La poesía de Luis Eduardo Aute

Presentamos estas Aproximaciones a la poesía de Aute. Un acercamiento al libro De un tiempo a esta parte, recientemente publicado por El Ángel Editor. Los poemas están antecedidos por un comentario crítico del poeta, narrador y periodista ecuatoriano Sharvelt Kattán Hervas (Ambato, 1991).

 

 

 

 

Aproximaciones a la poesía de Aute

 

De un tiempo a esta parte

Luis Eduardo Aute

El Ángel Editor

Colección Monstruos

Quito, 2016

191 p.p

 

aute portada

 

 

Un ánima insomne y desconocida que le dicta versos al autor. Eso es lo que se siente al leer el libro De un tiempo a esta parte, la más reciente antología poética del artista filipino-español Luis Eduardo Aute.

Y pareciera además que esa energía creativa ha mutado en dos animales; dos especímenes siameses que viven en dependencia y diferenciación: uno es el ánima pura de la poesía, cuyo ritmo interno depende solo de sí para ser leído; otro es el ánima mixta y musical, que necesita a la melodía y la composición instrumental para potenciarse. Ambas, de cualquier forma ánimas líricas, le han permitido al autor revivir(se) en la escritura.

La muestra publicada bajo el sello ecuatoriano El Ángel Editor es un artilugio biográfico del trabajo creativo de Aute, pues recoge textos de su obra poética y letras de sus canciones. De esta manera, el lector logra establecer, como el autor, el contraste entre ambos estadios de trabajo.

De hecho, si las diferencias son claras, las coincidencias también abundan. Aute ha llevado las letras de sus canciones a un espacio poético donde la metáfora se vuelve habitual. La profundidad de sus reflexiones, el lirismo de las imágenes que edifica, los juegos de palabras, todo está presente en esas dos caras del mismo escritor. En ese sentido, el poeta español José Manuel Caballero Bonald va más allá al afirmar: “Hay algo, en efecto, que se puede transferir con indistinta validez artística de la poesía a la música de Aute y aun de su pintura a sus incursiones en las fronteras del cine.”

Y es que a través de su producción artística, el pensamiento del autor se materializa como en espejos cuya combinación de reflejos compone un ser animado, consciente de su artificial composición:

 

he aquí el residuo de algo

que quiso respirar como un

perro como un árbol y no pudo

 

(…)

 

he aquí el residuo de este muerto

Ya desnudo incluso de su cuerpo, Aute construye un personalísimo universo temático: vida, muerte, rabia… Todo atravesado por una sinceridad que golpea hasta los huesos y que no rehúye de usar imágenes complejas o un lenguaje coloquial para expresarse.

La mente del autor vuela y se posa en momentos clave de su vida, pero también del contexto social. Sin caer en una poesía panfletaria y recalcitrante, Aute no renuncia a ser claro en sus principios y crítico con nuestro devenir: “Y ahora que se cae el muro / ya no somos tan iguales, / tanto vendes, tanto vales, /¡viva la revolución!”.

El trabajo del poeta se entrelaza en difusos límites donde a ratos la voz pareciera resignarse a lidiar con los temores que trae de vuelta la evocación: “si pudiera al menos / no ya prescindir de la memoria (…) / sino del deseo / de no recordar”. Descompuesto ante los fantasmas de la mente, y consciente de que es una guerra contra la que no hay victoria posible, solo la escritura puede salvarlo. Y es ese mismo proceso de remembranza la fuente de un material creativo que lo encamina por diversos procedimientos expresivos para postular lecturas variadas sobre una misma cuestión.

El quehacer interdisciplinario de Aute le permite tomar distancia y reflexionar sobre el propio material que utiliza para crear. Y cuando lo hace, los resultados son abrumadores. Así, por ejemplo, al referirse a la palabra, cuando siente agotadas todas sus posibilidades, el poeta se vale de ese mismo instrumento para postular su muerte: “Debiera enmudecer para siempre jamás / tal vez la palabra, / empezando por esta que acabo / de nombrar.”

Luego, el juego cobrará más audacia. Los recursos expresivos ya no se ciñen a una lírica pulcra y obligatoria sino que proponen descolocar los convencionalismos. En ese punto aparecen las “poemigas”. Esas construcciones emparentadas con las greguerías ponen al lector en un aprieto ¿Es capaz de aceptar como poético un modelo que transgrede precisamente los convencionalismos y se arrellana en la travesura, la intertextualidad y el humor para constituirse como cuerpo textual? Esa respuesta solo puede tejerse a través de una lectura comprometida y despojada de pretensiones intelectuales:

 

Por su propio amor, su

mujer le tiene

terminantemente prohibido

enamorarse

de ella.

 

El erotismo es otro aspecto habitual en la obra de Aute. No como recurso ni temática sino como posibilidad: encontrar y celebrar los cuerpos como reivindicación del ánima pura; el animal irracional que contiene la piel. Es la posibilidad de volver al estado del ánima que permanece sin contaminar.

Todo atravesado por una mirada solitaria que ha logrado desmaterializar la acción de la carne en el Verbo de su escritura, aun cuando esta celebre precisamente lo contrario: la conjugación de los cuerpos:

 

El Verbo se hizo carne

tuya

y carne mía

 

y conjugó entre nosotros.

Pero también:

Anda,

quítate el vestido

las flores y las trampas,

ponte la desnuda

violencia que recatas…

 

Alejado de las frases hechas y los versos compuestos en serie, Aute trata abiertamente situaciones cotidianas como el amor, pero lo hace con la sinceridad de quien ha vislumbrado sus diversas formas. Incluso el amor egoísta, que se manifiesta celoso y con rabia, ha encontrado asidero en la obra del cantante: “Más que amor lo que siento por ti / es el mal del animal / (…) ay, amor, ay, dolor… / yo te quiero con alevosía”. Pero también lo hace el ingenuo, el que aparece lleno de ilusiones que no pretenden sino vivir el hecho mismo de querer:

 

Fue en ese cine, te acuerdas,

en una mañana al este de Edén,

James Dean tiraba piedras

a una casa blanca, entonces te besé.

A su imagen y semejanza creó el ánima de Aute su poesía. La llenó de animales del alma, pero también de bestias racionales como en un espejo.

Animó Aute su poesía con los animales de la lírica y la música.

Animalizó Aute su creación para despojarnos del cuerpo y tocarnos el alma.

 

 

 

 

La matemática del espejo

 

 

Sería falso evitar la inexplicable astilla

el aguijón venenoso que provoca la palabra fuera de cita

el derrame involuntario y purificador demasiado tiempo retenido

por la matemática del espejo

y la vergüenza que siempre empaña ese instante apenas de transparencia

 

 

 

 

La aventura intacta

 

 

Y prescindir de la Pregunta

como prescinde la Música de la luz que la responde,

del color

que la responde,

de la carne y del Azar,

del Universo y de la memoria

que la responden

al poseerla.

 

 

 

Éxtasis de ángeles caídos

 

 

Acudo

a tu templo de carne como quien va a misa dispuesto a oficiar

la ceremonia de la Consagración. Y me acerco

a tu altar de transubstanciaciones, divino alimento humano

donde bebo tu sangre, cual vampiro,

donde como tu cuerpo, cuál gusano,

practicando, en un éxtasis de ángeles caídos,

la comunión con el pecado

original.

 

 

 

 

 

La belleza

«Este mundo nunca se pensó para alguien tan bello como tú.»

De la canción “Vincent” de Don McLean

 

 

Enemigo de la guerra

y su reverso, la medalla,

no propuse otra batalla

que librar al corazón

de ponerse cuerpo a tierra

bajo el paso de una historia

que iba a alzar hasta la gloria

el poder de la razón…

Y ahora que ya no hay trincheras

el combate es la escalera

y el que trepe a lo más alto

pondrá a salvo su cabeza

aunque se hunda en el asfalto,

la Belleza…

 

Míralos como reptiles,

al acecho de la presa,

negociando en cada mesa

maquillajes de ocasión,

siguen todos los raíles

que conduzcan a la cumbre,

locos por que nos deslumbre

su parásita ambición.

Antes iban de profetas

y ahora el éxito es su meta, mercaderes, traficantes,

mas que náusea dan tristeza,

no rozaron ni un instante

la Belleza…

 

Y me hablaron de futuros fraternales, solidarios,

donde todo lo falsario

acabaría en el pilón.

Y ahora que se cae el muro

ya no somos tan iguales,

tanto vendes, tanto vales,

¡viva la revolución! Reivindico el espejismo

de intentar ser uno mismo,

ese viaje hacia la nada

que consiste en la certeza

de encontrar en tu mirada

la Belleza…

 

 

 

 

 

 

 

Datos vitale

 

Luis Eduardo Aute nace en Manila, Islas Filipinas, 1943. Vive en Madrid desde 1954. Con una temprana vocación por la pintura, expone por primera vez en la Galería Alcón en Madrid en 1960. Ha realizado una treintena de exposiciones individuales y otras tantas colectivas en todo el mundo. Algunas de sus pinturas han sido seleccionadas para Ferias Internacionales de Arte como la Bienal de París, Les Arts en Europe, Bruselas y Bienal de Zaragoza (1965), Bienal de Sao Paulo (1967), ARCO (en diversos años) etc. En 1974 le conceden el primer premio de pintura de la XXVIII Mostra Fondazione Michetti, Italia. Durante los años  2004-2010  realiza una muestra retrospectiva itinerante bajo el título “Transfiguraciones” en Salamanca, Huesca, Santander,  Estella,  Córdoba, Tenerife, Las Palmas, Valencia, Jeréz, La Habana (Cuba), Bogotá (Colombia), Quito (Ecuador), Roma (Italia), Centro Niemeyer (Avilés). En 1966, tras componer canciones para otros intérpretes, graba sus propias composiciones. Hasta la fecha, su discografía consta de más de una treintena de discos de larga duración, habiendo compuesto más de cuatrocientas canciones. Por el álbum doble “Entre amigos” le conceden  el Premio Nacional del Disco (1983) en España y recibe en Italia el Premio Luigi Tenco (2001) por toda su obra. En el año 2003 inició una nueva grabación de todas sus canciones, de la que hasta este momento se han editado tres volúmenes dobles bajo el título “Auterretratos” editados por SONY. Desde 1970 compone bandas sonoras para películas dirigidas por Jaime Chávarri, Luis García Berlanga, Fernando Fernán Gómez, Fernando Méndez-Leite, Angelino Fons, Fausto Canel, Antonio Giménez-Rico, Enrique Brassó, Francesc Betriú, José María Gutiérrez, etc. También  realiza diversos cortometrajes y un episodio de la serie “Delirios de Amor” para TVE y un sketch para la película de mismo título. En 2001, dibuja, escribe, realiza y compone parte de la banda sonora de su primer largometraje “Un perro llamado Dolor” que es seleccionado para diversos festivales de cine: San Sebastián (España), Valladolid (España), La Habana (Cuba), Guadalajara (México), Tribeca (EE.UU.) Mar del Plata (Argentina), Bogotá (Colombia), Montevideo (Uruguay), etc. Recibió el Premio Especial del Jurado de la Mostra del Mediterrani (Valencia, 2002). Ha editado tres libros de poemas: “La Matemática del Espejo” (Angel Caffarena, 1975), “La liturgia del desorden” (Hiperión, 1978), “Templo” (BMG Ariola, 1986).  “Volver al agua” reúne los tres poemarios (Sial, 2003). También ha escrito poemigas en formato de libro-disco, “Animal Uno” (Ed. El Europeo, 1994), el libro-vídeo, “Animal Dos” (Plaza & Janés, 1999), y “Animal 3D”, todos ellos reunidos en “AnimalHada”, (Siruela, 2006). Además ha editado “AnimalHito” (Siruela 2007), y “No hay quinto aniMalo” (Siruela 2010). Sus libros más recientes son el libro-disco “El Giraluna”  (La Galera, 2011) y el libro-DVD “El niño y el basilisco”  (Demipage, 2012). Su último trabajo, a fecha de hoy, es “El niño que miraba el mar” un CD con 11 canciones nuevas que lleva adjunto un DVD con el cortometraje “El niño y el Basilisco”  dibujado y realizado por el autor. Todas las letras de sus canciones se recogen en el volumen “Cuerpo del delito”  (Temas de Hoy, 2003) y, de forma más actualizada en “Claroscuros y otros pentimentos” (Pigmalión, 2014). Su mediometraje más reciente, “Vincent y el giraluna”, está editado en un DVD que va adjunto al disco-homenaje “Giralunas” (SONY, 2015).

 

Sharvelt Kattán Hervas (Ambato, 1991) Poeta, narrador y periodista. Ha publicado el libro de poesía Delusiones (2012). Algunos cuentos suyos aparecen en las antologías: El premio (Quito, 2008), Los engendros de la luna (Quito, 2010), Ecuador de feria (Bogotá, 2011), Bajo las luces oscuras (Quito, 2012) y Amor y desamor en la mitad del mundo (La Habana, 2013). Fue seleccionado entre los ganadores del Concurso Nacional de cuento y relato organizado por el Taller Cultural El Retorno. Varios de sus textos constan en revistas impresas y virtuales de Ecuador, México y España. Formó parte del Consejo Editorial de la revista virtual de literatura y artes visuales Contramancha.

 

 

 

 

También puedes leer