62 voces de la poesía argentina actual: Lucas Margarit

En el marco del dossier, Modelo para armar: 62 voces de la poesía argentina actual, con selección e introducción de Marisa Martínez Pérsico, presentamos al poeta Lucas Margarit. Doctor en Letras por la Universidad de Buenos Aires. Su tesis trató acerca de la poesía de Samuel Beckett. Es poeta, docente e investigador en la cátedra de Literatura Inglesa de la UBA. Realizó traducciones entre las que se destacan Enrique VIII de Shakespeare, Defensa de la poesía de Sir Philip Sidney, Poemas Atómicos de Margaret Cavendish entre otros. Publicó los siguientes libros de poesía, Círculos y piedras, Lazlo y Alvis, El libro de los elementos y Bernat Metge y los de ensayo Samuel Beckett. Las huellas en el vacío, Leer a Shakespeare: notas sobre la ambigüedad. Ha publicado poemas y artículos académicos en revistas tanto de Argentina como en el exterior. Forma parte del comité científico y es colaborador habitual de la revista Buenos Aires Poetry dirigida en la capital argentina por Juan Arabia y Camila Evia. 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bernat Metge

(Parte III)

 

 

 

 

 

 

Próspero y Bernat

 

 

I

 

respira, respira una vez más

como una venganza

contra el fuego y los sacrificios.

respira

con la sangre y el oro

de otro dios y de otro rey

de otro cuerpo que cae como una llaga azul

 

y no mires hacia atrás

porque estarás

hundido en el líquido de los errores

 

ahora podrás pensar sobre el falso equilibrio de la sangre

 

 

 

 

II

 

no mires hacia atrás

aunque las llamas de tu única ciudad golpeen

tus tobillos

y se disemine la ceniza en los dedos que acariciaron tu cuerpo

 

un río de extáticos descubre su abandono

para recordar algún invierno entre las pieles

 

 

 

 

III

 

 

 

Siam navi all´onde algenti

Lasciate in abbandono;

Impetuosi venti

I nostri affetti sono…

 

Pietro Metastasio

 

 

 

en una isla vacía

está el refugio olvidado de los árboles

 

observo el agua y el modo en que desaparece

entre las grietas de una montaña

 

lejos de mis libros de magia, de viento y de ruido

y lejos del vuelo horizontal de los pájaros

aparezco como nacen los primeros moluscos

 

¿dónde está milán y dónde la thule?

¿cómo distinguir la materia y el espíritu?

 

la isla dispersa los ciclos que en silencio

se desparraman entre la hierba

 

ahora, cerca de la noche

las águilas son las sombras frías del otoño

 

mi cuerpo

está cubierto de musgo

lo busco

y ahora está seco como el grito de un pájaro

 

busco el refugio

y es la caverna blanca

atravesada por una hilera de pasos

 

aquí soy Próspero, deseando desear el mar,

el viejo mar respirando en mis manos

 

 

 

 

IV

Bernat a Próspero:

 

-sin embargo le dabas la espalda al mar

 

y las rocas se agitaban al sentir el golpe

de las cabezas de los peces quebrándose

y contra las piedras se partían los caracoles blancos

y se ennegrecía el cielo con la sangre

estabas, Próspero, gobernando tu último refugio

 

el agua dulce falta donde crece la sed

el calor donde el frío se desprende de las piedras

 

y levantas las manos como una iglesia en ruinas

y dejaste caer

la capa que cubría tu desierto

y te enfrentaste por primera vez

al verdadero reflejo del mar

 

 

 

 

V

Bernat observa la isla de Próspero

 

 

hay otro mar

enfrentado

una voz distinta

que se crucifica cada vez

entre los nombres de mujeres

y pájaros quemados

 

quien lee

una palabra

lee su otro nombre

 

 

ese árbol oscuro

fue un cuerpo

 

olvida

el rezo

que oyó por primera vez

 

y escribe en la corteza muerta

las letras que ya no escucha

 

 

 

 

 

VI

Soliloquio de Bernat frente a una montaña

 

 

¿qué dios me abrazará  como lo guardaba Apolo

entre sus brazos?

 

 

¿qué falta para completar ese círculo de nieve y cruces?

si todo demonio se remonta a un esqueleto de reliquias

si todo dios crea su imagen y semejanza

cuando todos los vientos helados se han reunido aquí

frente a tu tumba llena de flores amarillas,

las mismas flores que usabas en tus sombreros de paño

 

tengo una caja llena de papeles

de profecías perdidas para los árboles

de flores de piedra

una caja con plásticos roídos

y dientes de castores antiguos

 

tengo todos los retratos de tu cuerpo y

todos los retratos de mi cuerpo

que se juntan aquí invertidos

 

y el desierto ya no da las respuestas

que explicarían las cruces en la piel

 

¿cómo existe tanto vacío entre tanta piedad?

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