Presentamos el poema Trece maneras de mirar un mirlo del poeta norteamericano Wallace Stevens (Reading 1879 – Hartford 1955). Ganador del Premio Pulitzer de Literatura en 1955, es uno de los más grandes representantes del modernism. La traducción corre a cargo de la poeta y narradora argentina Yanina Audisio (Río Cuarto, Córdoba, Argentina, 1983).
Trece maneras de mirar un mirlo
I
Entre veinte montañas de nieve,
La única cosa que se movía
Era el ojo del mirlo.
II
Yo era el de los tres sentires,
Como un árbol
Que contiene tres mirlos.
III
El mirlo giraba en los vientos de otoño.
Una parte pequeña de la comedia.
IV
Un hombre y una mujer
Son uno.
Un hombre y una mujer y un mirlo
Son uno.
V
No sé qué preferir,
La belleza de los acentos
O la belleza de las insinuaciones,
El mirlo silbando
O el instante después.
VI
El hielo ocupó la gran ventana
Con su vidrio bárbaro.
La sombra del mirlo
Lo atravesaba, una y otra vez.
El ánimo
Trazaba en la sombra
Una razón indescifrable.
VII
Oh, pobres hombres de Haddam,
¿Por qué imaginan pájaros dorados?
¿No ven cómo el mirlo
Vaga entre los pies
De sus mujeres?
VIII
Conozco tonos ilustres
Y ritmos lúcidos, ineludibles;
Pero conozco, también,
Que el mirlo pertenece
A lo que conozco.
IX
Cuando el mirlo se apartó de la vista,
Señaló el margen
De uno de los tantos círculos.
X
Ante la imagen de los mirlos
Volando en una luz verde,
Aun las madamas de la armonía
Gritarían agudamente.
XI
Él viajaba por Connecticut
En un coche de vidrio.
Una vez, el miedo lo atravesó,
Por confundir
La sombra de su equipaje
Con los mirlos.
XII
El río se estremece.
El mirlo estará volando.
XIII
Fue de noche toda la tarde.
Nevaba,
Iba a seguir nevando.
El mirlo se posó
En el cedro, en lo más alto.
Thirteen Ways of Looking at a Blackbird
I
Among twenty snowy mountains,
The only moving thing
Was the eye of the blackbird.
II
I was of three minds,
Like a tree
In which there are three blackbirds.
III
The blackbird whirled in the autumn winds.
It was a small part of the pantomime.
IV
A man and a woman
Are one.
A man and a woman and a blackbird
Are one.
V
I do not know which to prefer,
The beauty of inflections
Or the beauty of innuendoes,
The blackbird whistling
Or just after.
VI
Icicles filled the long window
With barbaric glass.
The shadow of the blackbird
Crossed it, to and fro.
The mood
Traced in the shadow
An indecipherable cause.
VII
O thin men of Haddam,
Why do you imagine golden birds?
Do you not see how the blackbird
Walks around the feet
Of the women about you?
VIII
I know noble accents
And lucid, inescapable rhythms;
But I know, too,
That the blackbird is involved
In what I know.
IX
When the blackbird flew out of sight,
It marked the edge
Of one of many circles.
X
At the sight of blackbirds
Flying in a green light,
Even the bawds of euphony
Would cry out sharply.
XI
He rode over Connecticut
In a glass coach.
Once, a fear pierced him,
In that he mistook
The shadow of his equipage
For blackbirds.
XII
The river is moving.
The blackbird must be flying.
XIII
It was evening all afternoon.
It was snowing
And it was going to snow.
The blackbird sat
In the cedar-limbs.
Datos vitales
Yanina Audisio (Río Cuarto, Córdoba, Argentina, 1983). Es Licenciada en Psicología y Magíster en Salud Pública. Escribe poesía y narrativa. Recientemente publicó el poemario “La noche en los perros” (Expreso Nova Ediciones, Buenos Aires, 2013). Realiza traducciones de poesía en lengua inglesa y corrige textos literarios. Colabora con diversas páginas y blogs de literatura. Coordina el grupo Las Puntas del Clavo en Buenos Aires, que organiza presentaciones literarias con recurso a lo teatral y audiovisual. Su poemario “La boca y su testigo”, de próxima edición, ha sido premiado en el 7mo Concurso de Cuento y Poesía “Adolfo Bioy Casares”, organizado por la Municipalidad de Las Flores, Provincia de Buenos Aires.
Mail: audisioyanina@hotmail.com
Blog: puntasdelclavo.blogspot.com.ar