Poesía polaca: Barbara Klicka

Leemos, en el marco del dossier de poesía polaca que prepara Krzysztof Katkowski, algunos textos de Barbara Klicka (Płock, 1981). Además de poeta, es dramaturga, guionista, animadora cultural y editora.

 

 

 

 

Durante años estuvo asociada al Teatro Judío y coprodujo el Festival Varsovia de Singer. De 2010 a 2014 trabajó como editora de la revista trimestral «Cwiszn», dedicada a la literatura y el arte judíos. En 2012, publicó el volumen «same same», nominado al Premio de Poesía Silesius de Wrocław. En 2016, fue galardonada con el Premio Literario de Gdynia y el Silesius por «Nice».​​ 

 

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

Sé de allá, no seas de allá

 

Cuidado, hermana: el tiempo se sienta en el hombro hasta que me​​ da​​ un susto. No hay día tan largo como si llevaras el sol para una ruta exagerada. Y ahora mira: los minutos corrieron bajo el bosque de coníferas,

 

un balcón de uvas, un sillón de rayas suaves. Inclinabas la cabeza, volcabas en el vacío. Éramos demasiado en aterrizajes suaves, no éramos suficientes​​ como​​ para una historia​​ 
posterior.​​ 

 

Cuidado, querida: te fuiste de casa y moriste en el camino. ¿Qué hace uno entonces: bozal sin barrotes, recoveco sangriento? Era diciembre, golondrina, la primera helada en los pastos.

 

Te trajiste de allá​​ 

en tus dedos

huellas de los dientes.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

Exclave

 

Se sostuvo​​ aquella manzana en la mano, aquella figura, y vinieron los cisnes, vinieron los cuervos y los grajos, vino la nube con el viento. Las montañas no se movieron, según las montañas.

 

Fluyó la misma melodía a través de nosotros, aunque en direcciones distintas. Cuando saludaste​​ a alguien que​​ recién​​ volvió​​ de viaje,​​ algo​​ me envolvía en un edredón como a un niño de cinco años y salía

 

de tus brazos

 

y dormía a tu lado.

 

 

 

 

 

 

 

 

Permiso de conducir

 

Extrañas estas fechas y extraño el bosque, extraños los sarcófagos invernales,​​ hormigas en él. Tú dices: nunca ha muerto nadie. Yo digo: puedes conjurar la flor del espino a tu antojo,​​ nada​​ saldrá de eso, vamos​​ mejor​​ al coche

 

y apoyemos​​ nuestras​​ cabezas.

 

 

 

 

 

 

 

 

Párrafo

 

Se resquebraja.​​ El​​ Asfalto como una alfombra.​​ Las imágenes como letras. Ruidos como susurros. Se resquebraja. El mecanismo de escape como una estrofa. Poses como contenido. El contenido como cristal. Se resquebraja.

 

Los espejos como correos electrónicos. El silencio como algodón. Ruido como un insecto. Se resquebraja. Tripas como escombros. Dinero en efectivo como una pesadilla. Bregar como digerir. Se resquebraja. Parir como la saliva. Se resquebraja.

 

Regulaciones.

 

Solo ellas.

 

 

 

 

 

 

 

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