Poesía española: Laia López Manrique

Presentamos algunos textos de Laia López Manrique (Barcelona, 1982). Estudió Filosofía y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universitat de Barcelona. Ha publicado los poemarios La mujer cíclica (La Garúa Libros, 2014) y Deriva (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012) y ha colaborado en diversas antologías y revistas literarias. Dirige y coedita la revista digital Kokoro (www.revistakokoro.com).

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Los siguientes poemas pertenecen a  La mujer cíclica

(La Garúa Libros, 2014)

 

 

(Lo)

 

Estar dentro del grito. No traspasarlo. No ir hacia él. No abrirlo en canal: estar ya dentro. Como una criatura minúscula y febril. Un demiurgo. Agitar las voces dentro del grito. Cambiar la dirección del sonido. Que no entre en el cuerpo, que no entre: que salga del tímpano, que lo abandone. A veces. Que el grito a veces salga, sin garganta, del tímpano. Que el grito resuene entonces hacia el cuerpo como una pequeña onda desventrada. Que entre así en la garganta. Que desde dentro la captación del grito sea, al menos, triple. Que se sienta, cuerpo abajo, cómo el grito sufre, cómo es enroscado sobre sí, cómo cada pliegue ruge, choca y se desborda entre los órganos.

Ser (lo). Criatura impenitente, cubierta por el vello leve de un polluelo. Animal aterido y múltiple como el plancton. Sin unidad, sin composición, sin lazos de familia. Apenas. Ser lo (que está dentro del grito.) Lo (que no tiene un solo nombre), lo (que no tiene, porque tener no es su posibilidad ni su atributo.) Criatura que no llena un sintagma, que solo araña sus esquinas. Criatura seca y virgen. Desdibujada para sí. Ausente para otros. Observada por el grito como su asesino. Observada por el grito como su parásito. Observada por el grito jamás como su núcleo: como una parda extremidad, un antebrazo, el enigma planteado por la esfinge. El gran desgarramiento.

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Permutaciones

 

“Un pobre perro cerebral. Sobrecargado con Dios.”

Gottfried Benn

 

Digo palabras: res, ave, gato, zarzal, floración. Infancia, recoger moras, pincharse los dedos. Sangre, rueca, tela de araña.

La loca de la casa. Voces que son nido en los altillos. La loca de la casa. Si se enciende dos veces la luz sabré que Dios existe. Si mi útero roza la sábana sabré que Dios existe. Si Dios existe sabré. Un haz de voces rojas contra el cuarto: ¿existe Dios?. Digo palabras. Soy niña, dos niñas, me pincho los dedos. (No hay ergo que interfiera en esta frase). La casa en la loca, voces, útero, floración de su casa en la cabeza goteante. Puntea la casa, la sangre, puntean los dedos. Ave res, Dios zarzal, sangre. El gato roza la rueca. Desde el altillo, vocea la luz. Dos luces saben. Dos dioses se encienden en la voz.

Mirar cómo la araña caza a su presa. Mirar y detenerse en el marco gris de sombra de la pared desconchada. Desconchar a la araña en la pared, a la niña. Voy hacia ti para salvarte. Condición de res de indicio: la loca de la casa. (No hay ergo que interfiera en esta frase). Con mis dedos te salvo, me devuelvo a la angustia. Devuelvo la angustia a su marco gris. A su sombra. La araña salva los dedos de la presa en el nido. Me pincho en la rueca, la araña salva mi sombra, yo salvo a la res, la mora recoge mi sangre, voy hacia el punteo goteante, florezco en la sábana. Indicio de Dios: su floración en la tela de araña. Indicio de res: la caza de la presa. Indicio de infancia: miro el zarzal contra el cuarto, miro el haz de voces rojas, el gato detenido en la pared existe. Hacia mí. No hay ergo que interfiera en esta casa. No interfiere Dios.

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Nora Flood y Robin Vote

Perdonadme, pero tengo que irme

Djuna Barnes

 

La risa de una mujer puede ser el infierno. La/la risa/risa de/de dos/dos mujeres/mujeres juntas/juntas puede/puede ser/ser la/la puerta/puerta vacilante/vacilante de/de un/un refugio/refugio entreabierto/abierto antesala/antesala de/de un/un rictus/rictus cautivo/cautivo. La risa de dos mujeres separadas-roto el lazo-cubierta la mandíbula de hierba y blancas floraciones- es igual al llanto.

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Datos vitales

Laia López Manrique (Barcelona, 1982) estudió Filosofía y Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universitat de Barcelona. Ha publicado los poemarios La mujer cíclica (La Garúa Libros, 2014) y Deriva (Prensas Universitarias de Zaragoza, 2012) y ha colaborado en diversas antologías y revistas literarias. Dirige y coedita la revista digital Kokoro (www.revistakokoro.com).

 

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