Poesía argentina: Lucía Gagliardini

Leemos poesia argentina. Leemos poemas de Lucía Gagliardini (Buenos Aires, 1976). Ha publicado los libros de poemas El camino de los elefantes (Nusud, 1997) y A campo traviesa (Pánico el pánico, 2014).

 

 

 

 

 

de​​ La reina del desierto

 

 

 

​​ 

Deshilachándome

 

un hilo que sale y tiro

y todo se deshace​​ 

y no queda nada, nada​​ 

ni el propio hilo

ni mi propia mano​​ 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo llegamos hasta acá?

 

hoy me desperté siendo un ciempiés

y me sentí como en casa

 

salimos corriendo al patio

yo iba más lento

más largo

te reiste y echaste al suelo

para imitarme

 

ahí me puse de pie

como pude

y empecé a correr sobre​​ 

dos de las cien patitas

 

pasó que las otras noventa y ocho

corrían para arriba

y sali volando,

pudiste agarrame

la patita noventa y nueve

 

y acá estamos​​ 

llegando a Júpiter,

me decís

 

dejá de correr, pienso

pero no logro pensarlo​​ 

cien veces

 

 

 

 

 

 

 

 

Cuando hay algo afuera que me asusta

 

no ladro

trato de imaginar que lo abrazo

 

y recién cuando la mesa para el té está puesta

miro de reojo mi artillería​​ 

 

tanto que no conozco ​​ 

 

que trato de que me salgan más brazos

como una estrella de mar

aunque sean chiquitos

 

un gesto desesperado​​ 

para con lo ajeno

 

 

 

 

 

 

 

Todavía no elegí quién soy

 

y no tengo apuro por hacerlo

tal vez elija

ser arraigada como un árbol

o rayada como una cebra

tal vez no elija nada

y no por eso​​ 

deje de ser tan intensamente

ese algo no definitivo

 

 

 

 

 

 

 

Inquietud

 

¿de tierra

de piedra

de astro?

 

¿cuando lo gigante tiembla

cómo se lo abraza?

¿o será otra la pregunta

sin respuesta?

 

 

 

 

 

 

 

Yosana Akiko

 

setenta y cinco libros

once hijos

una historia de amor

con la poeta

Yamakawa Tomiko

y un poeta

que como todos recuerdan

nosotras podemos

olvidar

 

 

 

 

 

 

 

Kyoto - Tokyo 1900

 

susurrar al oído

de quien duerme

sus propios poemas,

Yosana Akiko,

eso, es un acto de amor

 

como confirmar la existencia

siempre dudosa

de un ser,

como decir,

aquí está tu corazón

estas son tus manos

esta es tu mirada

 ​​ ​​ ​​ ​​​​ tus poemas

 

 

 

 

 

 

 

 

Un puño cerrado como una fruta

 

miro mi brazo y veo un árbol

miro mi mano y veo​​ 

un puño cerrado como una fruta

mi mano en tu boca es un gajo

mi mano en el suelo una semilla

 

un puño cerrado sobre la mesa

no es​​ 

una fruta

un puño cerrado en una cara

no es​​ 

un gajo

 

hago memoria del futuro

los dientes se me caen al suelo

como pequeños cristales

la lengua me queda grande en la boca

el idioma me queda chico en el cuerpo

 

chupo mi mano gajo

me como hasta el pellejo

trago mis líquidos​​ 

me lloro a mi misma

 

y entonces​​ 

cuando ya nada

queda para ver​​ 

 ​​ ​​ ​​ ​​​​ escucho

 

 

 

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