Nieves Álvarez Martín, nació en Mingorría, Ávila. Vive en Cantabria. Es una escritora autodidacta. Ha obtenido una docena de premios literarios. Ha publicado, entre otros: Fantasmas en la boca, Trenes de cercanías, Geranios rojos, o Íntima trinchera.
VII
La muchacha
de los ojos azules
estudiaba un examen
en los trenes de marzo.
El libro aprendió a volar
entre cristales
y sus ojos
dibujaron nubes
en todas las miradas.
(De Trenes de cercanías)
Teorema de la lírica
Apenas un murmullo, simplemente
un ligero murmullo que se apaga,
un cálido silencio que divaga
en las líneas de fuga de la mente.
Un murmullo fugaz, iridiscente,
que dibuja el mensaje y que se embriaga
de aquella plenitud en la que indaga
la voz y la palabra, suavemente.
El sueño de la lírica domina
los impulsos del ser que está esculpiendo
en las entrañas mismas del teorema.
Y en la penumbra, allí donde germina
la magia vertical, está naciendo
el alma que palpita en el poema.
Las horas
Se asombra el calendario
de este tiempo de rosas
mientras me balanceo, suspendida
en las horas que pasan, sin sentido.
El impulso no existe,
se ha perdido tras un rumor de abrazos
y sólo las palabras, a lo lejos,
descifran la nostalgia de los días.
Paso a paso, despacio, muy despacio
se va ocultando el sol,
el horizonte
ha ensanchado la línea divisoria
entre el cielo y la tierra;
mientras, cada minuto cuenta,
está contando la historia de un recuerdo,
el almacén sagrado de unos besos,
el árbol que florecerá mañana.
Acaba de apagarse
el sembrador de sueños
mientras canto en silencio una canción
de arena.
Y hay un reloj que marca
el ritmo de mis manos,
y unos versos que dictan el mensaje,
y una voz que no es mía
y que me pertenece.
Y hay un dulce presagio
y un dios de chocolate
y un tiempo de amapolas
en el que fui feliz.
(De Intrusos en el tiempo. Teorema de la lírica)
Búsqueda
Y busco los porqués, los adjetivos
que puedan describir las inmutables
vertientes del axioma,
las alas verticales de los nombres
que no se nombran nunca,
las pequeñas huidas al fondo del abismo.
Y busco un acertijo que adivine
a qué juego se juega cuando el día
se tiñe de silencios
y los ojos se llueven y se secan
y no respira el nuevo calendario
y tienen anorexia los delfines.
Y busco las palabras
que no encuentran refugio en otras bocas,
las que no necesitan
permiso de los días para seguir estando,
las que se catapultan
desde el tablón de anuncios de un te quiero.
Y busco por si acaso
alguien puede decirme donde queda
la estación de los trenes solitarios
-de los sueños perdidos-
para poder subirme a sus vagones
y volverte a encontrar.
(De La Magia de la voz)
Las palabras
No llueve y sin embargo
la humedad se nos cuela hasta los versos.
Las ropas empapadas de rocío
se descuelgan de todos los ausentes.
En el ambiente vuelan
las múltiples metáforas
que tienen su refugio permanente
en las páginas tristes de antiguos diccionarios.
Ellas saben cómo el poeta busca
ese momento mágico
en el que encaja el mundo en cada letra,
que viene a rescatarlas
de las páginas grises,
de los libros malditos,
antes de que los lirios se hagan sombra
y el weekend se les llene de turistas.
Las palabras se exhiben lujuriosas
desnudas,
desnutridas,
sedientas.
Buscan en los poemas un refugio
para poder vivir eternamente.
Tú y yo
Se abría la pared,
cada mañana se abría la pared
y se movía
el dolor en los huesos de la tarde.
Era una forma extraña de buscarnos
jugando al escondite por la casa.
Tus manos rodeando mi cintura
y mi sexo
y mi vientre
y el horizonte entero
pegado en un paisaje interminable.
Éramos dos fantasmas
agitando los cuerpos,
enredando los días y las bocas.
La voz era un silencio estremecido
y la piel un conjuro a mar abierto.
Se abría la pared
y se paraba el mundo
-tarde-mañana-noche-
en un bucle final y sucesivo,
un grito a tumba abierta
y un abismo de agua entre tú y yo.
(De Los íntimos secretos de la voz)
Mujeres
Hay mujeres que tienen la mirada
repleta de caricias,
que siembran la ternura con sus manos
y bordan en espejos de cristal,
mujeres cuyos nombres
derrotará el olvido.
Hay mujeres de arena que pregonan
su voz en los desiertos,
que sueñan con oasis diferentes
y dejan su palabra florecida
en las playas del tiempo
sin que nadie comprenda su razón.
Hay mujeres que sufren
el desgarro de sensaciones rotas,
que pagan la osadía de ser libres,
que mueren defendiendo su verdad
sin entender por qué
nadie ha escuchado sus gritos en la noche.
Hay mujeres anónimas:
poetas, escritoras,
esposas maltratadas,
amigas arco iris,
hermanas, madres, novias,
doctoras, alpinistas,
amantes del amor,
presas de un sueño o simples compañeras.
Mujeres que perdieron la sonrisa,
mujeres que han ganado la licencia
de seguir siendo
siempre
ellas.
Porque tú y yo sabemos que hay mujeres
como tú y como yo que están buscando
poder nacer personas
simplemente.
(De Con A de mujer)
Palabras, espacios, letras, C
Compartir, contar, conocer, crecer, cantar, causar.
Cada palabra tiene un lugar en los versos,
y cada espacio tiene una C
que deshace la calma.
Algunas interrogan al poeta,
otras sacan la lengua del artista
para desintegrar lo conocido
y generar lugares diferentes.
Instalación, verbena, bocas de ceniza.
Asoman las preguntas y enarbolan banderas de Bután,
un cubo negro ensaya sobre el miedo
y el saco de la risa abre caminos,
quieren saber por qué tienen fronteras
los poros de la piel.
Hay palabras, acciones,
que buscan cada noche colarse entre los muros
de relojes de arena solitarios.
Las hay arrepentidas de callarse,
las que lloran los días sin tristeza,
las que pretenden reventar los tímpanos
de quienes prostituyen su sonido.
Son fruto del dolor,
de la denuncia pública,
del silencio privado,
del arte en la metáfora plural,
del round trip y del golpe de martillo
en las afueras del interior del todo,
de la pericia nómada,
de los márgenes adscritos a la voz.
Hay palabras que sueñan con la vida
dentro de otros poemas,
dentro del arte, arte,
en la coreografía emocional,
dentro del compromiso irreverente.
Palabras que florecen en los campos minados,
palabras que aterrizan entre espinas,
palabras que no saben navegar
y desnudan al arte y al artista,
buscan la hibridación y el mestizaje,
desdibujar los límites,
desertar de toda la ortodoxia insoportable,
intimidante, insinuante y under construction.
Suelen vivir –algunas-
en diccionarios cómplices
de tópicos insípidos y fétidos insólitos.
Otras viven en bosques del glamour,
azul en la verdad y sed en el dolor.
No encontraron la puerta
para poder perderse, al fin,
cerca del paraíso,
y conciben la vida en la frontera,
se han exiliado en la ciudad pintada,
construyen realidades de cristal
dentro del desarrollo sostenido,
¡welcome! Infra-supra-estructural.
¿Y quién no llora?, ¿quién?
Y las hay que pernoctan en pensiones
cargadas de razones, mosquitos y belleza.
Se pelean, están enhebradas a punta de cruz
cerca de una estancia atemporal,
single,
concluyente.
Algunas son como aves migratorias,
no encuentran el lugar donde quedarse,
ni quieren que su tronco eche raíces
en daños colaterales de las guerras,
la cinética humana cavernícola,
de identidad fetiche.
Están entrecruzadas,
inmersas en la feliz dinámica del desorden,
atrapadas como insectos,
son tal vez mercancías, residuos,
luces ciegas, realidades sin ventanas,
ni memoria.
Las hay que están buscando verdades clandestinas,
que huyen de frases inventadas desde siempre,
las que van a nacer y se revelan,
las que quieren decir lo nunca dicho.
Las que están en la vida cotidiana
y no han salido nunca del salón.
Causar, cantar, crecer, conocer, contar,
compartir, compartir, compartir. C
24 de abril de 2011 (inédito),
leído públicamente, al comienzo de la celebración del
Décimo aniversario de Espacio C (Arte Contemporáneo)
Datos vitales
Nieves Álvarez Martín, nació en Mingorría, Ávila. Vive en Cantabria. Es una escritora autodidacta y polifacética, ha tocado diferentes géneros literarios. Profesora enamorada de la lectura y de la Pedagogía, ha publicado más de doscientos materiales didácticos multimedia, algunos de ellos traducidos a otras lenguas. Ha obtenido una docena de premios literarios. Entre ellos destacan, en poesía: Primer premio Poesía en Castellano Vicente Martín (2006). Primer premio en el “XVII Premio Nacional de Poesía Mario López” (2009). Primer premio en el XIV Premio de Poesía ‘Nicolás del Hierro’ (2010). Entre otras publicaciones: …y diez… Consejo de la Mujer. Santander 2003. Fantasmas en la boca. Santander, Tantín 2004. Trenes de cercanías, Santander. Caja Cantabria 2005. Geranios rojos. Consejo de la Mujer. Santander 2006. Navegando Fantasmas: tras las huellas de Gulliver, Madrid. Torremozas 2006. Íntima trinchera, Santander. EducArte 2006. Intrusos en el tiempo. Teorema de la lírica, Madrid. Vitruvio 2007. La memoria del bosque, Santander EducArte 2007. Contrastes, Santander, EducArte 2007. Luces y sombras, Avilés, 2009. La Magia de la voz. Córdoba. 2010, “Los íntimos secretos de la voz” Ciudad Real. 2010. “Con A de mujer”. EducArte Santander 2011