En el marco de Patente de corso presentamos, en versión de Gustavo Osorio de Ita, un texto del poeta francés André Hardellet (1911-1974). Además de poesía escribió narrativa y ensayo. La 17e chambre correctionnelle de Paris lo condenó su literatura debido a que su erotismo atentaba contra las buenas maneras. Mereció el Prix des Deux-Magots en 1973. Sus Œuvres complètes fueron publicadas por Gallimard.
LA RONDA DE NOCHE
Las musas del muelle de Bercy
Me habían conducido hasta Grenelle
Y sus hermanas de la Grange-aux-Belles
Hacia los jardines cercados de Passy,
La noche se entendía con ellas,
Las musas del muelle de Bercy.
Yo iba en Paris, portando un sueño
Abierto al peatón noctámbulo,
Con los amigos de hace tiempo
Embarcados hacia el crepúsculo
Y disparados al point de jour.
Yo iba en Paris portando un sueño.
Restif, Nerval, Apollinaire,
Léon-Paul Fargue y todos los demás
Que me mostraban el camino,
¿Abordan los mañanas
Radiantes sobre las islas claras?
Restif, Nerval, Apollinaire…
De inicio es la plenitud del domingo:
Una salida a Paris-Bastille
Hacia los Eldorados por Marne,
La rubia en ropas de frescura,
Sus senos floridos por los junquillos,
De inicio es la plenitud del domingo.
¡Salud a los danzantes del asfalto!
He aquí el catorce de Julio,
Tanto muchachas como un ramo
se ofrecen al Verano que se enciende
Y el hambre que entretanto nos minaba.
¡Salud a los danzantes del asfalto!
Luego la música se atenúa
En un suspiro de acordeón,
Ya la sombra ha rodeado la rúa
Donde brilla en letras de neón
La mágica insignia de un BAILE.
Luego la música se atenúa.
Yo me adentro pero ustedes no están,
Tampoco esta noche, mis Venecianos,
Ustedes que mi sueño suscitaba
De un nombre evocando la blancura
Sin que este los encontrase jamás.
Yo me adentro pero ustedes no están.
Afuera la noche me habla quedo
Y siento sus pétalos caer
Sobre todos los placeres ignotos
Que en el cielo se ven arder
al exhalar, de las jóvenes, el delirante placer.
Afuera la noche me habla quedo
¡Juntos, en un mismo segundo,
Mientras el Everest se derrite
Derrotado por el amor del mundo!
Mas aquellos que mueren en el instante
Donde otros se acercan a tocar la cima,
Juntos, en un mismo segundo…
Más tarde – y el día es ya una certeza–
Me rencuentro en la Villete
Sus grandes sangradores en mandil
Manchados de sangre rompen la corteza
Acompañados de un lechero infantil.
Más tarde – y el día es ya una certeza.
Sólo, los ojos fijos sobre su vaso,
Un tipo taciturno en la barra:
Pienso en él como un hermano
Y conozco su desesperanza
En las horas pálidas del arrepentimiento.
Sólo, los ojos fijos sobre su vaso.
Vuelve a ver los ayeres perdidos,
Una bella sonrisa que se desvanece
En la edad de oro los brazos tendidos
Y tras otro vaso, de repente,
No se siente a sí mismo reconocido
Vuelve a ver los ayeres perdidos.
Oh ustedes nuestros amigos de siempre
Hacia el crepúsculo embarcados
Y disparados en el día creciente
Cuándo vendrán los momentos marcados
Rogados por nosotros, por nuestros quereres.
¡Oh ustedes nuestros amigos de siempre!
El alba cazará el silencio
que pájaros de fieltro asemeja,
Ahora aparece el pueblo
– Y he aquí el mañana que comienza
Entre dos noches y sus secretos
El alba cazará el silencio.
LA RONDE DE NUIT
Les muses du quai de Bercy
M’avaient conduit jusqu’à Grenelle
Et leurs sœurs de la Grange-aux-Belles
Vers les jardins clos de Passy,
La nuit s’entendait avec elles,
Les muses du quai de Bercy.
J’allais dans Paris, port de songe
Ouvert au piéton noctambule,
Avec des amis de toujours
Embarqués vers le crépuscule
Et disparus au point du jour.
J’allais dans Paris port de songe.
Restif, Nerval, Apollinaire,
Léon-Paul Fargue et tous les autres
Qui me montriez le chemin,
Abordez-vous les lendemains
Rayonnant sur les îles claires?
Restif, Nerval, Apollinaire…
D’abord c’est le dimanche au cœur :
Un départ à Paris-Bastille
Vers les Eldorados sur Marne,
La blonde en robe de fraîcheur,
Ses seins fleuris par les jonquilles.
D’abord c’est le dimanche au cœur.
Salut les valseurs du bitume !
Voici les quatorze Juillet,
Tant de filles comme un bouquet
Offert par l’Été qui s’allume
Et la faim qui nous en prenait.
Salut les valseurs du bitume !
Puis la musique s’atténue
Dans un soupir d’accordéon,
Déjà l’ombre a cerné la rue
Où brille en lettres de néon
La magique enseigne d’un BAL.
Puis la musique s’atténue.
J’entre mais vous n’êtes pas là,
Ce soir non plus, mes Vénitiennes,
Vous que mon rêve suscitait
D’un nom évoquant la blondeur
Sans qu’il vous rencontrât jamais.
J’entre, mais vous n’êtes pas là.
Dehors la nuit me parle bas
Et je sens tomber ses pétales
Sur tous les bonheurs inconnus
Qui fusent au ciel quand s’exhale
Le délirant plaisir des filles.
Dehors la nuit me parle bas.
Ensemble, à la même seconde
Quel Everest éblouissant
Gagné par tout l’amour du monde !
Mais ceux qui meurent dans l’instant
Où d’autres vont toucher la cime,
Ensemble à la même seconde…
Plus tard — et le jour est en route —
Je me retrouve à la Villette,
Ses grands saigneurs en tabliers
Tachés de sang cassent la croûte
Avec quelques garçons laiders.
Plus tard — et le jour est en route.
Seul, les yeux fixés sur son verre,
Un gars taciturne au comptoir :
Il me ressemble comme un frère
Et je connais son désespoir
Aux heures blêmes du regret.
Seul, les yeux fixés sur son verre.
Il revoit les hiers perdus,
Un beau sourire qui s’efface
Dans l’âge d’or des bras tendus
Et, tout à coup, dans une glace
Il ne se reconnaîtrait plus
Il revoit les hiers perdus.
O vous nos amis de toujours
Embarqués vers le crépuscule
Et disparus au point du jour,
Quand viendra l’heure à la pendule
Priez pour nous, pour nos amours.
O vous nos amis de toujours 1
L’aube va chasser le silence
Rassemblant ses oiseaux de feutre,
Maintenant la ville apparaît
— Et voici demain qui commence
Entre deux nuits et leurs secrets.
L’aube va chasser le silence