Nueva poesía norteamericana: Zinnia Hansen

Leemos nueva poesía norteamericana. Leemos algunos textos de Zinnia Hansen, Poeta Laureada Juvenil de Seattle. Los poemas fueron traducidos por un equipo integrado por Claire Davis, Sarah Dunham, Madison Ringham, Darby Slack y el reconocido académico y traductor Anthony Geist.

 

 

 

Zinnia Hansen es poeta y ensayista originaria del Noroeste del Pacífico, donde estudia Clásicas e Historia en la Universidad de Washington. En 2021-2022 fue Poeta Laureada Juvenil de Seattle y es autora de​​ Spikenard​​ (Poetry NW Editions, 2022). Colabora con el periódico universitario,​​ UW Daily, donde publicaba una columna, “Agora”, en la que exploraba la experiencia de leer los diálogos de Platón desde el punto de vista de una alumna universitaria contemporánea. Fue finalista en el “New York Times Personal Narrative Contest”. Su obra se ha publicado en varias revistas y publicaciones digitales, tales como​​ The Call Center Collective​​ y​​ Rattle Magazine.​​ 

 

Traductores:​​ Claire Davis,​​ Sarah Dunham,​​ Madison Ringham,​​ Darby Slack y Anthony Geist

 

Durante el trimestre de primavera de 2025 coincidieron dos programas de la Universidad de Washington en nuestro centro de estudios en León (España): Uno de Historia y otro de Lengua y Cultura en Español. Como Director Ejecutivo del Centro de Estudios, cuando me enteré de que teníamos una distinguida poeta joven con nosotros en el programa de Historia decidí organizar una lectura poética. Cuatro alumnas del programa de Español se ofrecieron a colaborar conmigo en la traducción de una selección de sus poemas a español. Tomamos la decisión de hacer un experimento y pasar los poemas por ChatGPT, que nos dio una versión literal, que fuimos modificando hasta dar con las versiones que aquí se presentan.

 

Anthony Geist

 

 

 

 

 

 

***

 

 

 

 

Hamartia

 

A hawk perches next to me,

swaying a little in the wind,​​ 

his eyes fixed inside a frame.​​ 

If he misses he misses —​​ 

 

but he won’t miss.​​ 

 

would I fall, never again​​ 

to see the highway from this vantage

if I spotted a mouse,​​ 

as it ran between the rows of wheat,

 

and I decided to go hunting?

 

 

 

 

 

 

 

Hamartia

 

Un gavilán se posa junto a mí,
meciéndose un poco con el viento,
los ojos fijos dentro de un marco.
Si falla, falla —

pero no va a fallar.

¿me caería, para no volver
a ver la autopista desde esta altura
si viera un ratón,
corriendo entre los surcos del trigo,

y decidiera salir a cazar?

 

 

 

 

 

 

 

Animal

 

As I follow this stag-path​​ 

through the salal,

it becomes a palm-line,​​ 

the border of being,​​ 

a river valley whose river​​ 

has already poured itself​​ 

into the sea.​​ 

I’m stalking the holy ghost,​​ 

a dove, a deer, any animal

wild enough to draw

with its hooves or wingtips.

His coat shines

like an afternoon moon​​ ​​ 

though the sun set​​ 

a moment ago​​ 

and the moon has always​​ 

been covered by clouds. ​​ 

His antlers might be

a barren forsythia branch​​ 

where a little goldfinch​​ 

might perch.

The path ends at a cliff.​​ 

The cliff knows itself​​ 

by crumbling​​ 

My toes know the edge​​ 

by curling.​​ 

I stare into the Sound,​​ 

running my fingers​​ 

over the piano keys of time.

My eye is lighthouse​​ 

warning my soul to stay

in the deep.​​ 

The ferry floats,​​ 

like a memory floats,​​ 

white as a ghost​​ 

who has drunk too much milk,​​ 

as it brings the dead

to my shore.

 

 

 

 

 

 

 

Animal

 

Al seguir este sendero de ciervo
a través del salal,
se convierte en una línea de la palma de la mano,
la frontera del ser,
un valle fluvial cuyo río
ya ha desembocado
en el mar.
Voy acechando al espíritu santo,
una paloma, un venado, cualquier animal
lo bastante salvaje para dibujar
con sus pezuñas o puntas de ala.
Su pelaje brilla
como la luna del atardecer —
aunque el sol se puso
hace un momento
y la luna siempre
ha estado cubierta de nubes.
Sus astas pueden ser
una rama desnuda de forsitia
donde se posa un jilguero.
El sendero termina en un acantilado.
El acantilado se conoce
al desmoronarse.
Los dedos de mi pie conocen el borde
al encogerse.
Clavo los ojos en la Ría,
y me río al pasar mis dedos
por las teclas del piano del tiempo.
Mi ojo es un faro
que advierte a mi alma que se quede
en la profundidad.
El transbordador flota,​​ 
como flota un recuerdo,
blanco como un fantasma
que ha bebido demasiada leche,
al llevar a los muertos​​ 
a mi orilla.

 

 

 

 

 

 

 

Ghazal

 

In the center of the bud, apocalypse is unfolding.

At the edge of myself, pink infinity is unfolding.

 

The gods sit in the garden, peeling the petals of the sun;

the spiral road to Damascus, Damascus Rose unfolding.

 

The bestial moon is stained orange with the war it wages

against the sea, reflected light of a battle unfolding.

 

I want to bury my face in the ruffles of my God’s dress

like I’m smelling a flower, like Virgin Mary unfolding.

 

There is one good thing to come out of our capital-climate

emergency, fashion industry, inflation unfolding.

 

I sewed the planet into a couture gown. I stitched Her up

with fire. Everything burned from the inside out, unfolding.

 

Leonard Cohen is putting Lorca’s poetry to music.

The two of them are dead and still singing a song unfolding.

 

Now we plant a Zinnia. Once all its petals have fallen,

it will become a sign post pointing to heaven unfolding.

 

 

 

 

 

 

 

Ghazal

 

En el centro del capullo, el apocalipsis desplegándose.
Al borde de mí misma, la infinitud rosada desplegándose.

Los dioses se sientan en el jardín, deshojando los pétalos del sol;
la ruta en espiral a Damasco, Rosa de Damasco desplegándose.

La luna bestial manchada de naranja con la guerra que libra
contra el mar, reflejada luz de una batalla desplegándose.

Quiero hundir mi cara en los volantes del vestido de mi Dios
como si oliera una flor, como la Virgen María desplegándose.

Surge algo positivo de nuestra emergencia capital-climática,
industria de la moda, inflación desplegándose.

Cosí un vestido de alta costura alrededor del planeta. La suturé
con fuego. Todo ardía desde dentro, desplegándose.

Leonard Cohen pone música a la poesía de Lorca.
Muertos los dos, todavía cantan una canción desplegándose.

Ahora plantamos una Zinnia. Cuando caigan todos sus pétalos,
será un letrero apuntando al cielo desplegándose.

 

 

 

 

 

 

 

Towards, Come ​​ (Advent)

 

On a train​​ 

hurtling towards​​ 

I point at things​​ 

flying past:​​ 

 

Holy.​​ 

Holy.​​ 

 

The mist anoints them so,​​ 

as the sky seeps​​ 

into the floodplains.​​ 

 

Everything: ​​ 

a ship​​ 

in a boatyard

on the sea.​​ 

 

The train:

a cigarette​​ 

i’m smoking

or my line of sight.​​ 

 

Everything holy:​​ 

on the periphery. ​​ 

 

 

 

 

 

 

Hacia, Ven (Adviento)

 

En un tren
que se lanza hacia
señalo cosas
que vuelan al pasar:

Sagrado.
Sagrado.

La niebla las unge así,
mientras el cielo se filtra
sobre las llanuras.

Todo:
un barco
en un astillero
sobre el mar.

El tren:
un pitillo
que fumo
o mi línea de visión.

Todo lo sagrado:
en la periferia.

 

 

 

 

 

 

Afternoon in Rome

 

Today the sun​​ 

is nothing but a hole,​​ 

a stab wound​​ 

in a pregnant belly.

 

All the fountains​​ 

have run dry​​ 

so we simply stare​​ 

at one another

downing espresso

after espresso.​​ 

 

The ruins on the hill​​ 

decompose​​ 

before we see them.​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Tarde en Roma

 

Hoy el sol
no es más que un agujero,
una puñalada
en un vientre embarazado.

Todas las fuentes
se han secado
así que nos miramos sin más
tragando un espresso
tras otro espresso.

Las ruinas en la colina
se descomponen
antes de que las veamos.

 

 

 

 

 

 

 

Joy

 

Together —

we watched a swallow dive into the earth.​​ 

 

At a moment so pivotal it couldn’t be pinned by perception,​​ 

a moment comprised of pure potential,​​ 

or perhaps the prime matter of the immaterial,​​ 

the bird propelled itself — or the wind propelled it — upward again.​​ 

 

Onward really, towards another instance, or instant, of freedom.​​ 

Reality took a breath (to make sure it was really real).​​ 

 

I might have been fooling myself, but I’d have sworn on every atom

that I saw a couple specks of dust sparkling in the air behind it

 

shaken from its tiny shaking wings.​​ 

 

Were any of the bird’s feathers broken?​​ 

Was the delicate membrane of its wings bruised and bleeding beneath them?​​ 

I wondered if a collision had occurred somewhere​​ 

 

I couldn’t see —

 

a place beyond time, a graveyard of splintered swallow bones.

Some battlefield where perfect things crash into one another,​​ 

where the splinters of swallow bones stick out of the earth,​​ 

 

growing like trees.​​ 

 

A place where there are no curves —

only lines still deciding what they want to be.

 

“Joy,” she said, “that is my prayer for you.”​​ 

 

 

 

 

 

 

 

Alegría

 

Juntas —
vimos una golondrina zambullirse en la tierra.

En un instante tan primordial que no podía fijarse con la percepción,
un momento compuesto de puro potencial,
o quizás la materia prima de lo inmaterial,
el pájaro se impulsó — o el viento lo impulsó — de nuevo hacia arriba.

Hacia adelante, de verdad, hacia otra instancia, o instante, de libertad.
La realidad respiró (para asegurarse de que era realmente real).

Quizás me engañaba, pero habría jurado que sobre cada átomo
vi un par de motas de polvo brillando en el aire tras ella

sacudidas de sus diminutas alas temblorosas.

¿Estarían rotas algunas plumas del ave?
¿Estaría magullada y sangrando la delicada membrana de sus alas?
Me pregunté si había ocurrido un choque en algún lugar

que no podía ver —

un lugar más allá del tiempo, un cementerio de huesos astillados de golondrina.
Algún campo de batalla donde las cosas perfectas se chocan,
donde las astillas de huesos de golondrina salen de la tierra,

creciendo como árboles.

Un lugar donde no hay curvas —
solo líneas decidiendo lo que quieren ser.

“Alegría”, dijo ella, “esa es mi oración para ti.”

 

 

 

 

 

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