Presentamos, en versión del poeta y traductor José P. Serrato, algunos textos del poeta, dramaturgo, crítico de arte y ensayista Brasileño Ferreira Gullar (1930). Su verdadero nombre es José Ribamar Ferreira. Ha merecido distinciones como el Premio Príncipe Claus y Premio Jabuti. El poeta explica que “Mi poesía nace de lo real y de lo común de las cosas banales, de la luz sucia y verdadera que hay en las cosas y en las personas”.
O BOI
Vai o animal no campo; ele é o campo como o capim, que é o campo se dando para que haja sempre boi e campo; que campo e boi é o boi andar no campo e comer do sempre novo chão. Vai o boi, árvore que muge, retalho da paisagem em caminho. Deita-se o boi, e rumina, e olha a erva a crescer em redor de seu corpo, para o seu corpo, que cresce para a erva. Levanta-se o boi, é o campo que se ergue em suas patas para andar sobre o seu dorso. E cada fato é já a fabricação de flores que se erguerão do pó dos ossos que a chuva lavará,
quando for tempo.
EL BUEY
Va el animal en el campo; él es el campo como el pasto, que es el campo ofreciéndose para que haya siempre buey en el campo; que campo y buey es el buey andar en el campo y comer del siempre nuevo suelo. Va el buey, árbol que muge, retazo andante del paisaje. Se echa el buey, y rumia, y mira la hierba crecer alrededor de su cuerpo, para su cuerpo, que crece para la hierba. Se levanta el buey, es el campo que se yergue sobre sus patas para andar sobre su dorso. Y cada hecho es ya la fabricación de flores que se erguirán del polvo de los huesos que la lluvia lavará,
cuando llegue el momento.
MAU DESPERTAR
Saio do sono como
de uma batalha
travada em
lugar algum
Não sei na madrugada
se estou ferido
se o corpo
tenho
riscado
de hematomas
Zonzo lavo
na pia
os olhos donde
ainda escorre
uns restos de treva.
MAL DESPERTAR
Salgo del sueño como
de una batalla
trabada en
algún lugar
No sé en la madrugada
si estoy herido
si el cuerpo
tengo
rasgado
de hematomas.
Torpe lavo
en la pila
los ojos donde
aún escurren
unos restos umbríos.
APRENDIZADO
Do mesmo modo que te abriste à alegria
abre-te agora ao sofrimento
que é fruto dela
e seu avesso ardente.
Do mesmo modo
que da alegria foste
ao fundo
e te perdeste nela
e te achaste
nessa perda
deixa que a dor se exerça agora
sem mentiras
nem desculpas
e em tua carne vaporize
toda ilusão
que a vida só consome
o que a alimenta.
APRENDIZAJE
Del mismo modo que te abriste a la alegría
ábrete ahora al sufrimiento
que es el fruto de ella
y su reverso ardiente.
Del mismo modo
que de la alegría fuiste
al fondo
y te perdiste en ella
y te encontraste
en esa pérdida
deja que el dolor se ejerza ahora
sin mentiras
sin disculpas
y en tu carne vaporice
toda ilusión
que la vida sólo consume
lo que la alimenta.
CANTIGA PRA NÃO MORRER
Quando você for se embora,
moça branca como a neve,
me leve.
Se acaso você não possa
me carregar pela mão,
menina branca de neve,
me leve no coração.
Se no coração não possa
por acaso me levar,
moça de sonho e de neve,
me leve no seu lembrar.
E se aí também não possa
por tanta coisa que leve
já viva em seu pensamento,
menina branca de neve,
me leve no esquecimento.
Moça de sonho e de neve,
me leve no esquecimento,
me leve.
CANTIGA PARA NO MORIR
Cuando te vayas, ahora,
moza blanca como nieve
sólo pido que me lleves.
Si acaso tú no me puedes
en tus manos transportar
muchacha blanca de nieve,
llévame en tu palpitar.
Si en el palpitar no puedes
quizás poderme llevar
moza de sueño y de nieve
llévame en tu recordar.
Y si ahí tampoco puedes
por tanta cosa que lleves
viva ya en tu pensamiento
muchacha blanca de nieve
en tu olvido dame asiento.
Moza de sueño y de nieve
en tu olvido dame asiento,
sólo pido que me lleves.
CANTADA
Você é mais bonita que uma bola prateada
de papel de cigarro
Você é mais bonita que uma poça dágua
límpida
num lugar escondido
Você é mais bonita que uma zebra
que um filhote de onça
que um Boeing 707 em pleno ar
Você é mais bonita que um jardim florido
em frente ao mar em Ipanema
Você é mais bonita que uma refinaria da Petrobrás
de noite
mais bonita que Ursula Andress
que o Palácio da Alvorada
mais bonita que a alvorada
que o mar azul-safira
da República Dominicana
Olha,
você é tão bonita quanto o Rio de Janeiro
em maio
e quase tão bonita
quanto a Revolução Cubana
PIROPO
Eres más bella que una bola plateada
de papel de cigarro
eres más bella que un aljibe de agua
limpia
en un lugar escondido
Eres más bella que una cebra
que una cría de lince
que un Boeing 707 en pleno vuelo
Eres más bella que un jardín radiante
frente al mar en Ipanema
Eres más bella que una refinería de Petrobrás
de noche
Más bella que Úrsula Andress
que el Palacio de la Alborada
más bella que la alborada
que el mar azul zafiro
de la República Dominicana
Fijate,
eres tan bella como Río de Janeiro
en mayo
y casi tan hermosa
como la Revolución Cubana.
O TRABALHO DAS NUVENS
Esta varanda fica
à margem
da tarde. Onde nuvens trabalham
A cadeira não é tão seca
e lúcida, como
o coração.
Só à margem da tarde
é que se conhece
a tarde: que são as
folhas de verde e vento, e
o cacarejar da galinha e as
casas sob um céu: isso, diante
de olhos.
E os frutos?
e também os
frutos. Cujo crescer altera
a verdade e a cor
dos céus. Sim, os frutos
que não comeremos, também
fazem a tarde
( a vossa
tarde, de que estou à margem).
Há, porém, a tarde
do fruto. Essa não roubaremos:
tarde
em que ele se propõe a glória de
não mais ser fruto, sendo-o
mais: de esplender, não como astro, mas
como fruto que esplende.
E a tarde futura onde ele
arderá como um facho
efêmero!
Em verdade, é desconcertante para
os homens o
trabalho das nuvens.
Elas não trabalham
acima das cidades: quando
há nuvens não há
cidades: as nuvens ignoram
se deslizam por sobre
nossa cabeça: nós é que sabemos que
deslizamos sob elas: as
nuvens cintilam, mas não é para
o coração dos homens.
A tarde é
as folhas esperarem amarelecer
e nós o observarmos.
E o mais é o pássaro branco que
voa – e que só porque voa e o vemos,
voa para vermos. O pássaro que é
branco
não porque ele o queira nem
porque o necessitemos:
o pássaro que é branco
porque é branco.
Que te resta, pois, senão
aceitar?
Por ti e pelo
pássaro pássaro.
EL TRABAJO DE LAS NUBES
El balcón permanece
al margen
de la tarde. Donde las nubes trabajan.
La silla no es tan seca
y lúcida como
el corazón.
Sólo al margen de la tarde
es que se conoce
la tarde: que son las
hojas de verde y viento, y
el cacareo de la gallina y las
casas bajo un cielo: eso, delante
de los ojos.
¿Y Ios frutos?
y también los
frutos. Cuyo crecimiento altera
la verdad y el color
de Ios cielos. Sí, Ios frutos
que no comeremos, también
hacen la tarde.
(Nuestra
tarde, de la que estoy al margen).
Hay a pesar de todo, una tarde
del fruto. Esa no la robaremos:
tarde
en la que él se propone la gloria de
no ser más fruto, siéndolo
más: de resplandecer, no como astro, sino
como fruto que resplandece.
¡Y la tarde futura donde éI
arderá como una antorcha
efímera!
En verdad, es desconcertante para
los hombres el
trabajo de las nubes.
Ellas no trabajan
sobre las ciudades: cuando
hay nubes no hay
ciudades: las nubes ignoran
que se deslizan sobre
nuestra cabeza: nosotros sabemos que
nos deslizamos bajo de ellas: las
nubes lanzan centellas, pero no son para
el corazón de los hombres.
La tarde es
las hojas esperando amarillecer
y nosotros lo observamos.
Y lo demás es el pájaro blanco que
vuela — y que sólo porque vuela y lo vemos,
vuela para vernos. El pájaro que es
blanco,
no porque él lo quiera ni
porque lo necesitemos:
el pájaro que es blanco
porque es blanco.
¿Qué te resta, pues, sino
aceptar?
Por ti y por el
pájaro pájaro.