sus modestas joyas
con sus mejores galas
danzan, y cantan con sus voces celestiales.
Y los hombres bravos y fieros
a fuerza de pruebas iniciáticas,
de estatura mediana
y con una calma olímpica,
velan activamente, con esmero
por toda la sociedad.
Ellos aseguran la paz, la estabilidad
construyen nuevas chozas
crean empleos tanto agrícolas
como artesanales.
Y durante sus ratos de ocio
toman un merecido descanso,
beben vinos locales,
de sésamo o de dátiles,
sentados en esterillas
tejidas por su dedicación.
Niños y ancianos, mientras tanto
son testigos a distancia
de estos eventos.
Los primeros se inician así de una forma lúdica,
los últimos, valen todo su peso
como guardianes de las tradiciones,
mediadores, maestros o sabios consejeros.
Himno a la vida
Niño,
fruto de cuerpos tensos.
rosa de los cuerpos colgados.
horizonte en flor.
Así que aquí estás, mañana triunfante.
en la palma de mis manos
sonríes con alegría o resignación
nadie lo sabrá…
Tengo tanto que decirte
niño con bronceada frente
cuando en ti la plena
conciencia se forme.
Tu madre ya
te mece a las canciones de
orgullosos reinos de África
libres y florecientes desde la antigüedad.
¡Oh sésamo de días felices!
en el país Serer te llamamos oasis.
Ven frente a mi espejo,
amuleto hecho por la madre naturaleza.
Estoy soplando en tu frente,
que el fuego de la vida
haga de ti un océano.
Negro
– Papá dime, ¿por qué la noche es negra?
– Porque lo negro está colmado de calma.
– ¿Por qué es negro el hombre?
– Porque lo negro es hermoso y gozoso.
– ¿Por qué lo negro es negro?
– Para embellecer el cosmos.
– ¿Por qué el pizarrón es negro?
– Porque lo negro es inteligente.
– ¿Por qué el negro es tan pobre?
– ¡Porque él trabaja para todos!
Boleto sobre la mesa
Amigo, querido amigo,
duermes lejos de los albergues,
cuando, por un día festivo,
te marchas al campo.
Prefiero saberte sobre hierba fresca,
aspirando los olores del verano
que, en estas casas tristemente amuebladas,
madera arrancada del corazón de los bosques.
Alchimie Poétique (2016)
La vida de un griot
Sueño te vas,
te vas alejando de mí
con paso ligero, furtivo;
tras una noche de olvido
en la tierra de ninguna parte.
Similar a un felino macho
por toda plegaria, al despertar
me estiro largamente
y doblo mi estera improvisada
al mínimo grosor.
He dormido bajo las estrellas
sin miedo ni alegría
sin mantas ni sábanas...
lejos, muy lejos de cualquier bestia,
de todo hombre.
sin techo sobre mi cabeza
cualquier lugar que me corresponda,
amplía mi fortuna.
Yo, un griot errante.
Yo, griot sin carga,
libre de toda restricción
usualmente apropiada
a un hombre de edad madura.
Yo soy el viento
cuando la naturaleza sopla
lluvia cuando llueve,
roca dura en tiempos de crisis,
sobre la cual
viene a descansar el alma en pena.
Conozco todas las maravillas de la literatura oral:
epopeyas, canciones, cuentos, leyendas...
como gotas de agua en un gran río.
Conozco las profundidades de África hasta el vértigo.
Vengan, hijas e hijos del continente,
no hay reino, rey o reina,
talentoso artesano, príncipe glorioso,
que yo no conozca.
Mi memoria es un universo,
mis palabras sabiduría, mi canción festín,
mi danza ritual, mis relatos plenitud
con los cuales la nueva generación
teje en el horizonte virgen,
un continente africano rico en su patrimonio.
La Palabra abundante
Amigos, hermanas, hermanos,
y todos ustedes, amables forasteros
que han venido a mi encuentro
al final de mi largo viaje.
Abundante, así es como quiero que sea mi Palabra, con raíces profundas
palabra de fuego, de ceniza, de aguas vivas que brotan.
Nuestros padres, los dioses de incontables rostros,
me dieron como única herencia,
en esta vida la Palabra
para transformar el aliento de la palabra en habla articulada,
en todas las formas posibles
e imaginables, tal es mi destino.
Por la mañana se convierte en oraciones,
alabanzas, canciones, adoración, poesía, recitaciones.
Por la tarde, la descubro desde otros ángulos
igual de familiares:
cuentos, leyendas, rapsodias y música.
Y cuando llega la noche
en la cumbre de su poder
ella es sabiduría, epopeyas, mitos
que encierra innumerables misterios.
Mi vida,
si tuviera que describirla,
diría que es viajera
de siglo en siglo,
gracias al eco de la Palabra desde las profundidades.
Vivo erguido,
camino recto y orgulloso
por los caminos de mis padres,
en la mística del lenguaje,
de armonías particulares.
No, no escribo y quizá nunca lo haga
porque la escritura es visual y nuestro conocimiento espiritual.
Nuestro arte es primitivo, intuitivo y matinal
y la escritura racional, tardía, crepuscular.
El hombre habla mucho antes de escribir,
canta antes de leer.
Yo soy uno de los primeros hombres.
Es cierto que algunos de mis compañeros
intentan escribir, es su elección, respetémosla.
He descubierto que eres un escriba, con tu mano izquierda,
abrirás antiguos papiros del mundo oscuro,
con la derecha, inscribirás escarificaciones de tinta negra
sobre la suave piel de la hoja blanca.
La Palabra es Libertad,
cada palabra articulada al ritmo del cosmos
puede volver a encantar al mundo.
El eco silencioso de la memoria genética
transporta desde el alba de los tiempos la historia de la humanidad.
Esta Palabra viva que me habita,
que se me permita compartirla con ustedes.
Que les traiga la sabiduría de Nubia,
la alegría de vivir en Gao,
la mística de Guider,
los amuletos Ashanti,
el perfume de Senegal,
el collar de diamantes de Tombuctú,
la dignidad del pueblo Sawa,
el rugido del Kongo,
la integridad de Faso,
la paz de Etiopía,
la generosidad de Fouta-Djalon.
De L'Art des scribes et des griots, Éditions De l'Esprit 2024
Nota de la traductora: Un griot (también conocido como jeli o djeli) es un narrador de historias originario de África Occidental. Estos artistas ambulantes transmiten tradiciones orales a través de la poesía, la música y las canciones. Los griots son depositarios de la memoria colectiva y pueden improvisar sobre eventos actuales y hechos cotidianos.