Poesía mexicana: Cynthia Alarcón

Leemos poesía mexicana. Leemos algunos textos del libro más reciente de Cynthia Alarcón (Veracruz, 1983), Arrullo de palomas. Es ganadora del Premio Páginas Neobíblicas 2016.

 

 

 

 

 

 

 

Cynthia Alarcón Múgica (Veracruz, 1983)​​ es poeta, ensayista, narradora y psicoterapeuta, licenciada en Lengua y Literatura Hispánicas por la Universidad Veracruzana, licenciada en Filosofía por el Instituto Rafael Guízar Valencia, maestra en Psicoterapia Humanista por el Instituto Carl Rogers, y doctoranda en Literatura Hispanoamericana por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Es egresada de los diplomados en Logoterapia por la Escuela Viktor Frankl, Creación Literaria y en Literatura Mexicana del Siglo XX, por el INBAL. Es correctora certificada por la Escuela de Aplicaciones Profesionales del Lenguaje y la Edición Cálamo&Cran. Es ganadora del Premio Páginas Neobíblicas 2016 con “Macuilí”, cuento traducido al italiano, portugués y catalán. Ha publicado los poemas “Pentamar” en la Revista Letralia, Tierra de Letras, y “Aura”, “las Tres” y “Ontología” en la revista​​ La Piraña. Es autora de los poemarios​​ Natura et verbum​​ y​​ Arrullo de Palomas, y de los libros de ensayo​​ Minucias filosóficas: Pensamiento, lenguaje, tiempo y realidad, y​​ Palabras y Cosas: Diálogos existenciales para el fin del mundo. Ha sido poeta invitada a las Jornadas Pellicerianas, el Encuentro Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer, y el ​​ Festival Internacional de Literatura Balún Canán. Actualmente es Correctora de Estilo en la Editorial Anáhuac Veracruz, y directora de las agencias Amo Ergo Sum: Psicoterapia Humanista Gestalt Existencial, y Libélula Corrección de Estilo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Arrullo de palomas​​ (2022)

 

 

 

 

Su muerte habita

 

Soy todas ellas, llevo sus ojos en mis manos parpadean y me hacen cosquillas

justo en las líneas de la vida que desconozco.

 

El corazón de cada una grita

en cada parte de mi cuerpo

y sus bocas muerden mis labios, lamen mis venas, besan mi espalda recta.

 

Cuando me rindo sus manos sostienen mi cara

la levantan. Su llanto impregna mi piel que está sedienta y se marchita.

Ungen mis pies cansados

sin saber a dónde caminan. Su muerte habita​​ 

dentro y fuera del universo de lo que vive.

Su ser muerto y abandonado escribe

con mis manos su herida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hambre

 

De cuántas cosas estamos hechas

cuántas cosas nos llaman seducen matan​​ 

cuántas cosas en verdad nos dan vida.

Hay mucho de temerario en nosotras

hay mucho que hiere al amor.

El hombre tiene tanto de sanguinario,

ya no sacrifican vírgenes como los antiguos​​ 

como ofrenda a los dioses

matar es profano

matamos por matar y al matar nos matamos​​ 

sin ofrecernos a nadie como lisonja

el hambre del depredador ha persistido

en nosotras más que en los animales

el hambre del violador ha persistido

nos ha roto la memoria.

¿A dónde nos llevará este ejercicio sangriento

de arrancarnos la vida que no les pertenece?

 

 

 

 

 

 

 

 

Arrullo

 

Elijo no jugar con el monstruo

o creer que puede convertirse en ave.

Sus flores no reducen el filo de sus dientes​​ 

yo soy paloma y me arrullo sola

yo soy paloma y volaré hacia mi nido

para arropar mis alas.

 

 

 

 

 

 

 

Miedo

 

¿Dónde? ¿En qué parte del mundo están mis manos? ¿Dónde? ¿En qué sitio? Ya no las siento.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Niña

 

Me arrojaron a un barranco donde nada vive​​ 

hallé el sentido en las piedras, ahí

entre el llanto de todas.

 

Abajo la hierba agoniza. Nadie

busca en los tallos secos

las hormigas marchan fúnebres sobre mi cuerpo.

 

La niña quiere ser niña y no puede

va a llorar hasta quebrantarse, hasta que la lluvia​​ 

la integre al universo.

 

 

 

 

 

 

 

 

Muñecas

 

Aquí la luna es el rostro ausente

no vas a volar no

no intentes batir las alas, no puedes

quédate aquí y contempla

lo que siempre ha existido.

 

La voz en el cuarto vacío trepa

muros carcomidos por mil plegarias​​ 

esas manos se funden

cantos extranjeros vienen y van​​ 

acomodando horizontes y velas

soy un pañuelo movido por nadie

te miro llorar, madre

vaciar cientos de estrellas en la lluvia.

 

El miedo es un golpe de sangre. Es​​ 

calor agazapado en la garganta

no dejes que te ahogue

detrás de la cortina

te aguardan mis muñecas y sus ojos de vidrio​​ 

mira sus labios, madre

son niñitas que cantan al unísono​​ 

para devolverme la voz.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sombra

 

Soy innombrable no puedo no soy

soy el ser que vive en las hojas muertas​​ 

soy la nota sin firma

soy el blanco granizo

soy la sal, el sabor del agua soy

saliva de un beso sin despedida

lo que se rompe en los ojos del tiempo​​ 

la que llora su amiga.

Mañana vendré vestida de noche

y me verás abrazar a mi sombra.

 

 

 

 

 

 

 

 

Sísifo

 

Las palabras volvieron a la herida

al muro de sangre. Punza el susurro​​ 

de Sísifo. La roca se levanta y

se vuelve a derribar

una y otra vez en el vacío de mi vientre.

 

 

 

 

 

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