El poeta y traductor Mijail Lamas (Culiacán, 1979) nos ofrece una breve y muy interesante muestra de la poesía portuguesa del siglo XX. Algunos de los autores traducidos por Lamas, referentes de esa tradición poética, son Mario de Sá-Carneiro, José Regio, Adolfo Casais Monteiro, Sophia de Mello Breyner Andresen, Manuel António Pina, Ruy Belo y Al Berto. Se trata de una excelente introducción a la poesía lusitana.
Breve muestra de poesía portuguesa del siglo XX
La literatura portuguesa goza de una patente notoriedad en nuestro país, debido sobre todo al auge de algunos narradores como António Lobo Antunes, José Saramago, Miguel Torga y Gonçalo M. Tavares.
A su vez, en los últimos años, la figura del portento que encarnan Fernando Pessoa y su pléyade de heterónimos ha impreso una marca indeleble en las mentes de sus lectores. La literatura de Portugal es, pues, indispensable para entender un aspecto de Europa que hasta hace poco había estado oculto para muchos.
Sin embargo, hay todavía un gran número de escritores lusitanos que se hallan ausentes de las librerías. De la poesía de Portugal, que durante el siglo XX ha sido brillantísima, se edita muy poco en nuestro país, salvo por algunas valiosas y esporádicas traducciones hechas por escritores mexicanos —uno de los más notables es, sin duda, Francisco Cervantes.
La poesía portuguesa del siglo XX es conocida como la poesía de la edad de oro. Esta sorprendente renovación de los registros y la sensibilidad que la poesía lusitana experimentó tiene, como sucedió en otro países de Europa, su raíz en el siglo XIX, esencialmente en la poesía de Cesário Verde, cuyos poemas Contrariedades (antecedente de la “Tabaquería” de Álvaro de Campos) y O sentimento de um occidental marcarán la pauta de la poesía portuguesa del nuevo siglo. La siguiente selección recoge las obras de siete poetas portugueses nacidos en distintas épocas, todos ellos de altísima factura.
Mijail Lamas
Mario de Sá-Carneiro
(1890-1916)
Cangrejo
¡Ah, que me dejen acurrucado entre cobijas,
y no me molesten más!…
¡Que la puerta de mi cuarto se quede cerrada para siempre!
¡Que ni para ti se abra, si quieres visitarme!
Aquí el suave y rojo cuarto. Todo bien arreglado…
Ningún libro, ningún libro en la cabecera…
Hagan que nunca falte a mi lado
una botella de agua y pan de huevo.
No, no estoy para más; no quiero los mismos juguetes.
¿Para qué? Si me los trajeran no sabría jugar…
¿Qué quieren hacer de mi con tanto miedo y enredo?
No fui hecho para fiestas. ¡Suéltenme! ¡Dejen que me calme¡
Siempre esta la noche por mi cuarto. Las cortinas cerradas,
y yo acurrucado durmiendo, bien quietecito –¡Qué amor!…
Si: quedarme siempre en la cama, sin moverme, envejeciendo—
Al menos es el sosiego completo… ¡Historia! Era la mejor de las vidas…
Me duelen los pies y no sé andar derecho.
¿Para qué he de insistir en ir al salón de los príncipes?
Vamos, que mi vida por una vez se avispe
con mi cuerpo, y se resigne a no darse gusto…
¿Para qué he de salir si me constipo de inmediato?
¿A quién puedo yo esperar con mi delicadeza?
¡Déjate de ilusiones Mario! Buena cobija, buen fuego
y no pienses en los otros. Es ya bastante, en verdad…
Desistamos. A ningún lado me llevará mi ansia.
¿Para que entonces he de andar de aquí para allá en una inútil correría?
Tengan compasión de mí. ¡Que dolor! Que me lleven a la enfermería.
Esto es para un cuarto que pagará mi padre.
Justo. Un cuarto de hospital, higiénico, todo blanco, moderno y tranquilo;
en París, es preferible, a causa de la leyenda…
Tal vez de aquí a veinte años mi literatura se entienda;
Después de todo, andar de loquito en París hace bien, tiene cierto estilo…
En cuanto a ti, mi amor, puedes venir los jueves,
si quisieras ser gentil, y preguntar como estoy.
Ahora, en mi cuarto, no entres, así con tus buenos modales…
Nada que hacer, preciosa. El niño duerme. Todo lo demás se acabó.
Caranguejola
Ah, que me metam entre cobertores,
E não me façam mais nada!…
Que a porta do meu quarto fique para sempre fechada,
Que não se abra mesmo para ti se tu lá fores!
Lã vermelha, leito fofo. Tudo bem calafetado…
Nenhum livro, nenhum livro à cabeceira …
Façam apenas com que eu tenha sempre a meu lado
Bolos de ovos e uma garrafa de Madeira.
Não, não estou para mais; não quero mesmo brinquedos.
Pra quê? Até se mos dessem não saberia brincar…
Que querem fazer de mim com estes enleios e medos?
Não fui feito pra festas. Larguem-me! Deixem-me sossegar!…
Noite sempre plo meu quarto. As cortinas corridas,
E eu aninhado a dormir, bem quentinho – que amor!…
Sim: ficar sempre na cama, nunca mexer, criar bolor—
Plo menos era o sossego completo… História! Era a melhor das vidas…
Se me doem os pés e não sei andar direito,
Pra que hei-de teimar em ir para as salas, de Lord?
Vamos, que a minha vida por uma vez se acorde
Com o meu corpo, e se resigne a não ter jeito…
De que me vale sair, se me constipo logo?
E quem posso eu esperar, com a minha delicadeza?…
Deixa-te de ilusões, Mário! Bom edrédon, bom fogo —
E não penses no resto. É já bastante, com franqueza….
Desistamos. A nenhuma parte a minha ânsia me levará.
Pra que hei-de então andar aos tombos, numa inútil correria?
Tenham dó de mim. Co’a breca! levem-me prà enfermaria!—
Isto é, pra um quarto particular que o meu Pai pagará.
Justo. Um quarto de hospital, higiénico, todo branco, moderno e tranqüilo;
Em Paris, é preferível, por causa da legenda…
De aqui a vinte anos a minha literatura talvez se entenda;
E depois estar maluquinho em Paris fica bem, tem certo estilo…
Quanto a ti, meu amor, podes vir às quintas-feiras,
Se quiseres ser gentil, perguntar como eu estou.
Agora, no meu quarto é que tu não entras, mesmo com as melhores maneiras…
Nada a fazer, minha rica. O menino dorme. Tudo o mais acabou.
José Regio
(1901-1969)
Ronda de los brazos quebrados
I
Al frente va mi alma, yo me arrastro tras de ella:
porque soy feo y triste,
pero mi alma es muy bella…
Sí, mi alma sabe esas palabras ebrias
que nos arrojan al infinito.
Cuando mi alma habla, su voz es un grito.
Grito de oro que agita la soledad del espacio,
y que Dios toma en su regazo.
¡Qué pena que mi alma
sólo con su voz de mi cuerpo hable!
¡Que el habla de mi cuerpo es intolerable,
pero mi alma es bella,
y yo he de pedirle que se calle,
he de darle la voz de mi lengua miserable!
II
—«¿Dónde hay una doctrina
que pueda poner de acuerdo
toda mi propia grandeza
con toda mi desgracia?
¿Qué Dios humano me dirá esa parábola divina?
¿Quién me hará ese milagro?
¿Quién me abrirá esa puerta?
¡Sea quien fuere,
(Dios o Satán, poco importa)
quiero llamarle mi señor,
abrazarme a sus pies como un esclavo!»
Pero en vano
lanzo al silencio mi pregón,
lo arrojo a la multitud que pasa:
—«¿Dónde hay una doctrina
que pueda poner de acuerdo
toda mi propia grandeza
con toda mi desgracia?»
III
¡Tierra del suelo, tapa mi boca!
—Tierra del suelo que piso a mis pies…
Arenas del desierto,
arenas que suben por el aire en torbellino,
¡ciéguenme!
Póstrenme,
vientos que pasan silbando…
Olas del mar que se derrumban
(¡ah el mar…!),
¡llévenme!
Estoy harto de luchar,
ya no puedo.
(Mas no querría languidecer en mi camastro…)
Ronda dos braços quebrados
Minh’alma vai à frente, eu rojo atrás dela:
Porque eu sou feio e triste,
Mas a minh’alma é bela…
Sim, a minh’alma sabe essas palavras ébrias
Que nos atiram para o Infinito.
Quando a minh’alma fala, a sua voz é um grito,
Grito de oiro que vara a solidão do espato,
E Deus acolhe no seu regaço.
Que pena que a minh’alma
Só pela fala do meu corpo fale!
Que a fala do meu corpo é intolerável,
Mas a minh’alma é bela,
E eu ou hei-de pedir-lhe que se cale,
Ou hei-de dar-lhe a voz da minha lingua miserável!
II
— «Onde há urna doutrina
«Que possa pôr de acordo
«Toda a minha grandeza
«Com a minha desgraça?
«Que Deus humano me dirá essa parábola divina?
«Quem me fará esse milagre?
«Quem me abrirá essa porta?
«Seja quem for,
«(Deus ou Satã, pouco importa)
«Quero chamar-lhe meu senhor,
«Acolher-me a seus pés como urn escravo!»
Mas em vão
Eu atiro ao silêncio o meu pregão,
Eu o atiro à multidão que passa:
— «Onde há uma doutrina
«Que possa pôr de acordo
«Toda a minha grandeza
«Com a minha desgraça?»
III
Terra do chão, tapa-me a boca!
— Terra do chão que piso aos pés…
Areias do deserto,
Areias que subis no ar, turbilhonando,
Cegai-me!
Prostrai-me,
Ventos que ides passando assobiando…
Ondas do mar que desabais,
(Ah, o mar…!)
Levai-me!
Estou fartinho de lutar,
Não posso mais.
(Mas não quería enlanguescer na minha enxerga…)
Adolfo Casais Monteiro
(1908 -1972)
Yo hablo de las casas y de los hombres
Yo hablo de las casas y los hombres,
de los vivos y de los muertos:
de lo que pasa y no vuelve nunca más…
No me vengan a decir que estaba materialmente previsto,
¡ah, no me vengan con teorías!
Veo la desolación y el hambre,
la angustia sin nombre,
el espanto marcado para siempre en las caras trágicas
de las víctimas.
Y sé lo que veo, sé que apenas imagino una ínfima,
una insignificante parcela de la tragedia.
Yo, si lo viese, no lo creería.
¡Si lo viese, acabaría en loco o en profeta,
acabaría en jefe de bandidos, salteador callejero,
pero no lo creería!
Miro a los hombre, las casas y las bestias.
Miro en un pasmo sin límites
y quedo sin palabras,
en el dolor de que sean hombres los que hicieron todo esto:
esta pasta ensangrentada a la que redujeron la tierra entera,
este lodo de sangre y alma,
de cosa a ser,
y pregunto en esta angustia si aún habrá alguna esperanza,
si el odio siquiera servirá para algo…
¡Déjame llorar y llora!
Al menos las lágrimas lavarán la vergüenza de que estemos vivos,
de que hayamos sancionado con nuestro silencio el crimen hecho institución,
y en tanto lloramos tal vez juzguemos nuestro el drama,
por momentos será nuestro un poco de sufrimiento ajeno,
por un segundo seremos los muertos y torturados,
los mutilados para toda la vida, los locos y los encarcelados,
seremos la tierra podrida de tanto cadáver,
seremos la sangre de los árboles,
el vientre doloroso de las casas saqueadas,
sí, por un momento seremos el dolor de todo esto…
Yo no sé porque me brotan lágrimas,
porque tiemblo y un calosfrío corre dentro de mí,
yo que no tengo ni amigos ni parientes en la guerra,
yo que soy extranjero frente a todo esto,
yo que estoy en mi casa tranquila,
yo que no tengo guerra a la puerta
¿Yo por qué tiemblo y sollozo?
Quien llora en mí dice: ¿Quién llora en nosotros?
Todo aquí va como un rio harto de conocer su cauce:
las calles son calles con gente y automóviles,
no hay sirenas al gritar espantos irreprimibles,
y la miseria es la misma miseria que ya había.
Y si todo es igual a los antiguos días,
a pesar de la Europa a nuestro regreso, exangüe y mártir,
me pregunto si no estaremos soñando que somos gente,
sin hermanos ni conciencia, aquí enterrados vivos,
sin nada sino lágrimas que vienen tarde, y en una noche de regreso,
una noche en que nunca llega el albor de la madrugada…
Eu falo das casas e dos homens
Eu falo das casas e dos homens,
dos vivos e dos mortos:
do que passa e não volta nunca mais.. .
Não me venham dizer que estava materialmente
previsto,
ah, não me venham com teorias!
Eu vejo a desolação e a fome,
as angústias sem nome,
os pavores marcados para sempre nas faces trágicas
das vítimas.
E sei que vejo, sei que imagino apenas uma ínfima,
uma insignificante parcela da tragédia.
Eu, se visse, não acreditava.
Se visse, dava em louco ou em profeta,
dava em chefe de bandidos, em salteador de estrada,
– mas não acreditava!
Olho os homens, as casas e os bichos.
Olho num pasmo sem limites,
e fico sem palavras,
na dor de serem homens que fizeram tudo isto:
esta pasta ensanguentada a que reduziram a terra inteira,
esta lama de sangue e alma,
de coisa a ser,
e pergunto numa angústia se ainda haverá alguma esperança,
se o ódio sequer servirá para alguma coisa…
Deixai-me chorar – e chorai!
As lágrimas lavarão ao menos a vergonha de estarmos vivos,
de termos sancionado com o nosso silêncio o crime feito instituição,
e enquanto chorarmos talvez julguemos nosso o drama,
por momentos será nosso um pouco do sofrimento alheio,
por um segundo seremos os mortos e os torturados,
os aleijados para toda a vida, os loucos e os encarcerados,
seremos a terra podre de tanto cadáver,
seremos o sangue das árvores,
o ventre doloroso das casas saqueadas,
sim, por um momento seremos a dor de tudo isto. . .
Eu não sei porque me caem as lágrimas,
porque tremo e que arrepio corre dentro de mim,
eu que não tenho parentes nem amigos na guerra,
eu que sou estrangeiro diante de tudo isto,
eu que estou na minha casa sossegada,
eu que não tenho guerra à porta,
– eu porque tremo e soluço?
Quem chora em mim, dizei – quem chora em nós?
Tudo aqui vai como um rio farto de conhecer os seus meandros:
as ruas são ruas com gente e automóveis,
não há sereias a gritar pavores irreprimíveis,
e a miséria é a mesma miséria que já havia…
E se tudo é igual aos dias antigos,
apesar da Europa à nossa volta, exangüe e mártir,
eu pergunto se não estaremos a sonhar que somos gente,
sem irmãos nem consciência, aqui enterrados vivos,
sem nada senão lágrimas que vêm tarde, e uma noite à volta,
uma noite em que nunca chega o alvor da madrugada…
Miguel Torga
seudónimo de Adolfo Correia da Rocha
(1907-1995)
LIBRO DE HORAS
Aquí, frente a mí mismo
yo, pecador, me confieso
de ser así como soy.
Me confieso lo bueno y lo malo
que va en el timón de la nave
en esta deriva en que voy.
Me confieso
poseso
de virtudes teologales
que son tres,
y de los pecados mortales,
que son siete,
cuando la tierra no repite
que son más.
Me confieso
el dueño de mis horas
de las cuchilladas ciegas y rabiosas
y de las ternuras lúcida y mansas.
Y de ser, de cualquier modo
andanzas
del mismo todo.
Me confieso de ser charco
y luna de charco, la mezcla.
De ser la cuerda del arco
que tira las saetas por arriba
y debajo de mi estatura.
Me confieso de ser todo
lo que pueda nacer de mí.
De tener raíces en el suelo
de mi propia condición.
Me confieso de Abel y de Caín.
Me confieso de ser hombre.
De ser un ángel caído
del cielo que dios gobierna;
de ser un monstruo salido
del hoyo más hondo de la caverna.
Me confieso de ser yo.
¡Yo, tal como vengo
a decir que soy yo
delante de mí!
Carlos Queirós
(1907-1949)
Anti Soneto
Para Mário Saa
Nuestro drama de portugueses,
nuestro mayor drama entre los mayores
de los dramas portugueses
es este apego hereditario a la forma:
Al modo de decir, en los puntos en las ii,
las vírgulas exactas, las redondillas perfectas,
la estilística, la estética, la bombástica,
la llave de oro del soneto vacío
que pone flaqueza de esclavitud
dentro de lo que pensamos
de lo que sentimos
de lo que escribimos
de lo que hacemos
de lo que mentimos.
Anti-Soneto
Ao Mário Saa
O nosso drama de portugueses,
O nosso maior drama entre os maiores
Dos dramas portugueses,
É este apego hereditário à Forma:
Ao modo de dizer, aos pontinhos nos ii,
Às vírgulas certas, às quadras perfeitas,
À estilística, à estética, à bombástica,
À chave de ouro do soneto vazio
– Que põe molezas de escravatura
Por dentro do que pensamos
Do que sentimos
Do que escrevemos
Do que fazemos
Do que mentimos.
Carlos Queirós, de Cadernos de Poesia
Sophia de Mello Breyner Andresen
(1919 -2004)
Náufrago despertando
Un hombre solo en la arena lisa, inerte
tan olvidado de sí, que todo lo envuelve
en halos de silencio y niebla.
Un hombre de ojos cerrados, buscando
dentro de sí el recuerdo de su nombre.
Un hombre en la memoria caminando,
de silencio en silencio derivando,
y la ola
ora lo abandonaba, ora lo cubría.
Con vagos ojos contemplaba el día
en sus oídos
como un distante caracol el mar sonaba.
Líquida y fría,
una mano sobre sus miembros se escurría:
era la ola,
que ora lo abandonaba, ora lo cubría.
Un hombre solo en la arena lisa, inerte,
en la orilla danzaba el mar.
En sus cinco sentidos, al demorar,
la presencia de las cosas inicia.
Náufrago acordando
Um homem só na areia lisa, inerte,
tão esquecido de si, que tudo o envolve
em halos de silêncio e nevoeiro.
Um homem de olhos fechados, procurando
dentro de si memória do seu nome.
Um homem na memória caminhando,
de silêncio em silêncio derivando,
e a onda
ora o abandonava, ora o cobria.
Com vagos olhos comtemplava o dia.
Em seus ouvidos
como um longínquo búzio o mar zunia.
Líquida e fria,
uma mão sobre os seus membros escorria:
era a onda,
que ora o abandonava, ora o cobria.
Um homem só na areia lisa, inerte,
na orla dançada do mar.
Nos seus cinco sentidos, devagar,
a presença das coisas principia.
Ruy Belo
(1933-1978)
Asentamiento
En tu amor por mí hay una calle que comienza
Ni árboles ni casas existían
antes que tuvieras palabras
y todo un corazón fuese para ellas
Te invento y el cielo azulea sobre esta
triste condición de tener que recibir
de los chopos donde cantan
los pájaros imposibles
la nueva primavera
Suenan campanas y levantan el vuelo
todos los cuidados
Oh mi amor, ni mi madre
tenía un regazo así
como tiene este día
Y llego y me siento a lado
de la primavera
Povoamento
No teu amor por mim há uma rua que começa
Nem árvores nem casas existiam
antes que tu tivesses palavras
e todo eu fosse um coração para elas
Invento-te e o céu azula-se sobre esta
triste condição de ter de receber
dos choupos onde cantam
os impossíveis pássaros
a nova primavera
Tocam sinos e levantam voo
todos os cuidados
Ó meu amor nem minha mãe
tinha assim um regaço
como este dia tem
E eu chego e sento-me ao lado
da primavera
Manuel António Pina
(1943-2012)
A un joven poeta
Procura la rosa
donde ella esté
estarás tú
fuera de ti. Procúrala en prosa, puede ser
que en prosa ella florezca
aún, bajo tanta
metáfora; puede ser, y cuando
en ella te veas te reconozcas
como delante de una infancia
inicial no vaciada
de ninguna palabra
y ningún recuerdo.
Tal vez entonces puedas
escribir sin porque,
evidencia de nuevo de la razón
y pasaje hacia lo que no se ve.
A um jovem poeta
Procura a rosa.
onde ela estiver
estás tu fora
de ti. Procura-a em prosa, pode ser
que em prosa ela floresça
ainda, sob tanta
metáfora; pode ser, e que quando
nela te vires te reconheças
como diante de uma infância
inicial não embaciada
de nenhuma palavra
e nenhuma lembrança.
Talvez possas então
escrever sem porquê,
evidência de novo da Razão
e passagem para o que não se vê.
Antonio Ramos Rosa
(1924-2013)
Poema de un funcionario cansado
La noche me cambió los sueños y las manos
me dispersó a los amigos
tengo el corazón confundido y la calle es estrecha
estrecha en cada paso
las casas nos engullen
nos ocultamos
estoy en un cuarto solo en un cuarto solo
con los sueños cambiados
con toda la vida al revés ardiendo en un cuarto solo
Soy un funcionario apagado
un funcionario triste
mi alma no acompaña a mi mano
Débito y Crédito / Débito y Crédito
mi alma no baila con los números
debo esconderla avergonzado
el jefe me sorprendió con el ojo lírico en la jaula del patio de enfrente
y me descontó de mi cuenta de nómina
soy un funcionario cansado de un día ejemplar
¿Por qué no me siento orgulloso de haber cumplido con mi deber?
Porque me siento irremediablemente perdido en mi cansancio
Deletreo viejas palabras generosas
Flor muchacha amigo niño
hermano beso enamorada
madre estrella música
Son las palabras cruzadas de mi sueño
palabras soterradas en la prisión de mi vida
así todas las noches del mundo en una sola noche larga
en un cuarto solo