Presentamos cuatro inéditos de la poeta española Ángeles Mora (Córdoba, 1952). Ha merecido premios como el“Premio Rafael Alberti de Poesía y el Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla por el libro “Contradicciones, pájaros”. Su último libro, Bajo la alfombra, fue publicado por Visor.
A DESTIEMPO
Nací una noche vieja
del frío de diciembre.
Nervios, carreras en la casa,
vapor de agua caliente,
prisas, lágrimas, gritos,
susurros y pañales.
Las luces de aquel cuarto
se fueron apagando con mi llanto
mientras crecía
el bullir de la gente por las calles.
Calma adentro y afuera algarabía,
recordaba mi madre como un sueño.
En aquel desajuste
–todo un presagio-
he vivido por siempre.
Fuera del mundo yo,
aquella habitación, aquellos brazos,
aquella cuna.
Llegué muy tarde al año que se iba
y el que llegaba me encontró dormida.
Noche y día
Se va el día cuando viene la noche
lenta de la que no quiero
salir. Prolongarla
hasta que me cierre los ojos
es un encargo irresistible
de mi temperamento sosegado.
Quizá me niego a que la vida pase
o llegue la mañana y sus mandatos.
La casa es un desorden rendido,
en la cocina duermen
los platos, cacerolas desmadejadas.
en cambio libros por leer me llaman,
vivos, desde la mesa,
folios en blanco.
Quiero tan sólo que el reloj se olvide.
Recuerdo las cuartillas
donde mi padre escribía cartas
por las noches, mi madre
las firmaba también, dejando
un instante botones y zurcidos
o el ganchillo de las veladas mustias.
Nunca quise hacer ganchillo,
prefería leer el periódico
o escribir garabatos a la luz de la lámpara.
Aprendí a amar lo quieto, ser dueña de mis noches.
Los padres no barrían la casa,
mi hermano entraba poco en la cocina,
yo hacía la mayonesa
o limpiaba el polvo para ayudar:
de día.
DESAMANECER
A Mar, Josep Maria, Itaca, Marina.
El cuchillo insistente del canto del gallo
rompe mi noche incrustándose
-con plena alevosía- entre mi sueño.
No quiero despertarme
a pesar de su llamada
cada vez más viva,
y cada vez mi sueño es más fantástico,
delirante, inquieto y se llena
de figuras recortadas
sobre la franja mágica de luz
que sube desde el horizonte.
Así las cosas,
llega el momento inevitable
en que el sueño ya camina,
sonámbulo,
entre el griterío azul
de los pájaros.
Viva es, sí, la llamada del día,
pero los trasnochadores
preferimos la plata de los álamos
temblando en la ribera de la tarde.
¿Cuántas veces el gallo
habrá gritado: des-piér-ta-te?
Cuando al fin abro los ojos
juro que mi derrota no es definitiva:
señores gallos, señores pájaros,
lo siento, ha llegado la hora
de cerrar la ventana.
Suave es la noche
todavía.
EL AYER
El ayer que me hizo
no sé dónde está.
El que me deshizo, sí:
está aquí, conmigo,
presente todos los días.
Datos vitales
Ángeles Mora (Córdoba, 1952) es Licenciada en Filología Hispánica por la Universidadde Granada, ciudad donde vive desde comienzos de los años 80. En 1982 publicó su primer libro de poemas: Pensando que el camino iba derecho. En 1985, La canción del olvido. En el año 89 obtuvo el “Premio Rafael Alberti” de poesía por su libro: La Guerra de los treinta años (1990 y 2005). De 1990 es también La dama errante. Otros libros suyos: Antología poética (1995, ed. de Luis Muñoz); Cámara subjetiva (1996); Caligrafía de ayer (2000); ¿Las mujeres son mágicas? (2000). Con Contradicciones, pájaros (Visor, 2001) obtuvo el “Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla”, libro que ha sido traducido al italiano (Torino, Edizioni dell’Orso, 2005). Asimismo en el 2005 aparece su Antología poética en la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes. Último libro publicado: Bajo la alfombra, Visor, 2008. Actualmente colabora como columnista de opinión en el periódico Granada Hoy y con poemas y reseñas críticas en diversas revistas literarias.