El poeta ecuatoriano Xavier Oquendo (Ambato, 1972) entrevista al poeta chileno Juan Cameron (Valparaíso, 1947). Ha merecido, entre otros, el Premio Federación de Estudiantes de Chile (FECH) 1972, Gabriela Mistral, I. Municipalidad de Santiago, 1982, Premio Revista de Libros, El Mercurio, Santiago, 1996, Premio Municipal de Literatura, Valparaíso, 1996, Premio Villanueva de la Cañada, Madrid, España, 1997, y el prestigioso Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, en Poesía, en 1999.
Le escribieron poemas a ese Nietszche
Nietszche era un gran humorista
en el Palacio de los Analfabetos
Deletreaban sus chistes con los dedos
y se ponían serios y ceñudos
No entendieron el chiste de la joven
no entendieron el chiste de la noche
menos el del niño en el espejo
Repitieron su nombre como loros
su nombre de estornudo en Occidente
y se creyeron más no analfabetos
Algunos se hicieron profesores
otros se ahogaron en papeles
y unos tontos entre los más tontos
le escribieron poemas a ese Nietszche.
¿Cuáles son los tres títulos de la literatura universal a los que se acerca constantemente a releerlos?
Al hablar de títulos pareciéramos referirnos a obras en prosa. Leo de preferencia poesía. Y los autores a que principalmente vuelvo, porque son muchos, son San Juan de la Cruz, Fernando Pessoa y el sueco Gunnar Ekelöf.
¿Qué haría por obtener un ejemplar de la primera edición de algún libro famoso de la literatura y cuál sería ese título?
Tal vez hurtarlo; pero soy muy cobarde para convertirme en ladrón. Una vez tuve en mis manos la primera edición de Azul, de Rubén Darío, que mi padre encontró en una feria de libros viejos; pero luego lo vendió a muy buen precio. Este libro fue editado aquí, en Valparaíso, en 1888. No olvidemos que el año anterior había publicado, también en esta ciudad, Abrojos, el primer antecedente del postmodernismo.
¿En qué libro ha encontrado su definición de “Vida”?
¿En las Rubayatas tal vez? No estoy seguro. Sin pretender estar en camino de santidad, ni mucho menos, algunos textos esotéricos completan mi idea sobre el cosmos y el sentido de esta vida.
¿Qué historia de amor de la literatura le hubiera gustado vivir?
Son también variadas las posibilidades. Algunas hay en un libro renacentista (en el exacto sentido de la palabra), al parecer escrito por un señor llamado Boccacio, y que se refiere a algún antepasado mío, el Decamerón; nombre que por lo demás debe ser el de mi antología postrera.
¿Qué obra de la literatura le gustaría ver en el cine?
En general las novelas que más placer de han causado. Pienso en este momento, y como meros ejemplos, en La Amigdalitis de Tarzán, de Alfredo Bryce Echenique, o en El Habitante del Cielo, una trabajo reciente del chileno Jaime Collyer.
¿Con qué autor de la literatura le hubiera gustado conversar y compartir en una velada bohemia?
Indudablemente con Günter Grass; me parece un tipo íntegro y con gran sentido de humor; también con el australiano Less Murray, a quien le daría el Nobel. He tenido la posibilidad de beberme un buen vino con Seamus Heaney, un whisky con Wole Soyinka y algunas cervezas con héroes contemporáneos durante mi estadía en Suecia. Pero me falta tomar un café con la Wislawa Szymborska.
¿A qué autor de la literatura universal considera injustamente olvidado?
No tengo una visión global de aquello conocido como literatura universal. Más bien mantengo la imagen de lo leído y recordado en este momento. Por ello pienso de inmediato en grandes poetas no considerados aún en su real magnitud; como es el caso de los argentinos Alberto Szpunberg, Juana Bignozzi u Horacio Castillo; en Chile, Efraín Barquero. Y en el mismo Ecuador, tantos grandes y vigentes bardos que no integraron el discurso oficial.
¿A qué autor de la literatura universal considera sobre valorado por la crítica y el tiempo?
En mi país esta lista da para una guía telefónica; Isabel Allende, sin ir más lejos; y varios de los recientes premios nacionales de Literatura. En un espacio más amplio se me ocurre el nombre de Mario Benedetti, a quien tanto queremos y sin embargo queda allí, a medio camino.
¿Qué personaje de la literatura le hubiera gustado que exista, efectivamente?
Jorge Luis Borges.
¿En qué personaje de la literatura se ha visto reflejado en virtudes y defectos?
En el enano de El Tambor de Hojalata.
¿Cuáles son las cinco palabras que utiliza con obsesión en su literatura?
Sonido, sentido, registro, semántica, amor.
¿Con qué está comprometida su literatura?
Con la tradición literaria; con el registro del entorno y la búsqueda de la razón primigenia de la palabra; con la búsqueda de la verdad ética y no la moralina de los aparatos ideológicos del Estado.
¿Cómo sería su vida sin la literatura?
No lo imagino. En esto soy bastante intolerante. No comprendo como la gente puede gastar el tiempo sin disfrutar de la estética; tal vez estemos en un estado inferior de la naturaleza, o camino a la estupidez definitiva. Para mí sería muy aburrido andar juntando cosas extrañas y volver al otro día a lo mismo.
Datos vitales
Juan Cameron nació en Valparaíso el 28 de enero de 1947. Ha publicado Las manos enlazadas (1971), Una vieja joven muerte (1972), Perro de circo (1979), Apuntes (1981), Escrito en Valparaíso (1982), & (1984), Poesía dispersa (1985), Cámara oscura (1985), Video Clip (Suecia, 1989), Como un ave migratoria en la jaula de Fénix (España, 1992), If I go back/ Si regreso (EE.UU., 1993), Tras el propio paisaje (España, 1996), Registro curricular (1997), Cuaderno de Rosario (1998), Visión de los ciclistas (España, 1998), Textos atribuidos al joven Francisco María Arouet y otros textos desclasificados (2000), Jugar con la palabra (Antología, 2000) y Canción (2002). Entre otros reconocimientos ha obtenido el Premio Federación de Estudiantes de Chile (FECH) 1972, Gabriela Mistral, I. Municipalidad de Santiago, 1982, Premio Revista de Libros, El Mercurio, Santiago, 1996, Premio Municipal de Literatura, Valparaíso, 1996, Premio Villanueva de la Cañada, Madrid, España, 1997, y el prestigioso Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura, en Poesía, en 1999.