“Escribir es esencialmente un servicio”

Catherine M. Mayo, editora de la fundación cultural Tameme, Inc., entrevista a John Oliver Simon, traductor al inglés de Los fantasmas del Palacio de los Azulejos de Jorge Fernández Granados. Cabe mencionar que esta versión, editada por Tameme en Estados Unidos, será presentada en nuestro país el viernes 15 de agosto de 2008, en la Casa del Escritor, a las 19:00 horas.

C.M. Mayo: ¿Cómo conociste la poesía de Jorge Fernández Granados?

John Oliver Simon: Conocí a Jorge Fernández Granados en 1995, cuando estaba a punto de emprender un viaje de un año por Latinoamérica, con la intención de conocer poetas y escribir poemas. Jorge acababa de ganar el premio Jaime Sabines por su primer libro, Resurrección. Mi querida amiga Elsa Cross me invitó a una tertulia en el departamento de Thelma Nava, viuda de Efraín Huerta, y ahí conocí a Jorge. Me impresionaron la tormentosa retórica de su poesía y su enorme humildad como persona.

CM: ¿Cuál fue el mayor desafío al traducir su poesía? ¿Qué te sorprendió de estas traducciones?

JOS: Jorge Fernández Granados comparte con muchos poetas de lengua española un placer delicioso por la verbosidad, por la frase que vuela elegante sobre el punto antes de saltar. Por lo general, el inglés toma una ruta más directa hacia su objetivo. Por consiguiente, el mayor desafío para la traducción consistió en buscar y rescatar una sintaxis vigorosa en inglés sin despojar al verso español del intrincado y brillante encaje en torno de los fantasmas y los azulejos.

CM: ¿Cómo comenzaste a traducir?

JOS: He escrito poesía desde los catorce años, aunque creo que mi obra fue un tanto narcisista y egocéntrica hasta que me enamoré del español, ya adulto, y comencé a viajar y a traducir, aunque aún de una manera bastante literal. Las charlas con poetas desde East Oakland hasta Tierra del Fuego fueron mi gran prueba de español. Mi trabajo como traductor me recuerda que escribir es esencialmente un servicio, y mis maestros son los poetas que traduzco. Esto también me ha permitido tener una mayor sensibilidad en mi propia poesía.

CM: ¿Qué consejo le darías a alguien que quiere traducir poesía?

JOS: Comienza a traducir hoy mismo. No esperes a perfeccionar el acento o el vocabulario en la lengua de origen. Toma tu mochila y viaja. Ve con frecuencia a librerías y cafés y lecturas de poesía, y preséntate con los poetas que te gusten. La traducción será tu maestra.

CM: ¿Cómo te involucraste con el Center for the Art of Translation? ¿Podrías hablar de tu trabajo con niños en el programa escolar Poetry Inside Out?

JOS: Poetry Inside Out (PIO) es un programa del Center for the Art of Translation en San Francisco. Es el único programa en el mundo que le enseña a los niños traducción literaria (de tercero a noveno grados), con la finalidad de fomentar su creatividad poética. Comencé a colaborar con el boletín de traducción del centro, Two Lines, a mediados de los años noventa, y desde 2001 he trabajado con PIO; ahora soy el director artístico. Dado que la traducción es la mayor inmersión posible en una obra, nuestros chicos aprenden poesía desde lo más profundo, y sus mentores son Pablo Neruda, Federico García Lorca y Gabriela Mistral. Los niños son poetas sorprendentes y me mantienen en contacto con las raíces del lenguaje figurativo.

CM: ¿Cuáles son tus planes futuros?

JOS: Ya casi termino mi cuaderno número 198 (de una serie que comencé en 1973), que contiene poemas, sueños, periodismo y traducciones de José Manuel Arango (Colombia), Eduardo Milán (Uruguay/México), Silvia Guerra (Uruguay), Antonio Deltoro y Alberto Blanco (México). Luego comenzaré a garrapatear en mi cuaderno número 199.

Traducción de Bertha Ruiz de la Concha

Fuente: Tameme.org

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